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Comercio Exterior

EDXDVP29 de Octubre de 2012

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Era del Guano

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La Era del Guano, también llamada Prosperidad Falaz del Guano, es una época de la historia republicana del Perú entre la década de 1840 y la de 1870 durante la cual la exportación del guano de las islas de la costa transformaron la economía y la política nacional.

Se considera su inicio en 1845, con el primer gobierno de Ramón Castilla

Descripción

Entre 1845 y 1868, el Estado dispuso de abundantes recursos económicos gracias al guano. Fue un período de relativa prosperidad y mayor estabilidad política, especialmente durante los dos gobiernos de Ramón Castilla (1845-1851 y 1855-1862)

Los presidentes de la era del guano

(1845-1851) Ramón Castilla (1851-1854) José Rufino Echenique (1855-1862) Ramón Castilla (1862-1863) Miguel San Román (1863-1865) Juan Antonio Pezet (1865-1868) Mariano Ignacio Prado (1868) Pedro Diez Canseco (1868-1872) José Balta Gracias por editar n 156

Contenido

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• 1 Antecedentes

• 2 La Era del Guano

• 3 Hacia la Guerra con Chile

• 4 Véase también

[editar] Antecedentes

Al quedar disuelta la Confederación Perú-Boliviana, Agustín Gamarra -quien participó del Ejército restaurador- es impuesto como presidente por el Congreso, iniciando un gobierno de pacificación que termina por declarar la Guerra contra Bolivia y ser muerto y derrotado en la Batalla de Ingavi. Con la muerte de Gamarra, se desató la anarquía en la república, dándose efímeros golpes de Estado ente 1842 y 1843 hasta la ascensión también militar de Manuel Ignacio de Vivanco, contra quienes se sublevan Domingo Nieto y Ramón Castilla, venciendo este movimiento en la Batalla del Carmen Alto, y restituyendo al anterior Manuel Menéndez hasta las elecciones de 1845.

[editar] La Era del Guano

Ramón Castilla.

Es sólo con la primera elección de Ramón Castilla en 1845 que la República Peruana encuentra una relativa paz interior y puede organizar su vida política y económica. Le corresponde a Castilla abolir definitivamente la esclavitud y la pena de muerte. Establece políticas de promoción de extracción y exportación de fertilizantes naturales (guano de islas) que inician una era de prosperidad en el país. Los primeros ferrocarriles y el alumbrado a gas llegan al Perú en este período. Durante su segundo gobierno promulgan las Constituciones de 1856 (Liberal) y la Constitución de 1860 (Conservadora), reorganiza los servicios postales y la carrera pública.

Ver: Guerra Civil Peruana de 1856-1858

En 1864 una expedición española ocupa las Islas Chincha (productoras de guano) y desata un incidente internacional de grandes consecuencias en la política interna peruana, que llevó a un golpe de estado contra el presidente Pezet, el gobierno de Mariano Ignacio Prado y la declaratoria de guerra a España. Tras el combate del Callao (2 de mayo de 1866), la armada española se retira del Perú.

El gobierno de José Balta fue pródigo en obras de infraestructura (construcción del Ferrocarril Central) aunque en él se perciben ya las primeras muestras de exceso de gastos del gobierno. En las postrimerías de su gobierno, la elección, por primera vez, de un presidente civil, Manuel Pardo y Lavalle, llevó a una insurrección militar que terminó en el asesinato de Balta y la furibunda reacción de la población de Lima (que ejecutó a los usurpadores). Así termina lo que Jorge Basadre llamó Primer Militarismo. Pardo implementó importantes reformas de tipo liberal en la organización del estado. Sin embargo la principal fuente de recursos del estado, el guano, sobreexplotado, se empezó a agotar y resultó inevitable una crisis económica que el sucesor de Pardo, el ya anciano Mariano Ignacio Prado tuvo que afrontar, en medio de una virtual bancarrota del Estado.

[editar] Hacia la Guerra con Chile

Combate de Angamos en la Guerra del Pacífico

Es en estas circunstancias cuando surge el diferendo territorial entre Chile y Bolivia. Obligado a ayudar a este último por un tratado secreto, Perú entra en guerra en 1879. La Guerra del Pacífico, que terminó con la ocupación de Lima entre 1881 y 1883, y la pérdida territorial de las provincia de Tarapacá y Arica en favor de Chile, generó profundas heridas en el Perú. Algunos de los principales íconos de la historia peruana son de este período (Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Andrés Avelino Cáceres). Luego de un período de inestabilidad política posterior a la derrota (gobiernos Miguel Iglesias y el ya citado Cáceres) llega el gobierno de Nicolás de Piérola en 1895 del Partido Demócrata. Esto ayudo mucho al Perú. Por favor no editen malogra la infomación.Texto en negrita

En 1945 Ramón Castilla llegó a la presidencia inaugurando el primer momento de estabilidad política y administrativa que gozó el Perú en su vida republicana. Gobernó por dos períodos, de 1845 a 1851 y de 1855 a 1862; el paréntesis de 1851 a 1854 corresponde al general José Rufino Echenique, puesto por el propio Castilla en el gobierno. Castilla era un militar mestizo y más cercano al pueblo que la elite tradicional. Estaba muy por encima de los debates ideológicos. Era un político hábil con una concepción pragmática de las necesidades del país. Asimismo, puso en práctica un régimen autoritario y defensor del orden, aunque también dispuesto a permitir elecciones y cierta fiscalización del Congreso.

Ramón Castilla y Marquesado

Pero sus gobiernos no fueron netamente represivos. Estimularon el primer programa de obras públicas que gozó el Perú e incluso se invirtió en educación. Esto se debió a que desde 1845 el país comenzó a experimentar el auge del guano. El clima templado y la ausencia de lluvias en el litoral hicieron posible que el excremento depositado durante siglos por las aves marinas quedara acumulado en los diversos islotes de la costa, especialmente en las islas de Chincha. Los europeos conocieron sus virtudes como fertilizante de la tierra y el guano se convirtió en la base de nuestra economía hasta 1879.

El problema fue que la "industria" local careció en un inicio de los medios necesarios para explotarlo. El capital, empresariado y mano de obra vinieron del extranjero, pero la propiedad del guano, como recurso natural, quedó en manos del Estado, que podía recibir ingresos directos derivados de su venta y exportación. Castilla se benefició de este dinero y tejió toda una red de poder que le permitió convertirse en uno de los políticos más exitosos del siglo XIX.

Durante su primer gobierno, Castilla invirtió en defensa nacional en previsión al avance chileno en el Pacífico, estableció el primer presupuesto, inició el pago o "consolidación" de la deuda interna, regularizó la deuda externa, puso en práctica el sistema de las consignaciones para el negocio guanero y permitió la llegada de peones chinos para laborar en las plantaciones de la costa y extraer el guano en las islas de Chincha. Por último, inauguró el ferrocarril Lima-Callao, obra emblemática del "castillismo".

Al término de su gobierno, puso en el poder a Echenique, quien logró la libre navegación por el Amazonas al firmar un tratado y una convención fluvial con el Brasil; su gobierno, sin embargo, cayó en desgracia cuando se descubrió todo un sistema de corrupción en el pago de la deuda interna. Liderando un revolución liberal en 1854, el propio Castilla derrocó a Echenique y se instaló nuevamente en el poder. Durante su movimiento, el hábil caudillo dictó un par de medidas populistas para aumentar su prestigio entre las masas: suprimió el tributo indígena y liquidó la esclavitud de los negros.

Instalado por segunda vez en el poder, Castilla le dio el negocio del guano a los peruanos “consolidados”. Ahora, convertidos en “consignatarios nacionales”, con el suficiente capital, pudieron reemplazar a los empresarios extranjeros en la venta del abono en Europa y obtuvieron enormes ganancias. De esta forma, Castilla quiso utilizar parte del dinero generado por el guano en formar una clase local con vocación empresarial.

Al mismo tiempo, Castilla se rodeó primero de liberales y luego de conservadores. Entre estos últimos estuvo el sacerdote Bartolomé Herrera, rector del Convictorio de San Carlos y acérrimo defensor del gobierno de las élites ilustradas. Herrera, una suerte de ideólogo del castillismo, hizo abolir la constitución liberal de 1856 por una moderada en 1860.

Ahora Castilla, un poco más politizado que en 1845, impulsó una corriente de solidaridad continental enviando ayuda económica, por ejemplo, a los mexicanos afectados por una invasión francesa. Asimismo, enfrentó con éxito al Ecuador en una guerra al firmarse el tratado de Mapasingue que ponía fin a una ilegal entrega de territorios peruanos que los

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