Comercio Justo

Comercio Justo – Neoliberalismo

Introducción

Día a día se habla de la necesidad de incrementar las exportaciones, de la firma de tratados comerciales, de apertura a nuevos mercados y las bondades de la economía, a veces creemos que son lo mejor y trae grandes ventajas para el país, pero después nos damos cuenta que traen más problemas económicos, sociales y nos afectan en gran manera. No se puede dejar a un lado la necesidad del intercambio internacional, ni se puede vivir en un capullo, en un mundo cerrado y protegido, aislado de todos, no en el presente siglo, donde la globalización y el intercambio se han convertido en fenómenos importantes y muy arraigados al proceso económico.

En estos tiempos, las relaciones internacionales son la moda, estamos acostumbrados a la perdida de nuestra cultura adoptando la cultura de otras naciones, en donde el comercio con otros países se ha convertido en buscar quien me vende más barato.

El gran problema se refiere, al modo en que le vamos a explicar a cualquier comunidad, generalmente marginal o en extrema pobreza, lo benéfico que puede resultar el libre comercio, cuando ellos están prácticamente muriendo de hambre, cuando solo son algunos los que se están beneficiando de un libre comercio que se supone beneficiaria a todos, de un comercio que debería ser justo y no entre naciones sino entre los habitantes de una sola nación: Colombia. Las críticas son muchas y pueden ser dichas al aire pero las cifras que nos muestran son el claro ejemplo de la realidad de nuestra nación.

El concepto del neoliberalismo del comercio internacional habla de que todos los países son interdependientes económicamente y que la mejor política a implementar en el mundo es el “libre mercado”; en qué momento se ve un libre mercado si los países desarrollados quieren siempre mantener ventajas competitivas de ciertos productos frente a otros países, siguen impulsando al interior subsidios y siguen manteniendo cerradas sus fronteras al “libre comercio”.

Nos gustaría hablar de una forma positiva pero ante tales números no nos queda más que dejarlo todo a consideración y critica personal, lo que sí podemos decir es que si no basta los números que arrojan las medios de comunicación basta con echar un vistazo a nuestro alrededor y darnos cuenta de lo benéfico o no que resulto nuestro comercio y si realmente se está cumpliendo con lo que dicen nuestros gobernantes que la situación está controlada ante la actual crisis económica, pero solo basta con ver a nuestro alrededor y nos daremos cuenta que es una la realidad dicha y otra la que estamos viviendo.

Desarrollo

El actual comercio de nuestro país se puede ejemplificar con el tosco ejemplo de una moneda en donde se aposto que con un “libre comercio” donde se creía que todo lo que se prometía, un comercio justo fue justo solo para algunos pero la gran mayoría no vio esos beneficios, ya que las grandes ganancias se quedan en los intermediarios, y no en los productores, quienes son los que gastan más dinero, tiempo, etc. en su proceso de producción.

Hablar acerca de un comportamiento bueno o malo acerca del comercio Colombiano es hablar también acerca de todas las promesas que se hicieron ante una apertura comercial para poder situarnos en el contexto actual y de esta forma poder formarnos un criterio de que tan factible es nuestro comercio. Se suponía que Colombia dejaría atrás la pobreza y el subdesarrollo, mediante la combinación del aumento de la producción exportable y la importación masiva de bienes, auspiciada por la inversión extranjera y la apertura de mercados.

Se supone que los tratados de libre comercio, el uso del modelo neoliberal en la economía de Colombia traería consigo grandes beneficios y crecimiento especialmente económico, pero en la realidad es otra. El libre comercio solo nos inunda de productos, y nuestras exportaciones no aumentan, no aplicamos

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