Como Socializar

Introducción

En el presente trabajo se mencionan los procesos de socialización y afectividad en el niño, las disposiciones que tiene éste para iniciar dichos procesos, las experiencias que obtiene de su medio familiar-social, al igual que las competencias socio afectivas que puede desarrollar.

También se mencionan las diferencias temperamentales de los niños como factor que influye en sus interacciones sociales, las reacciones que manifiestan ante la presencia o el alejamiento de las personas encargadas de sus cuidados, especialmente la madre, así como ante la presencia de personas extrañas, así mismo las situaciones de interacción que más alegran, disgustan, enfadan y atemorizan a los niños, para identificar la importancia de que la educadora conozca este campo de desarrollo para fortalecer y favorecer su intervención con sus alumnos.

Desarrollo

La socialización es un proceso interactivo, a través del cual el niño satisface sus necesidades y asimila una cultura. Partiendo de este concepto, al nacer el niño presenta una serie de necesidades básicas como lo es cuidados y protección, entre otros que sólo le serán satisfechas al interactuar con el grupo social del que ahora forma parte, desde este momento comienza su vida social.

Conforme crece el niño, va a desarrollar procesos mentales, conductuales y afectivos de socialización, en los cuales adquirirá elementos importantes como lo son: conocimientos sociales que incluyen valores, normas, el reconocimiento de las personas, de sí mismo, hábitos, conductas y vínculos afectivos.

Sin embargo no es sólo tarea del niño sino también de las personas que lo rodean (figuras de apego, que son las que controlan el ambiente social en el que vive el niño), al igual que de la sociedad, en la que están presentes los agentes sociales (personas, instituciones, medios de comunicación), quienes le proporcionarán los elementos necesarios para poder desenvolverse de manera satisfactoria, los cuales les brindan a los niños una infinidad de experiencias correspondientes al ámbito familiar y social que contribuyen a dicho desarrollo de procesos.

Todas las experiencias que obtiene el niño dentro de su medio social le son muy enriquecedoras, pues como se mencionó al principio satisface sus necesidades, sin embargo la sociedad también necesita de su inserción; es un proceso recíproco.

Las primeras experiencias que el niño experimenta son en su hogar; son la base para el posterior desarrollo social.

Dentro del ámbito familiar se dan una serie de interacciones de las figuras de apego para con el niño y viceversa, considerando como la principal que se desarrolla; el apego, vínculo que se establece entre el cuidador-niño, dicho apego pasa por etapas: hasta los dos primeros meses de vida; el individuo se convierte en un buscador activo de estímulos sociales, de los 2 a los 6 meses comienza a discriminar (distinguir) a las personas que lo rodean, de 6 a 12 meses presenta conductas de preferencia, es en los 2 años de edad cuando adquiere nuevas capacidades para su desenvolvimiento social.

Es en la familia donde adquiere sus primeras conductas, hábitos, valores, conceptos que le ayudarán a desarrollar competencias que le permitan vincularse con su sociedad. Algunas de estas son: amistad, toma de conciencia de las relaciones entre los miembros de la familia, construcción de su identidad, autonomía, empatía y seguridad. Aquí se da la relación entre el desarrollo de la afectividad-socialización, porque se tienen que desarrollar capacidades afectivas-sociales para posteriormente ponerlas en práctica mediante la socialización.

Es también dentro del entorno familiar en donde comienza el desarrollo del temperamento del niño, que según Berk; son estables diferencias individuales en la calidad e intensidad de la reacción emocional. Son conductas que desempeña una persona ante los demás, en él se incluyen estados emocionales, experiencias afectivas y sociales

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