Como es que comienza el Colapso Siria

Nombre: Sebastián Bril

Fecha: 03 de septiembre de 2015

Jared Diamond, ya hace varios años, había analizado el porqué del fracaso de las sociedades y encontrado los cinco factores que afectan el futuro de ellas. Estos eran el impacto humano en el medio ambiente, el cambio climático, las relaciones con sociedades hostiles, las relaciones con sociedades amistosas que sirven de apoyo y las características políticas y culturales de la sociedad (Diamond, 2006). Lo curioso es que uno pensaría que hoy en día dado que tenemos identificados los factores del desastre, la humanidad no dejaría que lleguen a niveles peligrosos ni que llegasen a interactuar entre sí. Pero la verdad es que las sociedades actuales se están tapando los ojos para no ver, o inclusive, están llegando a fomentar estos factores. Un ejemplo actual de colapso, es la situación de Siria. Un tema que ya lleva años es la guerra civil de ese país, pero que recientemente vuelve a acaparar la atención de los medios debido a la foto de un pobre niño, que apenas a los tres años, recaló sin vida en playas turcas luego de que su bote, repleto de migrantes que escapaban del fracaso de Siria, naufragara.

Actualmente en Siria están interactuando los 5 factores de colapso de Diamond, de los cuales, juega gran importancia el factor político-cultural. En marzo de 1971 Hafez al-Asad se autoproclama presidente de Siria, título que mantuvo hasta su muerte en el año 2000. Luego lo sucedió su hijo Bashar al-Asad, como heredero natural. Inicialmente Bashar fue visto como un reformista en potencia, pero sus políticas tendieron a beneficiar a una minoría, particularmente a aquellas vinculadas con el gobierno, y finalmente terminó ordenando represiones masivas y asedios militares, violentos y sanguinarios, contra manifestantes. En otras palabras el gobierno autoritario, violento y corrupto de siria, no solo generaba conflictos en la sociedad para su beneficio sino que tampoco permitió llegar a ninguna solución pacífica.

El factor de relaciones hostiles está precisamente relacionado con el origen estos enfrentamientos. Este conflicto tiene sus raíces después de la primera guerra mundial cuando franceses e ingleses fijaron las fronteras de medio oriente, agrupando muchas etnias y religiones diferentes en los mismos territorios. En siria, desde la década de los 70, es la secta musulmana de los alawitas la que ha concentrado el poder. Los alawitas tienen la mayoría de los altos cargos del ejército y han mantenido estricto control sobre la población con los servicios de seguridad de Siria, pese a que representan sólo un 12% de la población, lo que generó resentimiento entre los suniés, grupo musulmán mayoritario entre la comunidad islámica mundial y que constituyen un 74% de la población del país. Aunque otros grupos también han protestado, como los kurdos sirios por la discriminación étnica y la negación de su cultura y su lengua. En resumidas cuentas, los Asad desde el poder favorecieron a su secta y aplastaron a todos los que los desafiaron. En consecuencia, a principios del 2012, dada la creciente violencia y brutalidad entre partidarios del gobierno y rebeldes, la comunidad internacional llamó al conflicto en Siria una guerra civil.

En el contexto de esta guerra civil, llama la atención el papel que juegan las “sociedades amigables”. Si bien Diamond las suele relacionar con el colapso debido a las relaciones de dependencia que se pueden generar, en este caso se relacionan con el concepto de guerra subsidiaria, debido a que las sociedades nunca dejaron de apoyar a Siria, pero la están apoyando en su autodestrucción. Para los que no saben, la guerra subsidiaria es un tipo de guerra que se produce cuando dos o más potencias utilizan terceros como sustitutos, en vez de enfrentarse directamente, para así golpear al oponente indirectamente. La guerra civil siria la podríamos llamarla subsidiaria dada la naturaleza de la implicación extranjera en ambos bandos. Donde Rusia, Irak y China respaldan con apoyo armamentístico al gobierno sirio mientras que Catar, Arabia Saudita, Turquía y Estados Unidos le dan su apoyo a la oposición.

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