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Comparacion De La Historia De America Independiente


Enviado por   •  10 de Febrero de 2013  •  2.125 Palabras (9 Páginas)  •  458 Visitas

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Luis Vitale. Historia Social comparada de los pueblos de América Latina. Independencia y formación social republicana. Siglo XIX. Tomo II. I Parte.

Capítulo X

Izquierda: el economista germano George Friedrich Lizt (1786 – 1846). Se opuso al britanico Adam Smith. Impulsó la Unión Aduanera o Zollverein impuesta en 1834 y que antecedió la unificación alemana.

LA FORMACIÓN DEL ESTADO NACIONAL

Los escasos estudios sobre la formación del Estado en América Latina repiten la metodología de la recurrencia al modelo europeo. Y como no encuentran en nuestro continente la estructura socio-económica y política que dio lugar en Europa a la formación del Estado nacional, concluyen en que no tuvimos verdaderos” Estados Nacionales, sino recién hasta fines del siglo XIX o comienzos del XX.

DIFERENCIAS ENTRE EL SURGIMIENTO DEL ESTADO EN EUROPA Y EN AMÉRICA LATINA

Los primeros Estados Nacionales de Europa occidental, especialmente el inglés, francés, de tipo monárquico absolutista comenzaron a gestarse en la baja Edad Media, respaldados por la burguesía comercial, que aplastó los arrestos de autonomía de los señores feudales.

Este proceso no se dio en América Latina. En primer lugar, porque no hubo señores feudales y, en segundo lugar, porque la monarquía española, a través del Estado colonial centralizado, logró dominar cualquier intento autonomista de los encomenderos. Posteriormente, una vez lograda la Independencia, el Estado Nacional no se constituyó sobre la base de una lucha con supuestos señores feudales, sino mediante la toma del poder por la clase dominante criolla, cuya riqueza se fundamentaba en una economía primaria exportadora.

En Europa, el Estado monárquico absolutista derivó en un Estado burgués, luego de las revoluciones inglesa y francesa de los siglos XVII y XVIII. El Estado Nacional comenzó a desarrollarse sobre la base de una economía nacional integrada, con un sólido mercado interno. La burguesía naciente se consolidó con el triunfo de la burguesía industrial a fines del siglo XVIII en Francia.

En otras zonas de Europa, el Estado Nacional se formó tardíamente. En Alemania e Italia, constituidas en Estado-Nación en la segunda mitad del siglo XIX, la economía nacional integrada fue la base material que promovió la unificación política de los diferentes principados, ducados y condados. Esto fue claramente explicado por F. List al analizar el Zollverein o Unión Aduanera, que precedió en varias décadas a la unidad política. Podríamos decir que mientras en Alemania la unidad económica fue determinante para acelerar la formación del Estado Nacional, en Inglaterra y Francia los decisivo fue la unificación política iniciada en los siglos XIV y XV, aunque posteriormente la integración económica fue el basamento del Estado burgués.

En América Latina, el proceso de formación del Estado fue distinto, porque no hubo una revolución burguesa que diera paso a una economía nacional integrada, con un desarrollo industrial y un fuerte mercado interno. Resultan arbitrarias las apreciaciones de quienes se niegan a reconocer la existencia del Estado en América Latina en el siglo XIX, porque no se cumplieron los requisitos que se dieron en Europa, sin aclarar a qué tipo de formación del Estado Nacional se refieren, si a la de Inglaterra, Francia y España entre los siglos XII y XV o a la de Alemania, Italia y otros países en la segunda mitad del siglo XIX.

Para analizar las características específicas que adoptó la formación del Estado en América Latina es necesario remontarse al aparato estatal de la colonia, porque los Estados Nacionales que surgieron del movimiento independentista heredaron parte del aparato administrativo colonial.

El Estado ‘indiano’ formaba parte del Estado monárquico absolutista español. Los reyes crearon en Hispanoamérica una serie de instituciones de carácter centralizado para impedir los brotes de autonomía local de los encomenderos. La corona fundó un Estado indiano absolutista y altamente jerarquizado a través de los Virreynatos, las Capitanías Generales, las Gobernaciones, Intendencias e instituciones como la Real Audiencia, el Consulado de Comercio, etc., a imagen y semejanza del Estado centralizado del imperio español.

Los terratenientes y la burguesía minera y comercial fueron adquiriendo experiencia de gobierno en otra institución colonial: el Cabildo, que en 1810 jugará un papel decisivo en la estructuración de las Juntas de Gobierno.

El Estado Nacional en nuestra América surgió como resultado de las guerras de la Independencia, siendo lo político el factor determinante en la ruptura colonial, condición básica para la formación del Estado Nacional. Obviamente estos Estados se apropiaron de las instituciones del aparato estatal colonial y de la experiencia de la burocracia ibérica

Al principio fue un Estado sumamente débil, tanto por sus bases económicas como por la crisis política permanente que se vivió durante las guerras de la Independencia y las guerras civiles. Este proceso de formación del Estado Nacional se prolongó durante varios lustros, siendo su fase más crítica la transcurrida entre 1810 y 1825, año en que fue derrotada la contrarrevolución española.

En medio de estas terribles luchas, denominadas “guerras a muerte”, los Estados en formación tuvieron que crear y equipar ejércitos, formar una nueva burocracia funcionaria, hacer una política exterior tendiente al reconocimiento de la Independencia política y cohesionar a las diferentes fracciones de la clase dominante; en fin, priorizar lo político. Era obvio que en estas condiciones el Estado fuera débil y estuviera en permanente situación de desequilibrio. En tal situación, sería absurdo pedirle prematuramente al Estado Nacional de América Latina la unidad y la integración económica que tenían los Estados Nacionales europeos.

Las guerras civiles crearon una situación caracterizada como “anarquía” por muchos autores, cuya acentuación peyorativa ha conducido a señalar que hasta fines del siglo XIX o principios del XX no hubo Estados Nacionales en América Latina. Sin embargo, debilidad no significa inexistencia. No obstante sus debilidades, el Estado Nacional se mantuvo incluso durante las guerras civiles. Precisamente, el excesivo centralismo de la capital fue el motivo de la rebelión del interior en contra del poder central del Estado.

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