Componentes del trabajo intelectual

1. En los distintos ámbitos de la vida social y cultural permanentemente surgen problemáticas que requieren explicaciones o interpretaciones que permitan una buena lectura de una situación y de sus posibilidades de cambio, el trabajo intelectual es el que justamente puede responder a estas demandas y producir avances señalando los límites de los modos actuales de tratamiento de estos problemas o ampliando informaciones, proponiendo nuevos enfoques. Tiene sus propios mecanismos de crecimiento: la escritura, el dialogo y la disputa.

También, se puede presentar el Trabajo Intelectual como fuerza y acción, esto es, como un movimiento del sujeto en una relación que no solo va construyendo conocimientos, en el sentido de informaciones acerca de alguna problemática, sino que va construyendo al sujeto mismo. Se ha acostumbrado a valorar el conocimiento a través de sus contenidos, como si se tratara de producciones acumulables, se ha sometido la voluntad del conocimiento a la lógica del mercado y la experiencia del trabajo intelectual no puede reducirse a una mercancía si el conocimiento ante todo es preguntar.

La primera cosa que debería aprender aquel que enseña es a preguntar, las preguntas nos abren a aquello que todavía no hemos experimentado, hacen posible a nuestra experiencia. El conocimiento es la experiencia de la interrogación y la duda, cuando surge un interrogante, el querer saber algo más.

Cuando una persona comienza a imaginar, buscar, crear, se puede decir que entra en un juego, de algún modo el trabajo intelectual se pone en movimiento cuando alguien se decide a entrar a ese juego.

Lo que se necesita es que el educando al preguntar sobre un hecho tenga en la respuesta una descripción del hecho y no una descripción de las palabras ligadas al hecho, por eso es fundamental estimular la curiosidad, la capacidad de asombrarse, sino estaría burocratizado. Aprender a preguntar es fundamental a la hora de poder adquirir un conocimiento, porque admitir que uno no sabe es el umbral para entrar en dialogo.

Podemos encontrar dos tipos de preguntas, las que parten de una ignorancia para llegar al saber y buscan abrir un camino para apropiar algo que desconocemos; o las que no parten de una ignorancia sino de un conocimiento y quieren ampliar información, buscan re pensar lo sabido.

La iniciación a los estudios universitarios requiere una formación metodológica, para ello se va articulando un saber del método, es una lectura de acciones posibles en la labor intelectual, va a seleccionar, definir y disponer las acciones convenientes para alcanzar su meta, se constituye como un saber de los medios o recursos para el desarrollo del conocimiento.

El conocimiento es un desafío, se trata de entender que es lo que se está conociendo, interrogando o discutiendo en el campo de alguna ciencia, las teorías científicas constituyen aquí recursos esenciales, el trabajo intelectual orienta su mayor esfuerzo al tratamiento de estos saberes aplicando, ampliando o cuestionando sus aportes.

A la hora de hablar de conocimiento dentro de este campo, se pueden distinguir el experto y el intelectual. El experto es alguien que puede dar cuenta de una intensa experiencia en un campo específico o sobre determinado tipo de asuntos, experiencia que guarda relación con una práctica en la que se desempeña con eficacia. Es aquel que acredita una formación vinculadas a las disciplinas específicas, que le permiten decir cómo solucionar un problema. Es alguien a quien se le consulta.

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