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Correa En La Oea


Enviado por   •  1 de Mayo de 2013  •  5.934 Palabras (24 Páginas)  •  256 Visitas

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784Correa en la OEA: Los medios defienden no la libertad de expresión, sino la libertad de extorsión

TRANSCRIPCIÓN DE LAS PALABRAS DEL PRESIDENTE DE ECUADOR, RAFAEL CORREA, DURANTE LA ASAMBLEA DE LA OEA

Queridos amigas y amigos, ciudadanos de América Latina, de todo el sistema interamericano del mundo entero: nuestra América es una región de contrastes inadmisibles, el continente mas cristiano del mundo, pero al mismo tiempo el más desigual. Decimos que tenemos democracia y a lo sumo tenemos elecciones, porque todavía estamos muy lejos de la esencia de la democracia que es la igualdad de oportunidades y loS que mas hablan de derechos y libertad son los que mas los han destrozado. Basta recordar todas las dictaduras. Torturaron y desaparecieron gente en nombre de la libertad.

Sencillamente para nuestras élites, la vida, la libertad, la búsqueda de la felicidad solo debía ser para ellos la igualdad entre ellos. Hoy con los procesos revolucionarios que se están dando en América latina todo esto está cambiando. Los pueblos de América Latina están cambiando por su liberación, nuestra América no vive una época de cambio, sino un cambio de época y esto en parte explica mi presencia aquí.

Estamos cambiando la relación de poderes en función de las grandes mayorías, estamos transformando nuestros estados burgueses, 'estados aparentes' como los llamaba el libertador boliviano Zabaleta, en estados que velen por el interés general.

Estamos transformando nuestras democracias de plastilina en democracias reales. Todas las instancias de nuestra Américas debe estar en función de este cambio de época. Revolucionarse o desaparecer, entendiendo que las instituciones no son fines, sino los medios para lograr el buen vivir de nuestros pueblos.

La OEA es una organización cuyo principal órgano lo constituye esta Asamblea General integrada por cancilleres, no existe un espacio de toma de decisiones a nivel presidencial. Pese a ser todavía la principal organización regional, su Consejo Permanente, muchas veces opera al margen de laS dinámicas políticas de la región, incluso sabemos de muchos casos en el que los representantes de este consejo ante Washington no respondieron a las misiones políticas de ustedes como Ministros de Relaciones Exteriores, menos a uno de mis colegas Jefe de Estado.

El Consejo Permanente ha tomado una serie de decisiones para reformar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y me informaba mi canciller que el día de ayer hablaban de negociar con los miembros de la comisión. 'Negociar' cuando esta Asamblea es el máximo organismo que tiene toda la legitimidad para dar mandatos sin tener que negociar con absolutamente nadie y estas apreciaciones me parecen extremadamente graves y me indican ciertas visiones equivocadas que hay dentro del Sistema Interamericano que si no se superan, sería mejor entonces tomar otra clase de decisiones por parte de ciertos países miembros.

Aquí no tenemos que negociar nada con ninguna burocracia. Este es el máximo organismo de la OEA, esta asamblea decide y da mandatos a las diferentes instancias del Sistema Interamericano. Por mas autonomía que tenga, es autonomía para decidir los casos en función de sus atribuciones, no autonomía para negociar con la Asamblea.

Lamentablemente vemos que el sistema interamericano no está al nivel de este cambio de época, sin poder dar soluciones o al menos posturas contundentes y decisivas a problemas tales como colonias en nuestra América, me refiero a las Islas Malvinas o al embargo criminal que sufre ya por medio siglo un país hermano como Cuba o cosas tan sencillas como llevar ante la justicia a los responsables del golpe Estado en contra del presidente Manuel Zelaya.

Históricamente la OEA ha servido como instrumento de política internacional de países hegemónicos. Como la llamó una vez Fidel Castro: ha servido como 'ministerio de las colonias'. Mi buen amigo José Miguel Insulza sabe que estas palabras no son por su administración, de hecho creo que lo está haciendo muy bien; pero no podemos negar esta historia institucional de la OEA. Incluso iba a desaparecer cuando se demostró su ineficiencia y el absoluto irrespeto por ejemplo al Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR) durante la guerra de las Malvinas.

Me informan que hoy tenemos aquí 67 observadores, en buena hora, son observadores de Europa. Esperamos también la invitación para ir a observar las reuniones de la Unión Europea queridos observadores.

La crisis, la falta de representatividad también la podemos ver en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos - CIDH y, particularmente, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual está totalmente influenciada e incluso dominada por países hegemónicos, por el 'oenegismo'. Tendrán dificultad de traducir este termino es un neologismo, para describir esa influencia desproporcionada, muchas veces ilegitimas, de las ONGs, organizaciones no gubernamentales, influencia que -como explicaré mas adelante- se está convirtiendo en un problema serio para nuestros sistemas democráticos. Está influenciada por países hegemónicos, por ONGs y por los intereses del gran capital. Particularmente aquel capital detrás de los negocios dedicados a la comunicación.

No debemos olvidar que la SIP y la CIDH no han sido ratificadas por todos los países miembros de la OEA y que se financia un 95.6% a través de fondos externos aportados específicamente por países que no han ratificado la Convención de Derechos Humanos de la OEA, de estados denominados 'Estados observadores' de la Unión Europa y organismos y fundación de cooperación internacional y aquí tenemos un primer problema, la forma de financiamiento. Nos guste o no condiciona la función y la visión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y creemos que los países de nuestra América tenemos la capacidad -por pobres que seamos- de financiar nuestras propias instituciones.

No podemos aceptar ya la imposición de los principios jurídicos y culturales de las grandes potencias para enfocar los derechos humanos en la región y no podemos tampoco aceptar la doble moral de ciertos estados americanos miembros de la OEA, que no han suscrito ni ratificado la Convención Interamericana de Derechos Humanos pero deciden sobre sus normativas, sobre su institucionalidad, incluso, sobre el salario de sus funcionarios. Existen cosas realmente incomprensibles por no decir intolerables, incluso aberrantes; por ejemplo la sede de la Comisión Interamericana de derechos Humanos está en Washington y sin embargo Estados Unidos no es signatario de la Convención del pacto de San José. Cómo pueden ocurrir esas cosas en

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