Cosmos Y Pensamientos
tigerchelo30 de Octubre de 2013
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Tabla de contenido
1. CARACTERIZACIÓN 3
2. FUNDAMENTACIÓN 7
3. OBJETIVO DE CAMPO 11
4. ÁREA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIONES 12
4.1. CARACTERIZACIÓN 12
4.2. FUNDAMENTACIÓN. 14
5. OBJETIVO DE ÁREA. 15
6. PLANIFICACIÓN CURRICULAR. 15
7. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS. 20
8. EVALUACIÓN 22
9. BIBLIOGRAFIA.. 23
1. CARACTERIZACIÓN
La concepción de Campo propuesto en el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, caracteriza los saberes y conocimientos en Áreas no escindidas de los proyectos sociales, políticos, culturales, económicos, sino “… son espacios de organización curricular que propician y posibilitan la reconfiguración de las relaciones de poder entre los diversos agentes, generando disposiciones para la transformación de las relaciones de dominación y subordinación.” Por eso, se contrapone al uso positivista de las ciencias.
El Campo de Saberes y Conocimientos, Cosmos y Pensamiento nace de la visión e interpretación del mundo que los pueblos indígena originario campesinos estructuran desde hace siglos, a partir de la relación entre todos los seres del planeta y el Cosmos, estableciendo nexos armónicos y equilibrados que no dejan cabida a la explotación y dominación, característica de la sociedad capitalista que sólo privilegia a unos pocos. Por eso, el Campo Cosmos y Pensamiento es el espacio donde la cosmovisión, filosofía, espiritualidad, religiones psicologías y valores de la plurinacionalidad y de las culturas del mundo se encuentran para reconfigurar las relaciones de poder a nivel social, cultural, político y religioso, a través de acciones dialógicas generadoras de equidad social e interculturalidad entre los agentes (comunidad educativa y sociedad en general) inmersos en el Campo; del ámbito educativo se extiende a la vida sociocultural del Estado Plurinacional y a la relación armónica con la Madre Tierra (naturaleza) y el Cosmos.
En su estructura, este campo se edifica en base a dos conceptos generadores que sólo pueden ser entendidos de manera relacional. Por un lado, Cosmos es sistema armonioso compuesto por la misma naturaleza orgánica que los seres vivos incluyendo el agua, la tierra, las montañas, los bosques, el aire, los astros y otros. Así, representa lo existente, incluyendo visibles y lo trascendental, incluso de carácter espiritual. Por otro lado, se conceptualiza “Pensamiento” como el flujo de energías que encausan múltiples interpretaciones, abstracciones de la imaginación, generación de conceptos, que guían el curso de las acciones de los seres humanos en relación a la Madre Tierra (naturaleza) y el Cosmos. A estos diversos modos de ver, interpretar y recrear el mundo - cosmos, denominamos cosmovisión. Una cosmovisión muestra coincidencia del ser humano con su sociedad para sí y para los otros seres en el Cosmos, donde estructuran sus relaciones con las dimensiones tangible e intangible. De estas relaciones surgen la cosmovisión, filosofía, espiritualidad, religiones psicologías y valores en todas las culturas.
En Bolivia se visibiliza dos tipos de cosmovisiones generales. Por un lado, tenemos las cosmovisiones biocéntricas , identificadas con los pueblos indígena originario campesinos, comunidad afroboliviana y algunos sectores de las comunidades interculturales, vinculadas a la espiritualidad, como conexiones energéticas multidimensionales entre los seres de la Madre Tierra y el Cosmos. Por otro lado, se encuentra la cosmovisión antropocéntrica vinculada al pensamiento filosófico pragmático y utilitario de la modernidad, y algunas corrientes religiosas que privilegian el dogma ante la vida.
A partir de una relación espiritual práctica, consciente y afectiva con la Madre Tierra y el Cosmos, los pueblos indígena originario campesinos y algunas comunidades interculturales han generado una cosmovisión biocéntrica propia, tal referente es resultado de su lectura y comprensión del Cosmos y la vida, expresada en flujos de energía, de sinergia, de frecuencias de honda, donde prima la interacción armoniosa de todos los elementos y fuerzas de la existencia. Al dispensar su objeto de atención en todo el Cosmos, la cosmovisión biocéntrica, establece saberes “comunes”; es decir, conocimientos, valores y prácticas de coexistencia no son de propiedad de ningún selecto grupo humano, sino son saberes que al ser comunicados de generación en generación, han permitido el fluir de una convivencia comunitaria armónica, no sólo a nivel cognitivo sino también espiritual y afectivo, que toda entidad vital es capaz de enseñar algo y al mismo tiempo de aprender de los otros.
A nivel social, los saberes, conocimientos y valores transmitidos en el fluir holístico de las cosmovisiones biocéntricas, pasan a ser rasgo característico de la identidad social en las comunidades bolivianas, esta forma de educación brinda la posibilidad de entender que por generaciones distintas, hombres y mujeres en una comunidad determinada, han incorporado el cambio, sin perder el sentido de continuidad cultural a través de elementos propios y de nuevas experiencias obtenidas en otros momentos históricos y en lugares diversos. Este saber, establece parcialmente la configuración de manera paralela al sistema de transmisión cultural postfigurativo .
Las sociedades basadas en la concepción biocéntrica del Cosmos, preferentemente entienden el mundo como una unidad entre materia y energía, donde la persona y la sociedad no están separadas. Por eso no sorprenden los complejos conocimientos sobre espacios cósmicos y terrestres; o referido a procesos físicos y ecológicos como movimientos de la tierra, ciclos climáticos o hidrológicos, ciclos de vida, medicina natural y otras que se expresan en estados de transformación de variados elementos de la naturaleza. Aún, en las formas más simples de relación con los recursos naturales, como la caza, la pesca y otros están los saberes de los pueblos indígenas originario campesinos que han dispuesto consistencia armónica en el trato a la naturaleza y al mismo ser humano. algunas comunidades interculturales, como en la espiritualidad, pues hay tantas culturas como ecosistemas y paisajes vivificados ; es decir, espacios físicos que se perciben y habitan la trascendencia armónica del espíritu más allá de las diferencias inherentes a la existencia material, existe nexos de relación de vida; sin embargo, esta armonía ha sido afectada por la colonización al instaurar una cosmovisión distinta.
La colonización trajo una cosmovisión diferente que fue aplicada mediante un sistema político – económico – religioso de intercambio y una concepción filosófica antagónica al sistema de reciprocidad y complementariedad de las sociedades nativas del continente . La cosmovisión establecida por el régimen imperial y sus normas de evangelización (Concilios) , donde el hombre “occidental” es parámetro universal de referencia, afectando a la capacidad de autodeterminación de otras sociedades y de la naturaleza misma.
Esta cosmovisión antropocéntrica pragmática y utilitaria, se ha impuesto en los sistemas sociales, económicos y políticos, generando una conciencia colonial y desencadenando procesos de homogeneización; de unidireccionalidad en la lectura del entorno natural y de la historia; de uniformidad, racionalidad económica y tecnológica; individualismo, pérdida de identidad social, cosificación de la vida; de la acumulación del capital y el consumo a costa de la explotación de la naturaleza y de los habitantes originarios de estos territorios.
Es hito histórico la construcción del Estado Plurinacional en armonía con la Madre Tierra (naturaleza) y el Cosmos, que reactiva la memoria ancestral de los pueblos, parte del accionar diario de un trabajo de restauración humana que promueva el reencuentro con la comunidad cósmica . Así, emerge la necesidad de tratar este Campo de Saberes y Conocimientos en base a una pedagogía comunitaria productiva y descolonizadora, que a su vez desarrolle el pensamiento crítico, liberador, creativo y propositivo.
desarrollar el diálogo entre las culturas indígena originaria campesinas y las comunidades interculturales. De esta manera, se requiere reconstituir la relación personal y social entre los seres humanos y el Cosmos, despojándose de una conciencia colonial alejada de la naturaleza, para reconocerse en un todo denominado “comunidad” . Por eso, el reencuentro con la Madre Tierra y el Cosmos es parte de la autoidentificación personal y social en la plurinacionalidad.
Aquí aparece necesaria, la condición de coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y cómo se vive la cotidianidad en la comunidad, tal valor de honestidad hace posible y perdurable la relación de los seres humanos integrantes de la comunidad de la vida.
En aras de la coherencia, se impone la necesidad de fortalecer la intraculturalidad y la autoobservación en el nexo que se establece con los demás a tiempo de derribar los obstáculos de la racialización y formas de discriminación que de ella provienen.
Mientras el enfoque tradicional educativo había desarrollado una visión unidireccional y monológica que parcelaba la realidad en disciplinas, el Modelo Sociocomunitario Productivo por las razones ya enunciadas, exige una epistemología multilógica holística, dialógica y cíclica, en la valoración de los saberes, conocimientos y pensamientos.
En este entendido, el Campo Cosmos y Pensamiento propone la reconstitución de las categorías, los saberes, valores, conocimientos y experiencias dentro de la población boliviana
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