ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Costes de transacción

mcuveromEnsayo16 de Septiembre de 2015

3.708 Palabras (15 Páginas)300 Visitas

Página 1 de 15

[pic 1]

ÁREA DE GESTIÓN

PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN SUPERIOR EN GERENCIA PARA EL DESARROLLO

 TEORÍAS DEL DESARROLLO

Los Costes de transacción: Entre mercado y estado

Autor:

 Mario Andrés Cuvero Miranda

2015


Contenido

Introducción        

I. _        Costes de transacción, estado y mercado        

II. _        Economización de los costos de transacción. Entre estado y mercado        

III. _        De nuevo sobre las intervenciones        

IV. _        Conclusiones        

Bibliografía        

        

Los Costes de transacción:

Entre mercado y estado[1] 

Introducción

Por “mercado” comúnmente se entiende el lugar en que ocurren diferentes tipos de transacciones e intercambios entre diversos individuos o grupos de individuos (organizaciones —generalmente de tipo empresarial—) a través de sus acuerdos mutuos. En este espacio, ampliamente considerado, es de particular importancia la libertad de iniciativa de los diferentes participantes.         

En una descripción de este tipo, aparecen relacionadas con la noción de mercado, las nociones de empresa y de contrato. Empresa como el agente más común de los intercambios entre individuos (y como estructura de gobernación[2]), y el contrato como la forma legal (y el marco) en que estos operan. A todas estas instituciones se les puede llamar —como hace Williamson— “instituciones económicas del capitalismo”[3].

Para efectos de este trabajo, partiré, en esta introducción de dos presupuestos: 1) típicamente suele decirse que el mercado tiende a reducir los costos de transacción, facilitando los intercambios (por supuesto no tiende a reducirlos a cero, pues eso sería propio de un mercado perfecto e ideal, y por lo mismo inexistente); 2) las formas de administración centralizada (o bien estatal), en cambio, aumentan o entorpecen las transacciones y por ende los costos de transacción ampliamente considerados.

En este último presupuesto, habría que hacer —o así parece— una excepción; puesto que, se suele decir también, que en los llamados “monopolios naturales”[4], la concurrencia de diversos competidores aumenta los costos de transacción. Se dice que se dan monopolios naturales, ahí donde “determinadas estructuras de producción, significan estructuras de costes en las que resulta preferible producir mediante monopolios que mediante empresas en competencia (...) Lo que ocurre en tales casos es que los costes medios son “decrecientes”[5] de forma tal que a mayor utilización de la red, menor costo unitario total”[6].

En estos casos —y al parecer solo en estos casos— los costes de transacción son elevados por la concurrencia de competidores y no, en cambio, disminuidos. Parece, por ejemplo, irrazonable pensar en diversas empresas compitiendo cada una construyendo un sistema de cloacas diferente. Este fenómeno límite, que parece poner en duda la forma en que el mercado opera en un sistema de libre iniciativa plantea un problema, del que algunos han desprendido justificaciones a regímenes rígidos de prestación de servicios públicos, y también justificaciones de intervencionismos en sentido amplio. Esto último interesa particularmente en este trabajo.

En este ensayo se intentará realizar grosso modo una aproximación al concepto de costos de transacción y sus implicaciones en las transacciones que existen en el mercado, en su relación con la empresa y la contratación correlativa que entre los participantes del mercado ocurre; procurando subrayar, en este recuento, la forma en que típicamente el Estado tiende a entorpecer este “equilibro” y, por eso mismo, a poner en la sombra una de las ventajas que produce el mercado y que, parece que se puede afirmar, no se puede llevar a cabo desde la planificación centralizada. En donde sea del caso, este problema será ilustrado con ejemplos prácticos, quizás en algunos casos alejándose del caso central, aunque para ilustrar y criticar ciertas medidas que hoy se encuentran en el centro del debate.

I.         Costes de transacción, estado y mercado

Se decía antes que los así llamados monopolios naturales, o sea los casos en donde la totalidad de la demanda de un mercado puede ser atendida de forma más eficiente, y a menor precio, por una sola empresa, se presentan como uno de los casos en que el mercado parece atender menos eficientemente un problema específico.

Esta idea está basada, sobre todo, en la existencia de altos costos de inversión y, además, de altos costos de mantenimiento de la estructura mediante la cual se presta el servicio en los casos de monopolio natural. En estos casos —suele decirse— la apertura a la competencia podría producir resultados ineficientes, justamente porque el mercado no puede, por sí mismo, hacerse cargo de la regulación espontánea del sector. Además de que no existen los incentivos suficientes (o directamente no existen) para que las empresas entren en competencia, de modo que sería mejor que exista una sola que pueda, en ese sentido, incrementar la eficiencia y ser sostenible.

Asumiendo —no obstante la existencia de serias críticas— que esta posición sea correcta; la misma no debería tomarse como favorable a una extensión a cualquier forma de servicio público, o como justificación a la más amplia categoría comprendida baja el término “intervencionismo”.

Habría que diferenciar, al menos, lo que es fisiológico al mercado, es decir su tendencia a disminuir los costos de transacción (y a la eficiencia en los intercambios sobre la base de la libertad de iniciativa); de lo que le es patológico, o sea los casos límites y excepcionales en los que estos principios parecen no funcionar. Ahora, con este antecedente, pongamos de manifiesto lo que son los costos de transacción y cómo operan para, bajo su lupa, volver sobre este tipo de políticas.

Hasta aquí se ha venido repitiendo algo generalmente aceptado, al menos hasta cierto punto, y dentro de ciertos márgenes; esto es, que el mercado tiende a reducir los costes de transacción. Esta tesis es reforzada por Williamson, quien afirma, llevándola a sus últimas consecuencias, que “el propósito principal y el efecto de las instituciones económicas del capitalismo es el de economizar los costos de transacción”[7].

Williamson no se detiene, por tanto, en reconocer una de las funciones asignadas generalmente al mercado, sino que afirma que los costos de transacción son a la vez propósito (por ende finalidad) y efecto (por ende consecuencia) de las instituciones económicas del capitalismo; a saber, mercado, empresa y contrato. La finalidad específica (y por ende lo que los justifica) del mercado, de la empresa y del contrato es reducir los costes de transacción. El efecto característico (y por ende lo que los distingue) del mercado, de la empresa y del contrato es el de economizar los costes de transacción. Sin economización de costes de transacción no hay mercado (libre) y, en todo caso, en su ausencia, no se justificaría su existencia. El mercado, o es libre hasta cierto punto, o no puede cumplir sus funciones.

Sin embargo, comúnmente, el mercado, las empresas y los contratos son regulados irrazonablemente por ciertas prácticas estatales intervencionistas, al punto de que lo que en justicia debería ser atribuido al mal manejo del Estado y a las distorsiones que impone sobre el mercado, suele ser usado como ataque a las instituciones típicamente capitalistas (mercado, contrato, empresa). La culpa se invierte, y los causantes de las distorsiones la atribuyen al “distorsionado” mercado. No es, por cierto, que con estas aseveraciones se quiera sacralizar al mercado. Se terminaría, finalmente, haciendo lo mismo que los que le rinden culto al Estado. Lo importante no es la confrontación entre los estatistas y los pro-mercado (suponiendo que la confrontación pueda reducirse tanto como para no dejar espacio para otras posiciones), sino el análisis de las formas en que cada uno de estos opera y, desde el punto de vista de la economía, cuándo —y en qué casos— éstas tienden a reducir o a aumentar los costos de transacción (asumiendo, por supuesto, que su reducción sea deseable mientras que su aumento no lo sea). ¿Por qué enfocarse en los costos de transacción? Ya se había dicho que éstos son a la vez propósito principal (lo que no implica único propósito) y, además, efecto (deseable) de las instituciones económicas del capitalismo. Lo que quiere decir que sin atender a tales costos, el problema central de su estudio queda vacío. De hecho, dice Williamson:

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (23 Kb) pdf (231 Kb) docx (34 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com