Cronica: Bares Swinger

Un lugar de libertad sexual: Un bar swinger

Es un mundo donde muchos pensamos que es como Sodoma y Gomorra, pero no en realidad es un lugar que guarda historias fantásticas, donde La diferencia es que pueden interactuar con otras parejas, las cuales tienen los mismos intereses y donde se inicia una aventura ya que puedes gustarle o no a alguien y donde su objetivo es sentirse en total libertad de seducir a la persona que los atrae, disfrutar de una noche llena de rumba, música, baile, diversión y dejarse llevar por los instintos, algunas veces pensamos que es un Tabú pero hoy es más común de lo que nos imaginamos.

Es una noche de miércoles donde la luna alumbra en todo su esplendor haciendo que la noche sea mágica y diferente, mientras nosotros con algo de suspenso nos dirigimos por toda la calle 50 hasta el éxito de Colombia donde dimos varias vueltas ya que no encontrábamos el lugar por discreto; a las 11 de la noche nos disponemos a entrar con algo de susto camuflado en nuestras miradas de asombro, allí nos recibe la anfitriona de la noche quien nos pregunta ¿es la primera vez? Sí. Vengan conmigo, nos mostró todos los espacios que teníamos a nuestra disposición y que uso se les podía dar. Quizás con algo de timidez y sin dejar a un lado el asombro nos dirigimos hacia la barra donde pedimos cocteles y nos ponemos a la espera de que llegue alguna pareja, no le podamos acercar y contemos con la grata suerte que quieran compartir su mágica historia con nosotros. Después de varios intentos y una hora y media de espera logramos acercarnos a Carlos y estela que entre risas y tragos aceptaron contarnos su historia.

Con uno de nuestros objetivos cumplidos, nos dirigimos a la sala de sofás para sentirnos un poco más en confianza. Carlos empieza a relatarnos su historia: Estoy casado hace 9 años con mi esposa estela, ella y yo sentíamos que lo nuestro se estaba convirtiendo en una monotonía, el sexo nunca ha sido un problema, al principio lo disfrutábamos mucho al igual que el uso de revistas y juguetes eróticos pero hace 5 años después de una tarde de sexo estela me propuso que quería cambiar la rutina de nuestro matrimonio y comenzar a experimentar cosas nuevas, ella me comento que nuestros amigos catalina y esteban también casados hace ya un tiempo le habían propuesto la idea de ir a un bar swinger, ellos le contaban que como pareja disfrutaban esos espacios y se salían de lo común, se sentían diferentes después de experimentar con otras personas y que no solo era ir a tener sexo con otras parejas o entre ellos mismos sino que también se podían realizar otras actividades como disfrutar la piscina, el jacuzy, las habitaciones, las salas y en general todas las instalaciones que el bar tenia para una noche diferente, y mágica donde no necesariamente se debía hacer intercambio o tener sexo. La verdad a mí como hombre esto me lleno de mucha expectativa y acepte la propuesta de mi esposa, esa misma noche nos arreglamos y nos fuimos para el bar que está ubicado en la zona de estadio.

Esa noche fuimos al lugar era nuestra primera noche y realmente estábamos asustados ya que no era nuestro ambiente, yo soy alguien religioso y sentía que estaba pecando en nombre de la iglesia por los votos que había jurado ante Dios en mi matrimonio, por lo cual esa noche solo decidimos ir como espectadores nos sentamos en el bar a conversar y a tomarnos unos cuantos tragos mientras veíamos cuales eran las actividades que se realizaban dentro del bar, le pregunte al barman como era la actividad dentro del bar y como era el mecanismo para uno entrar en intercambio y como podía acceder a todas las cosas que se veían allí, el me respondió:

En

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