Cuento De Terror Sobre Una Niña Enferma

Yo era un niño de 16 años un niño normal que asistía a la escuela pero déjame mencionarte que yo era muy diferente en mi casa y en mi escuela como normalmente lo hacen los chavos de mi edad.

Déjame contante lo raro que sucedió con mi hermana, siempre veía a mi hermana con una muñeca misteriosa la cual no sabía su procedencia pero era horriblemente fea con una sospechosa sonrisa en la cara y con ojos bien grandotes a esa muñeca nadie la podía tocar incluso y cuando la tocabas mi hermana se enoja y decía cosas q nadie entendía pero todo era raro en mi hermana y en esa muñeca bueno eso siempre lo vi así , un día desperté de mi cama pues tenia ganas de ir al baño ya que la noche pasada había cenado demasiado, me dirigí al baño pero el cuarto de mi hermana queda muy cerca, se escuchaban voces lo cual me dio curiosidad pues eran las 3:00 AM estaba decidido a molestar o a interrumpir su platica ya cuando estaba tratando de abrir el cuarto de mi hermana pero cabe mencionar yo iba medio dormido pero después de lo que vi me dejo boquiabierto y ya sin sueño

¡¡¡Mi hermana estaba acostada hablando sola y su muñeca le estaba respondiendo!!!

No me lo podía creer, mi hermana estaba acostada su muñeca se encontraba cerca de ella tenía mi hermana tenia los ojos cerrados pero claramente vi que estaba moviendo la boca y que le decía cosas a su muñeca y la muñeca le estaba respondiendo pero lo que mas me sorprendió es que decía cosas coherentes como si estuviera despierta, cuando la muñeca se dio cuenta de que me encontraba allí hizo que mi hermana me dijera que cerrara la puerta y que de inmediato me fuera de allí, estaba muy espantado lo cual me costó mucho trabajo poder entender lo que decían, lo cual de inmediato que pude entender no cedi pues no sabia que tipo de cosa le estaba haciendo a mi hermana o de cuanto tiempo llevaba haciendo eso la muñeca con mi hermana.

Agarre rápido la muñeca y agarre la llave del baúl de mi hermana la metí allí y decidí ponerla bajo llave después corrí rápido a sacudirla, en seguida revisé que mi hermana estuviese bien y solo logré a comprender que me dijo;

-¿Que haces Marcos? ¡¡¡Déjame dormir!!!

Esas palabras me calmaron muchísimo, definitivamente mi hermana estaba bien, por lo que me guardé la llave del baúl y después de horas intentándolo me dormí.

A la mañana siguiente y tras pensarlo tranquilamente decidí no contárselo a nadie pues pensarían que estaba loco y incluso de que me podrían regañar diciendo que hacia a esas horas en el cuarto de mi hermana, así que lo dejé que pasara, además iban pasando los días y las semanas y no pasaba nada, por lo que me fui olvidando del tema.

Mi hermana me preguntó muchas veces si sabía donde estaba la llave del baúl pero siempre que me preguntaba pensaba en decirle pues no había ocurrido nada mal en ella, aunque siempre que me preguntaba me decía que ella estaba convencida de que su muñeca tenía que estar allí pues era el único sitio de la casa que le quedaba por mirar, lógicamente le mentí y le dije que no sabía donde estaba.

Un día mis padres salieron a una cena de empresa por lo que me quedé al cuidado de mi hermana, la acosté a eso de las 10 y me baje a mi cuarto a ver la televisión y me quede dormido hasta que a eso de las 12 escuché un ruido abajo, cují mi bate de beisbol y baje corriendo las escaleras, al comprobar que todo estaba bien volví a mi cuarto, en cuanto me estiré en la cama, escuche el grito enfermizo de mi hermana, fui corriendo otra vez con mi bate en mano y lo que vi en cuanto abrí la puerta de su cuarto fue algo espeluznante, quizás de lo peor que puedan ver unos ojos, lo primero que vi era a mi hermana de pie en su cama gritando como loca mirando al suelo al otro lado de su cama, enseguida giré la mirada y vi a

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