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Cuento absurdo


Enviado por   •  5 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  1.406 Palabras (6 Páginas)  •  163 Visitas

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Una noche Mágica en el alto Avellaneda.

Una noche como cualquier otra en el shopping Alto Avellaneda, se estaban realizando modificaciones en el patio de comidas; cuando de repente en una de las fuentes de agua que estaban colocando algo raro comenzó a suceder, primero unos ruidos luego unos movimientos  hasta que de un momento a otro algo se asomó por encima de la fuente. El personal de mantenimiento no sabía qué hacer. Un poco asustados se animaron a ir hasta ahí; cuando llegaron miraron a un lado, miraron al otro y nada, no había nada de nada. De repente salió algo del agua, era una chica, a simple vista eso parecía pero en la parte inferior del cuerpo no tenía pies, tenía aletas, unas grandes y hermosas aletas verdes que las movía de un lado al otro. Un poco asustada la chica dijo- ¿Quien anda ahí? y los del personal de mantenimiento le contestaron algo sorprendidos

-  Hola, nosotros somos Carlitos, Kevin y Dylan somos los chanchitos de mantenimiento ¿y vos quien sos y cómo llegaste ahí?

-Hola  yo soy Ariel, soy una sirena que hasta hoy a la tarde estaba felizmente nadando en el mar.

-¿y cómo llegaste a esta fuente?

- No sé, no me acuerdo -dijo Ariel muy triste- Sé que estaba festejando mi cumpleaños y pedí un deseo, ¿será que se me hizo realidad?

Los chanchitos se miraron unos a otros y le dijeron:

- ¿Que pediste?

- Saber que había fuera del agua, conocer otro mundo, y sobre todo saber que es el amor, pero ya extraño a mis padres.

De repente entra alguien en el patio de comidas, los chanchitos le dijeron muy nerviosos a la sirenita que se escondiera porque era el dueño del shopping  y se iba a enojar porque no estaban cumpliendo con su trabajo. Ella inmediatamente se sumergió en el agua. Por la gran curiosidad  que tenía por saber cómo eran los humanos, hizo que ella espíe, y  apenas lo vio se enamoró, sus ojos brillaban y sus  aletas se empezaron a mover sin que ella lo pueda controlar, salpicando agua por todos lados. Entonces Nicolás dijo- ¿quien anda ahí?-

Carlos Kevin y Dylan dijeron:

-somos nosotros los del mantenimiento.

-No yo digo por el ruido que  provenía de ahí- señalando la fuente- era como que se derramaba agua.

Nicolás fue a ver que era, atrás iban los chanchitos diciéndole que no era nada que no se preocupe. Apenas llegó al lado de la fuente apoyó las manos sobre el borde y comenzó a sentir como un cosquilleo en ellas y dijo - ¿y eso?- cuando vio que el agua hacía burbujas; los  tres chanchitos muy nerviosos decían -No quiero ver- y se tapaban los ojos unos a otros. En eso, salió la sirenita y Nicolás al ver que alguien estaba adentro de la fuente se asustó, y se cayó en el piso

-¿Estás bien?, no te asustes –dijo Ariel.

Carlos Kevin y Dylan fueron a ayudarlo.

Nicolás dijo- ¿quién es ella, y que hace ahí?- mirando a los chanchitos.

Y nadie respondía, entonces se volvió asomar y la miró y le dijo -¡que hermosa eres!

Parece ser que justo ese día también era el cumpleaños de Nicolás y su deseo era enamorarse de una mujer muy  especial. Entonces él le dijo

-¿cómo te llamas? yo me llamo Nicolás.

Ariel lo miró y le dijo -Hola me llamo Ariel.

Ella un poco asustada por si él veía sus aletas no sabía qué hacer, en ese instante sus aletas se asomaron por fuera del agua y de inmediato se convirtieron en pies, así que con la complicidad de los chanchitos le dijeron que sin querer ella se cayó en el agua. Pero la mentira no duró mucho porque apareció su amigo Sebastian el cangrejo, diciéndole muy nervioso que su papá la estaba buscando, Ariel le pedía que se callara, pero Nicolás ya había escuchado y le pregunto -¿Que ocurre Ariel?

Ella muy triste le dijo -Soy una sirena vengo del mar, pedí un deseo por mi cumpleaños y se me cumplió, el deseo era conocer otro mundo y conocer el amor.

Nicolás dijo -Todos esto es muy extraño, yo desee lo mismo, pero... ¿por qué te busca tu papá?

Ariel nerviosa le contestó  -La condición del deseo, era que si yo podía conocer el exterior, el mundo real, donde te encontré a vos, tenía que volver a mi reino con mi padre para que él pueda conocer al hombre del cual me enamoré. Pero... tú no puedes ir al fondo del mar, no podrás llegar jamás, no eres como yo.

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