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Cuento sobre liza


Enviado por   •  27 de Enero de 2016  •  Resúmenes  •  1.502 Palabras (7 Páginas)  •  236 Visitas

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En un lugar muy lejano al que tú y yo estamos ahora vivía una niña pequeña llamada Elisa, una niña con ojos azules, de tez blanca, cabello castaño, con muchas pecas. Una niña muy perspicaz, a sus 12 años le gustaba tomar su diario junto con un libro de fantasía y se sentaba en el árbol que estaba afuera de su casa a leer. En realidad jamás escribía, siempre dibujaba lo que se le venía a la mente cuando leía la descripción de los personajes en su libro. Era una niña muy social pues tenía montones de amigos en la escuela, pero jamás se sentía cómoda con ninguno de ellos. Cierto día conoció a un pequeño niño de ojos cafés, cabello rubio, delgado y que se vestía chistoso, llamado Pablo y lo que tenían en común era que solían dibujar las cosas que pasaban por su mente.

Un día, Elisa tuvo la grandiosa idea de invitar a jugar a Pablo y sus otros amigos a su casa después de la escuela, su mamá accedió con tal de ver con qué clase de amistades convivía su hija. Al siguiente día la mamá de Elisa habló con los papas de los amigos de su niña para confirmar su venida a casa y resultó que sólo Pablo, Cinthia y Daniela podrían ir.

La señora Norma pasó ese día por ellos, se subieron a la camioneta e iban hablando acerca de lo que harían en su día:

-¡Si! ¡Mamá! ¿Podemos comer y después jugar un rato en la consola de mi hermano?

-Elisa, Sabes que tu hermano jamás te prestaría su consola, ahí está el Wii, ¿Por qué no lo usan?

-Queremos videojuegos mamá...

-¿El Wii no es un videojuego?

-Tía Norma ¡por favor! ¿Nos dejaría usar el xbox? - comentó Daniela.

-Está bien, pero nada de juegos violentos

Daniela y Elisa se conocían desde que eran unas pequeñas, sus mamás eran viejas amigas y Daniela creció diciéndole "Tía" a la señora Norma.

15 minutos después llegaron a la casa, los niños bajaron sus mochilas de la camioneta y se fueron corriendo al cuarto de Elisa

- Niños, no corran

-Está bien, mamá

Tres de ellos detuvieron el paso, pero Cinthia, que era la más hiperactiva, siguió corriendo, subiendo así las escaleras.

Se oyó un gritó, un golpe y un llanto. Cinthia se había tropezado con el último escalón y no pudo detener el golpe con las manos. Se pegó en la cabeza y su tobillo izquierdo estaba hinchado y algo morado. La señora Norma se vio en la necesidad de llamar a su mamá, Cinthia tuvo que irse de la casa, ahora sólo quedaban 3.

Los tres niños bajaron a comer una hora después de que Cinthia se había ido, era una lástima que Ni siquiera hubiera estado 30 minutos disfrutando de la compañía de sus amigos. Después de la comida y de hablar sobre libros, películas, series, se sentaron en el sillón para seguir platicando acerca de las cosas que habían hecho cuando estaban aún más pequeños, comiendo dulces y riendo terminaron sabiendo uno del otro las mil y un travesuras que habían hecho a sus mamás, como que Daniela rayó la pared del cuarto de su mamá porque no le querían dar su muñeca, o como cuando Pablo, por jugar en la cocina, terminó tirando todos los platos que estaban sucios. Después de platicar todo esto, se sentaron a ver una película en la televisión, era acerca de un hombre que plantaba dos frijoles y estos crecían teniendo un mundo encima, ahí existían los gigantes. La película se llamaba Jack y los frijoles mágicos. Estaban tan emocionados que no paraban de hacer y comer palomitas de maíz y dulces acaramelados, tomaban soda en grandes cantidades y agarraban nieve con sus cucharas desde el recipiente donde esta estaba.

Una hora después Daniela no soportaba su estómago, corrió al baño a vomitar todo lo que habían comido. La señora Norma llamó a su mamá y esta fue a recogerla a casa de su amiga. Ahora sólo quedaban Pablo y Elisa.

Estaban tan tristes porque sus amigas se habían ido que sus ideas sobre qué hacer ese día se fueron a volar y no regresarían. Entonces Pablo le preguntó a su compañera:

- Oye. Y ¿qué te gusta hacer?

- Me gusta leer

Estaban sentados en frente del árbol en el que Elisa solía sentarse todos los días a dibujar.

- A mí también, ¿quieres leer o dibujar algo?- preguntó Pablo

-No, me gustaría saber cómo está Cinthia

-Ella estará bien, no creo que le vaya a pasar algo feo por que se torció el tobillo

- Si, no lo creo...

Se levantaron y fueron al cuarto de su amiga, ésta le enseñó los dibujos que hacía cuando comenzaba a leer un nuevo libro.

-Dibujas bien, pero no mejor que yo, ¿Qué es esto?

Pablo le mostró una hoja en blanco. Elisa no comprendía lo que estaba ahí, más bien, no veía nada

-¿Qué es qué?

-Estas manchas, ¿por qué las dibujaste?

...

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