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Cupcakes

ExeurthtrelothInforme30 de Enero de 2013

3.928 Palabras (16 Páginas)443 Visitas

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El aire era cálido y el sol brillaba, todo los ponies en Ponyville estaban teniendo un día glorioso. El centro de la ciudad se encontraba lleno de multitud de ocupados ponies que llenaban las calles. Cada uno de ellos parecía tener un lugar específico a donde ir. Todos excepto Raimbow Dash; su lugar estaba en el cielo. Ella volaba libremente por el aire, acelerando de un lado a otro, agitando las copas de los árboles y perturbando el aire. La pegaso azul pasó por encima del patio de la escuela, tan solo para impresionar a los pequeños ponies, luego subió varios cientos de pies y comenzó a caer picada tan rápido como pudo. Segundos antes de golpear el suelo, su alas se abrieron y ella regresó a claro azul del cielo. Rainbow se sentía viva.

De pronto, Dash recordó que ella debía estar en otro lugar, se suponía que debía encontrarse con Pinkie Pie en 5 minutos. Dash había tan sumida en sus ejercicios que casi se le olvida que Pinkie le había pedido encontrase con ella en Sugarcube Corner a las tres. Pinkie no le había dicho porqué ni qué iban a hacer, pero Dash sabía que con Pinkie, podía esperarse cualquier cosa. Dash no estaba segura si realmente quería ir. Se encontraba tan feliz con sus acrobacias que pensó que podría dejar plantada a Pinkie y seguir volando. Pero su conciencia no se lo permitió. Ella sabía que eso podría lastimas los sentimientos de Pinkie; después de todo, Pinkie le dijo que iba a ser algo muy especial tan solo para ambas. Dash consideró esto y pensó “¿Por qué no?” ¿Qué tenía que perder? De seguro debían ser más bromas. Pinckie debía haber encontrado un puñado de cosas graciosas que hacerle a la gente, y ellas se habían divertido bastante la última vez. Dash se apresuró para ganar el tiempo perdido y aceleró hacia su cita.

Cuando Dash entró a la tienda, fue inmediatamente bienvenida por su amiga, quien saltaba de emoción. “Yey, ya estás aquí! Te estuve esperando tooodo el día” dijo el pony saltarín.

“Disculpa si estoy un poquito tarde, Pinkie. Estaba haciendo mis ejercicios de la mañana y perdí la noción del tiempo” se excusó Dash.

Pinkie ser rió y respondió en un tono alegre, “Oh, está bien, estás quí ahora, ¿qué son un par de minutos adicionales? He estado taaan emocionada pensando en todas las cosas divertidas que vamos a hacer, no he parado de saltar desde que me levanté osea casi se me olvida respirar, he estado tan feliz.”

Dash soltó una risa algo incómoda. Siempre había apreciado el estilo de vida feliz y despreocupado de Pinkie Pie, pero la sobreexcitación de Pinkie la estaba asustando un poco. Pero Dash mantuvo su rostro relajado. Si Pinkie estaba así de emocionada, lo que fuese que tuviera planeado tenía que ser bueno.

“Entonces, lista para comenzar, Raimbow Dash? Ya tengo todo listo,” dijo la pony rosada.

Dash se emocionó “Puedes apostarlo, Pinkie. ¿Entonces que tienes planeado? ¿Le haremos una broma a alguien? Ya tengo un buen par en las que he estado pensando. O tal vez tu tengas algunas que quieras que pruebe o podemos…”

“¡HACER CUPCAKES!” Pinkie anunció alegremente.

“¿Cocinar?” Dash estaba desilusionada. “Pinkie, sabes que no soy buena cocinando. ¿Recuerda la última vez?”

“No hay ningún problema. Solo necesito tu ayuda haciéndolos. Yo haré casi todo el trabajo,” explica Pinkie.

Dash pensó esto por un segundo “Ah bueno. Supongo así está bien. ¿Qué es lo que necesitas que haga?”

“Esa es la actitud. Toma, aquí tienes.” Pinkie le entrega a Dash un cupcacke.

Dash estaba confundida “Pensé que te iba a ayudar a cocinar.”

“Así es. Hice este para ti antes de que llegaras.”

“Entonces, ¿seré como una catadora o algo así?”

“Algo así,” dijo Pinkie.

Dash tomó el pastelito y lo puso en su boca. Lo masticó un poco y se lo tragó. Nada mal. “Ok, ¿ahora qué?” Dash preguntó.

“Ahora,” le dice Pinkie, “tú tomas una siesta.”

Confundida, Dash abrió la boca, pero instantáneamente sintió su cabeza más ligera. Una ola de mareo le comenzaba afectar, y segundos después se colapsó en el suelo.

Cuando Dash recuperó la conciencia, se vio a sí misma en una habitación oscura. Intentó mover su cabeza, pero se dio cuenta de que unos seguros de cuero la mantenían firmemente en su lugar. Intentó mover su cuerpo, pero unas correas en su pecho y extremidades que se conectaban a un aparejo hecho de una serie planchas a su alrededor la mantenían quieta, además, mantenían sus piernas bastante separadas. Tan solo sus alas estaban libres, y se agitaban fuertemente mientras Dash se forcejeaba por escapar. Mientras ella se movía, Pinkie entró de súbito a su línea de visión.

“Linda, estás despierta. Ahora podemos comenzar” Pinkie dice graciosamente. Se sumergió en la oscuridad, y rápidamente surgió empujando un pequeño carrito cubierto con una manta.

“Pinkie, ¿qué está pasando? ¡No me puedo mover!” Dash dice desesperada.

“Pues obvio, eso es porque está estada,” respondió Pinkie. “Es por eso que no te puedes mover. No creía que necesitabas que te lo dijeran.”

“Pero ¿Por qué? ¿Qué está sucediendo? Pensé que habías dicho que te iba a ayudar a hacer cupcakes.”

“Estás ayudando. Verás, ya me quedé sin mi ingrediente especial y te necesito para conseguir más.”

“¿Ingrediente especial?” Dash tenía la respiración pesada y comenzaba a entrar en pánico. “¿Qué ingrediente especial?”

Pinkie se ríe y responde “Tú, tontita”

Los ojos de Dash se abrieron totalmente y su gesto se transformó en pánico. Luego comenzó a reírse y dijo, en un tono que bordaba la histeria, “Wuu, realmente me atrapaste, Pinkie Pie. Quiero decir, ¿engañarme para creer que me ibas a transformar en un cupcake? Tengo que admitirlo, la mejor broma hasta ahora. Tú ganas, eres la mejor.”

Pinkie simplemente rió más. “Aw, gracias Dash. Pero hoy no he hecho ninguna broma, por eso no puedo aceptar tal honor.”

Dash se estremeció de nuevo. “Vamos Pinkie, esto ya no es gracioso.”

“¿Entonces por qué nos estamos riendo?” Antes de que Dash pudiera contestar, Pinkie tomó la manta y la apartó del carrito. En el carrito había un contenedor lleno de varios afilados instrumentos médicos y cuchillos cuidadosamente organizados y afilados, junto con una enorme bolsa médica.

Dash estaba ahora en modo pánico puro. Se comenzaba a hiperventilar. Su mente se desesperó e intentó razonar con la pony rosada. “¡No puedes hacer esto Pinkie! ¡Soy tu amiga!”

“Ya sé que lo eres y es por eso que estoy tan contenta que estés aquí. Podremos compartir tus últimos momentos, solas tú y yo” Pinkie se estaba llendo nuevamente.

“Pero, los otro ponies se preguntarán donde estoy. Cuando las nubes se acumulen, vendrán a buscarme y te descubrirán.” Exclamó Dash desesperadamente.

“Oh, Dash,” dijo Pinkie. ”No te preocupes, hay varios pegasos adicionales que pueden encargarse de unas cuantas nubes. Y además, nadie se dará cuenta. Quiero decir, ¿Cuánto tiempo crees que he estado haciendo esto?” Y con esta ominosa declaración, las luces se prendieron de repente y el resto de la habitación quedó revelado.

“Oh no.” Dash se llenó de terror ante la imagen que se presentaba frente a ella. La habitación estaba decorada con el loco gusto de Pinkie Pie. Intestinos coloridos colgaban por las paredes como guirnaldas, cráneos de distintos tamaños y colores brillantes se encontraban incrustados en las paredes y órganos inflados con helio amarrados al respaldar de las sillas. Las mesas y sillas estaban hechas con huesos y la piel preservada de ponies muertos. Dash se sobresaltó al fijarse en la pieza central de la mesa más cercana e ella. Las cabezas de 3 potrillos, sus ojos estaban cerrados como si estuvieran dormidos, usaban gorros de fiesta hechos con su propia piel. Con estremecimiento de terror, Dash reconoció a una de ellas como la compañera de clase de Applo Bloom Twist. Los ojos de Dash se fijaron en una pancarta encima de la habitación. Hecha con cuero de varios ponies, las palabras “La vida es una fiesta” estaban escritas en ella con rojo sangre.

La atención de Dash fue traída de regreso con silbato de fiesta que golpeaba su nariz. Ella miró a Pinkie Pie, quién estaba parada justo frente de ella. La pony fiestera estaba usando vestido hecho de piel, con varios cutiemarks en él. En su espalda colgaban 6 alas de pegaso, todas de diferentes colores. Mientras la pony terrestre se llenaba de emoción, su collar compuesto de varios cuernos de unicornios sonaba estruendosamente.

“¿Te gusta?” Preguntó Pinkie “Lo hice yo misma.”

Desesperadamente, Dash le ruega a la pony sonriente que tiene en frente. “Pinkie please, lo siento si te hice algo. No quiese hacerlo, Por favor déjame ir. Te prometo que no se lo diré a ningún pony.”

“Oh Dash, no hiciste nada. Simplemente tu número salió, y bueno, yo no hago las reglas. No podemos retroceder ahora.”

Dash comenzó a llorar. ¿Cómo esto podía estar pasando?”

“Aww, no te pongas triste Dash,” dijo Pinkie ” Mira, esto te animará. Te traje una amiga.”

Aparentemente de la nada, Pinkie sacó un cráneo pintado de azul y amarillo. Era del tamaño del de un pony, pero tenía otra forma, la de un halcón.

Dash entró en shock. “¿Esa… es… ella es?”

“Hey, Dash vámonos de aquí, estos ponies son tontos.

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