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Curriculo

2110351010 de Enero de 2014

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Estructura curricular y plan de estudios

La estructura curricular se entiende como un conjunto de componentes organizadores en relación con los fines de la educación, contenidos, experiencias formativas, recursos y valoraciones, a partir de las cuales se definen los planes de estudio. La estructura curricular del programa es, en cierta forma, “la columna vertebral de los procesos formativos, pues de ella depende la orientación, la selección, la organización y la distribución de los conocimientos y de las prácticas que contribuyan con la formación profesional”.

La estructura curricular se organiza a partir de cinco componentes:

Sentido

Los estudiantes de la Maestría en Educación se formarán para:

- Analizar e interpretar teóricamente problemas educativos y pedagógicos.

- Analizar críticamente diversas prácticas educativas y proponer acciones para su mejoramiento.

- Contribuir a la solución de problemas educativos y pedagógicos en diferentes contextos sociales, a través de la actividad investigativa y la profundización en campos del saber referidos a las líneas de investigación.

Contenido

Se organizan los saberes en relación con los siguientes núcleos temáticos:

- Problemas educativos y pedagógicos.

- Formación en investigación en educación.

- Fundamentos conceptuales y de profundización en las líneas de investigación.

Metodología

Las metodologías de enseñanza en la Maestría son mediaciones que buscan favorecer distintos tipos de aprendizaje y organizándose de acuerdo con los diferentes niveles cognoscitivos. La estructura metodológica del programa se fundamenta en tres principios:

Las metodologías de enseñanza son acciones mediadas.

Las diferentes metodologías de enseñanza son mediaciones que favorecen social y culturalmente el desarrollo de habilidades, procesos y estructuras de conocimiento.

Metafóricamente, la mediación también se reconoce como andamiaje; es decir, la mediación cumple el papel de una escalera que permite avanzar en el proceso de construcción del saber, construcción que compromete por igual a todos los agentes educativos, los cuales se convierten en sujetos activos del proceso.

Las funciones cognitivas naturales -no mediadas- son representadas en el segmento S-O, en la base del triángulo; las funciones cognitivas culturales -mediadas-, son aquellas en que las interacciones entre el sujeto y el objeto de conocimiento están mediadas por un auxiliar -instrumento de mediación- situado en el vértice superior del triángulo.

Las metodologías de enseñanza favorecen el aprendizaje autónomo, cooperativo entre pares y participativo dirigido.

Aprendizaje autónomo. Se centra en la labor del estudiante, el éxito depende de su esfuerzo personal ya que para alcanzarlo debe reflexionar sobre sus propios procesos de construcción de conocimiento.

Aprendizaje cooperativo. Se centra en la labor compartida y la capacidad para comunicarse con otros (docente/estudiante, estudiante/estudiante).

Aprendizaje participativo guiado. Se centra en la labor que realiza el docente como mediador.

Las tres modalidades de enseñanza y de aprendizaje son expresadas didácticamente en cátedras, seminarios, talleres, grupos de estudio y tutorías.

- Las metodologías de enseñanza se organizan de acuerdo con los siguientes niveles de aprendizaje:

Reconocimiento conceptual. Se refiere a la manera como se define un concepto en relación con una experiencia asociada o con otro concepto.

Interpretación conceptual. Se refiere a la manera como un concepto o conjunto de conceptos toman significados.

Transferencia o aplicación. Se refiere a la manera como se aplica un conocimiento a la solución de problemas.

Creatividad. Se refiere a la forma como se reestructura lo aprendido.

Recursos

En la Maestría se considera que cada uno de los recursos humanos o materiales son instrumentos de apoyo cultural a las interacciones simbólicas que se realizan en los procesos de formación. En otras palabras, cada acción mediada es realizada por unos agentes educativos y se acompaña de unos instrumentos culturales de carácter material o simbólico. De donde se entienden los instrumentos culturales como materiales textual, audiovisual e informático y bases de datos.

Los agentes educativos en la Maestría son los coordinadores y docentes de las cátedras y seminarios -titulares e invitados-, los docentes de los talleres, los tutores de los proyectos de investigación, los monitores de los diferentes espacios académicos, los estudiantes y, por último, los directivos y personal administrativo que apoyan la gestión del currículo y el sistema financiero del programa.

Evaluación

En el programa, las evaluaciones se realizan teniendo en cuenta las siguientes modalidades:

De acuerdo con el agente evaluador, se habla de heteroevaluación si la realiza el docente al grupo de la clase; coevaluación, si la llevan a cabo de manera cooperativa entre sí los estudiantes; y autoevaluación, cuando la adelanta el alumno reflexionando y examinando su propio proceso y desempeño.

Con arreglo a la modalidad social, la evaluación puede ser individual o grupal. En el primer caso, se examina el rendimiento académico de cada estudiante de forma particular. En el segundo caso, se averigua principalmente por la capacidad de abordar y resolver problemas a través de labores colaborativas.

Ejes curriculares de la propuesta pedagógica

Los ejes curriculares son conjuntos de temáticas y competencias que describen aspectos del desarrollo de los niños, constituyen la guía que orientará el recorrido formativo que los promotores y las familias realizarán en el marco de la misión, la visión, los objetivos y el enfoque del Programa de Educación Inicial no Escolarizada.

El punto de partida para la definición de los ejes curriculares son las necesidades de los niños; tanto las necesidades de cuidado y protección como las básicas de desarrollo.

El primer eje curricular — que responde a las necesidades de cuidado y protección infantil– pretende identificar y describir los aspectos fundamentales acerca de salud, higiene, alimentación y prevención de accidentes, tanto de la madre embarazada como

de los niños de cero a cuatro años de edad, para propiciar un ambiente libre de riesgos y que promueva su sano crecimiento. Las necesidades básicas de desarrollo agrupan tres ejes curriculares vinculados con las competencias de los niños: personal y social, lenguaje y comunicación, así como exploración y conocimiento del medio.

La generación de experiencias y condiciones propicias para la satisfacción de dichas necesidades promoverá el crecimiento de niños saludables y competentes para vincularse con el medio ambiente y con las demás personas, esto será posible siempre

y cuando los adultos reflexionen sobre sus creencias, pautas y prácticas de crianza y en consecuencia desarrollen las competencias necesarias para estimular de mejor manera el desarrollo de los niños. Durante los primeros años de vida del niño, la responsabilidad sobre su cuidado recae de manera principal en los padres o personas que están a cargo y serán éstos quienes motiven y propicien que los niños gradualmente participen en el cuidado de sí mismos.

La satisfacción de las necesidades de cuidado y protección constituye la base fundamental que permitirá al niño, con el apoyo de los adultos, lograr progresivamente

niveles de crecimiento y desarrollo en los diferentes ámbitos y subámbitos de competencias. Por ello se considera transversal este eje, es decir, que atraviesa y se vincula con los demás ejes curriculares.

Por medio de los ejes curriculares vinculados con las necesidades básicas, es

posible identificar y describir las competencias que se espera desarrollen los niños

entre los cero y cuatro años de edad en los diferentes ámbitos:

a) personal y social,

b) lenguaje y comunicación,

c) exploración y conocimiento del medio y sus respectivos subámbitos.

Es importante destacar que el desarrollo de dichas competencias puede variar de acuerdo con las características propias de cada niño, su familia y su comunidad. Estas

competencias, sin embargo, permiten contar con un marco de referencia acerca

de las metas de desarrollo que pueden promoverse en cada grupo de edad y que

orientarán las acciones que los adultos realizarán e integrarán en sus rutinas diarias.

En el caso del promotor educativo, el conocimiento de las necesidades de cuidado

y protección, así como las necesidades básicas de desarrollo del niño de cero

a cuatro años de edad, le permitirá:

Profundizar en su propia formación

Ampliar y actualizar sus conocimientos sobre el desarrollo infantil en función

de los objetivos que persigue el Programa de Educación Inicial no Escolarizada, haciendo énfasis en la integralidad del desarrollo humano.

Contar con un marco de referencia para orientar sus acciones

...

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