Cómo Dar Una Clase

¿Cómo dar una clase?

No existen fórmulas mágicas que enseñen al profesor a impartir una clase. Todo dependerá de los objetivos que se intenten alcanzar en el aprendizaje del alumno.

Siendo sin duda un factor importante el grado que tenga el estudiante al momento de recibir la instrucción, sus experiencias previas de aprendizaje y su competencia intelectual.

Sin embargo, y no obstante que el docente haya realizado una correcta planeación sobre algún tema específico, el principal reto sin duda lo encontrará en el salón de clases, donde la diversidad de los alumnos, y el contexto que es implícito a cada uno de ellos, marcarán las pautas a seguir.

Si se pretende obtener resultados satisfactorios al momento de enseñar, no se debe generalizar a un grupo, porque de hacerse así, tan sólo un porcentaje del total será el beneficiario de una instrucción positiva, siendo la razón que todos somos diferentes y aprendemos de manera distinta.

Lo anterior no implica una planeación para cada sector de los conformados en el aula, pero sí el seguimiento de distintas estrategias para obtener un resultado positivo común, independientemente del tipo de estudiantes que sean.

Es entonces cuando surge la pregunta, ¿cuál es la mejor manera de impartir una clase?

Desde luego debemos asumir primero que el maestro y los alumnos, son los actores principales en los procesos pedagógicos que se siguen para mediar los aprendizajes.

Entre ellos se encuentran la motivación, el procesamiento de la información, la evaluación, la metacognición, etc.

Mucho dependerá de la influencia que el profesor tenga hacia los estudiantes para el correcto desempeño de ellos. El saber despertar su interés, el asumir que no existen errores, sino campos de oportunidad para mejor, elevará sin duda el nivel de resultados que se obtengan en una evaluación.

Los roles del maestro y los alumnos, se intercambian, el protagonismo del docente desaparece, tendiendo hacia el aprendizaje autodidacta, contando únicamente con un tutor que guía, y pone retos, mas no resuelve problemas.

Hay una frase significativa de Albert Einstein, que engloba una gran verdad, y que es aplicable a todos los tiempos, “Para aprender a enseñar hay que aprender a aprender”.

...