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DESARROLLO SUSTENTABLE EN MEXICO


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2012  •  1.977 Palabras (8 Páginas)  •  732 Visitas

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Introducción

Desarrollo

El turismo como actividad económica empieza a germinar de manera creciente después de la segunda guerra mundial, evento que marcó a la sociedad empujándola hacia un nuevo esquema económico, social, político y cultural. Bringas y Ojeda (2000) identifican al respecto que las mejores condiciones socioeconómicas de los trabajadores y la emergencia de las clases medias facilitó un incremento en la demanda de servicios turísticos, servicios que antes solo

Este tipo de desarrollo turístico explican las autoras, asociado al sol y playa, estuvo caracterizado por la construcción de hoteles verticales tipo enclave, cuyo rasgo distintivo era contar con todos los servicios en el mismo sitio, de forma tal que los turistas podían disfrutar de sus vacaciones sin tener contacto con la comunidad, Esta forma de organización del espacio costero, permitió un crecimiento acelerado sin planeación que se pudo observar en los constantes daños generados a la naturaleza.

Esta masificación del turismo y sus impactos dañinos a la naturaleza pueden justificarse con el incremento de visitantes alrededor del mundo. Según la Organización Mundial de Turismo (OMT) para el 2020 a pesar de que el número de llegadas internacionales crecerá a un ritmo anual del 3,9 % en los próximos veinte años, situándose en 282,3 millones en el año 2020, “Las Américas” reducirá su cuota de mercado, pasando del 19,3 % actual al 18,1 %. Este hecho supondrá que perderá la segunda plaza en la clasificación mundial de destinos en favor de Asia-Pacífico, donde el nivel de crecimiento será superior.

Según este informe Europa seguirá siendo el primer destino del mundo y descenderá el porcentaje de viajes intrarregionales en Las Américas, situándose en el 62 %, mientras que en 1995 superaba el 77 %.

En este escenario mundial es posible observar el destino de Norteamérica, quien seguirá siendo el destino estrella, con 192 millones de turistas en 2020. No obstante, perderá peso dentro del mercado receptivo americano, reduciendo su cuota de mercado al 68 % (74 % en 1995).

Ante estas predicciones de crecimiento, México no se queda atrás, llegará hasta los 49 millones de visitantes, 44 de los cuales procederán de Estados Unidos, mercado que crecerá un 3,4 % anual y que por otra parte pasará de ser el primer destino del mundo al segundo, por detrás de China.

Todas estas predicciones elaboradas por la OMT tienen como fundamento un rechazo a las actividades productivas no sustentables y al incremento de una sociedad con conciencia ecológica.

El incremento de la conciencia ecológica en el universo, tiene sus antecedentes en los antiguos pobladores del mundo, quienes consideraban el cuidado de los recursos naturales y culturales una parte importante de su identidad comunitaria. Este incremento en la conciencia ecológica en palabras de SECTUR (2005) observa que desafortunadamente ha sido poco transmitida hasta nuestros días, ocasionando que el actual estilo de vida y el déficit de acciones ambientalmente responsables, impacten negativamente los recursos naturales de este país, los cuales parecían interminables y actualmente se encuentren en peligro, estando en riesgo además, los sistemas naturales que los albergan (p.15).

Para la citada dependencia publica, en los siguientes años, la problemática ambiental será un tema de seguridad nacional; actualmente las necesidades básicas para la población no están cubiertas y en el futuro, una distribución equitativa de los recursos naturales, será imprescindible para garantizar la estabilidad nacional (p.8).

Actualmente fenómenos naturales ocasionados por el deterioro de los ecosistemas como inundaciones, y sequías, ocasionan escasez de alimento, pérdida del patrimonio de miles de familias y una consecuente inestabilidad social, lo cual hace aún más difícil promover la conciencia ambiental, ya que la gente en su desesperación por satisfacer sus necesidades inmediatas, tiende a agotar los recursos, impidiendo que éstos se regeneren y por lo tanto no se cumplen los objetivos del desarrollo sustentable (SECTUR,2005).

Hoy en día se están produciendo cambios ambientales globales sin precedentes en la historia de la humanidad. Álvarez (2007) menciona que se está produciendo una merma de la biodiversidad y la disminución de tierras fértiles y suministros de agua potable que van a repercutir negativamente sobre la salud de los seres humanos, tanto de los países del Norte como del Sur. El cambio climático y la contaminación están poniendo en peligro la vida en el planeta.

La gravedad de estos hechos reconoce el citado autor, está haciendo emerger una nueva conciencia: saber que no es posible la salud individual si no hay salud en el entorno en el que estamos inmersos, que no habrá paz y estabilidad global si no cuidamos el medio ambiente. Una de las transformaciones más importantes de nuestro mundo contemporáneo es la revolución ambiental, el surgimiento de la conciencia ecológica, la actual preocupación mundial sobre el estado del medio ambiente que tiene una doble faceta. Estas concepciones del medio ambiente y conciencia ecológica han sido discutidas en Cumbres Internacionales para el Cuidado del Entorno Mundial.

Pero, ¿Qué son y que buscaban estas reuniones de ecologistas internacionales?

En 1983, la ONU estableció la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, dirigida por la noruega Gro Harlem Brundtland. Este conjunto de académicos realizó una serie de estudios, debates y audiencias públicas a nivel mundial durante casi tres años, culminando en abril de 1987 con la publicación del documento llamado “Nuestro Futuro Común” (conocido también como el Reporte Brundtland). El surgimiento del paradigma del desarrollo sostenible responde a la situación de crisis económica y ambiental global generada por la sobreexplotación de los recursos naturales para la producción y el uso de tecnología no acorde con el cuidado del medio ambiente. Esta problemática planteada por el Club de Roma en 1972, continuada en la Cumbre de Río realizada en 1992, y retomada por la Cumbre de Johannesburgo en 2002 (conocida como Río+10) nos lleva a reconocer que ya no es posible cimentar el crecimiento de la sociedad bajo el esquema de sobreexplotación de los recursos naturales y la destrucción del medio ambiente, por lo tanto, se hace necesario buscar un eje articulador del desarrollo humano que permita afianzar el modelo y lograr un grado de sensibilización en relación a los efectos nocivos que

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