DINÁMICA GRUPAL
nathalybflo22 de Marzo de 2014
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MANUAL DE DINAMICAS GRUPALES
Tabla de contenido
Introducción 3
1. La reunión de Grupo 5
1.1 Introducción. Definición de reunión. Tipos de reuniones 5
1.2 Cómo organizar una reunión? 7
i. Antes 7
ii. Durante 7
iii. Después 10
1.3 De la teoría a la practica 11
I. Antes 11
II. Durante 12
III. Después 13
Introducción
¿Porqué un manual de técnicas de reuniones?
Cómo grupo nos reunimos cada semana. Estas reuniones forman más que todo un espacio donde podemos compartir con nuestros amigos, discutir sobre lo que le ha pasado a uno el último fin de semana y distraernos del trabajo del colegio.
Sin embargo una reunión de grupo no solo existe para compartir con nuestros amigos, la reunión de grupo tiene un objetivo específico: asegurar el funcionamiento del grupo. Para que el grupo funcione y sigue existiendo hay que cumplir con diferentes actividades, tomar ciertas decisiones, etc. Por lo cual una reunión de grupo puede tener diferentes metas, entonces diferentes requisitos.
Este manual les servirá más que todo como un instrumento. Un instrumento de trabajo que les ayudará con la organización de las reuniones, con la solución de ciertos problemas y con el desarrollo del grupo.
LA REUNIÓN DE GRUPO
1. La reunión de Grupo
1.1 Introducción. Definición de reunión. Tipos de reuniones
¿Qué es una reunión? O mejor dicho de ¿qué tipo de reuniones estamos hablando en este manual? Porque existen diferente tipos de reuniones. Así existe la reunión con amigos en la esquina de la calle, existe la reunión con los hermanos de la iglesia, hay reuniones de tus compañeros de la escuela para terminar una tarea, etc. En este manual nos referimos a una reunión, como una actividad que se genera en una situación de grupo, en un momento y espacio determinados y que tiene un objetivo específico. Con la situación de grupo referimos al grupo de jóvenes y todos sus miembros que oficialmente forman parte de este mismo grupo. Como el grupo se reúne semanalmente en el mismo lugar a la misma hora hablamos de un momento y un espacio determinado. Lo más difícil de una reunión es determinar el objetivo específico.
Antes de comenzar la organización de una reunión y de convocar a los invitados, es importante de saber el “Porqué” de organizar esta reunión. Porque existen diferentes tipos de reuniones. Y una reunión no es igual a la otra. Por esto es bueno saber que queremos lograr al final de la reunión. Queremos llegar a un compromiso? Tenemos que solucionar un conflicto? Tenemos que tomar unas decisiones importantes? Necesitamos encontrar nuevas ideas para planear una futura actividad?
Claro, en la mayoría de las reuniones se tratarán diferentes puntos de la agenda. Por ejemplo en una sola reunión podemos y tomar una decisión y pensar sobre una futura actividad. Sin embargo el punto importante es que cada diferente logro de una reunión requiere una técnica específica.
Esto podría ser un ejemplo de la agenda de una reunión:
1. Evaluación del Carnaval Navideño. (Evaluación)
2. Limpiar la calle, después del Carnaval. (Solución de problema)
3. Preparación de la siguiente actividad de fortalecimiento grupal. (Planeación)
4. …
Los puntos de la agenda y el objetivo específico determinan el tipo de reunión:
1.2 Cómo organizar una reunión?
La organización de una reunión consiste de tres etapas: “la preparación”, “la reunión misma” y las actividades posteriores.
i. Antes
En la Etapa del “Antes” reflexionamos sobre el objetivo de la reunión. Porque nos vamos a reunir y de que deberíamos de hablar. Como resultado de esta reflexión desarrollamos la agenda de la reunión que vendrá. Conseguimos si es necesario los materiales para apoyar a la reunión, y nos hacemos responsable de la convocatoria de los participantes de la reunión, si es necesario. La parte más difícil de esta etapa es la reflexión sobre el temario de la reunión.
Antes de responder a esta cuestión vamos a decir algo que es evidente (hasta diría obvio), pero que no siempre se tiene suficientemente en cuenta: las reuniones hay que prepararlas y hay que prepararlas bien. Es una irresponsabilidad convocar a una reunión sin saber bien lo que se va a tratar.
Ahora bien, ¿en qué consiste la preparación de una reunión? Hay que atender a cuatro cuestiones principales:
1. Establecer los objetivos y motivos de la reunión expresados en un temario, orden del día o plan de discusión.
2. Preparar el material o documentación destinado a la reunión.
3. Realizar la convocatoria en tiempo oportuno.
4. Ayudar a crear una buena atmósfera y dinámica grupal.
ii. Durante
La reunión misma o el “durante” depende por una gran parte de la participación de los invitados a la reunión. Como organizador de una reunión es por ende importante de saber: ¿cómo celebrar reuniones que sean a la vez productivas y gratificantes? Para el logro de esos propósitos, en casi todos los tipos de reuniones conviene tomar en cuenta algunas cuestiones básicas. No basta con contar con un buen animador, coordinador o facilitador del grupo. Es necesario utilizar procedimientos adecuados para que las reuniones sean productivas. También en esta parte hay ciertos pasos y técnicas que deberíamos de tomar en cuenta para asegurar el éxito de la reunión.
1. La presentación de las cuestiones o temas a tratar
¿Quién hace la presentación de cada tema o cuestión?. En principio puede ser el coordinador de la reunión o el que hace la propuesta del tema para discutir. Si lo hace el coordinador, es muy probable que la cuestión esté mejor presentada, pero si esto es lo habitual, el resto de la gente (del grupo u organización), no aprende a presentar los temas o cuestiones que deben discutir. Para ello algunas recomendaciones pueden ser útiles:
- Comenzar planteando claramente de lo que se trata, delimitando claramente el tema y evitando esas presentaciones que son un amontonamiento de ideas y nadie sabe bien de qué se trata.
- Hacerlo de manera clara, concisa y comprensible para todos.
- Si fuera posible, hacerlo también de manera atractiva e interesante, de modo que las personas que estén en la reunión, estén motivadas a participar activamente.
- No excluir el uso de apoyaturas visuales: un esquema presentado en un rotafolios, gráficos y otras ayudas visuales que ayudan a fijar la atención y a circunscribir la cuestión que se trata.
2. Sobre la forma de dialogar o discutir
Una reunión por su propia naturaleza es sobre todo diálogo y discusión. O dicho con más precisión: una buena reunión es una discusión dialogante. Enfatizamos la idea de diálogo porque dialogar es, ante todo, la tarea de quien conduce, anima o coordina entre todos los miembros del grupo.
No cabe duda de que una discusión dialogante permite y potencia las decisiones colectivas enriquecidas por el aporte de todos, al mismo tiempo que facilita la creación por el esfuerzo conjunto. Pero para lograr esto, más que una cuestión técnica, hay que desarrollar una actitud vital-existencial de apertura al diálogo, lo que exige una fuerte dosis de empatía, en cuanto a capacidad de “sentir y comprender desde dentro del otro”. Esta facilitación de la comprensión recíproca alienta el diálogo entre los miembros del grupo.
Ahora bien, conviene señalar que uno de los mayores errores u obstáculos para lograr un diálogo auténtico, es confundir un “desacuerdo” con una “agresión personal”. Cuando una discusión se reduce a un ajuste de cuentas o a mutuas alabanzas, este forma de proceder no ayuda a la resolución de problemas. En cuanto a los aspectos formales para el diálogo o discusión dentro de un grupo, existen dos formas de proceder:
- El coordinador o moderador establece un turno de intervenciones concediendo la palabra por orden de petición; este método es bueno porque permite que hablen todos los que quieran y es el que introduce disciplina y orden en la discusión.
- Para evitar que el procedimiento frene la espontaneidad, otra forma de proceder es que los miembros del grupo ese moderen a sí mismos, sin necesidad de que se les conceda la palabra. Si el grupo funciona bien y tiene pocos miembros, esta forma de dialogar es más ágil y amistosa.
Frecuentemente el usar uno u otro procedimiento, depende del tamaño del grupo: mayor es el número de miembros, mayor es la necesidad de procedimientos formales. Lógicamente, también influye el grado de madurez del grupo. Pero hay un aspecto que es central para la calidad del diálogo: es la calidad de la comunicación y la superación de las barreras que lo dificultan. No basta que haya una actitud dialógica y una buena comunicación en el interior del grupo. Ello es lo básico y sustancial, ero hay otros aspectos o cuestiones puntuales
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