DISCIPULADO INFANTIL.

REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

ASAMBLEAS DE DIOS DE VENEZUELA

INSTITUTO BIBLICO FALCON

CORO ESTADO FALCON

DISCIPULADO INFANTIL

FACILITADOR: GERRA USLAR

                                                                                       INTEGRANTES:

                                                                                       DORANTE LISBETH

                                                                                       GUZMAN MAGGY

SANTA ANA DE CORO; DICIEMBRE 2015

DISCIPULADO INFANTIL.

A lo largo de la historia de la iglesia, hemos visto su desarrollo como comunidad y pueblo de Dios, también hemos visto crecer y formarse como ministros de la palabra de Dios a muchos niños, que por tener un carácter fuerte han permanecido en la iglesia y así han alcanzado el propósito del Padre para sus vidas. Mas sin embargo, si les hubiésemos prestado la debida atención a la generación antes pasada, la cosecha hubiese sido mayor y hoy la iglesia contaría con una plataforma fuerte, amplia y madura espiritualmente, con más ministerios fructíferos y con un crecimiento impredecible; esto no ha sido así, debido, a que no se le prestaba o se le daba muy poca o nada de importancia a la niñez dentro de la iglesia. Pero para este tiempo la iglesia de Dios ha alcanzado madurez espiritual, y el Espíritu Santo ha ampliado la visión acerca del cuidado y atención que se le debe de brindar a los niños, para esto la cabeza principal, el pastor, a través de la guianza y dirección del corazón de Dios sobre él, ha iniciado escuelas que preparen un liderazgo comprometido con Dios, para llevar a cabo esta tarea y reto dentro de la iglesia, con la finalidad de formar a nuestros niños en el presente y las generaciones futuras, porque ellos son el presente y el futuro de la iglesia de Jesucristo.

Bien, hablemos un poco sobre la importancia que Dios les da a los niños, pues, este es un tema de muchas millas, por recorrer.

1. De los niños es el reino de los cielos (Marcos 10: 13 – 16): “Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios….

Este verso nos muestra la importancia de los niños para Dios y el lugar especial que ocupan en su reino celestial. Aunque nacen con la naturaleza pecaminosa dentro de ellos, no son considerados pecadores, puesto que no tienen el discernimiento acerca del bien y del mal, por lo tanto, no tienen que arrepentirse ni requieren de un bautismo, y si fallecen, su destino seguro es el cielo.

1. Recibir y atender a un niño es como que si atendiéramos al mismo Jesús (Mateo 18. 5).

Ellos son tan importantes o dignos de especial atención al igual que un pastor, ministro u otro personaje para nosotros, los niños merecen el mismo recibimiento que le daríamos al propio Señor Jesús, esto denota la gran importancia que dios le da a sus niños.

1. Jesús manda a no despreciar a los niños y fue un poco más allá, dijo que tendríamos que ser como ellos para entrar en su reino (Mateo 18: 10; 3).

Al ignorar sus necesidades o no tomarles en cuenta, los estamos despreciando, sin embargo ellos tienen ángeles que les cuidan de parte de Dios. Su grado de inocencia, (ya que no practican el pecado ni tienen conciencia de ello), les permite siempre ser humildes, sin malicia, no guardan rencor, son amorosos, aun cuando se les trate mal, estas son las cualidades que Dios nos pide como adultos, hacernos como ellos para poder entrar en su reino.

1. Dios escucha las alabanzas de los niños y los llama o aparta para el ministerio (Mateo 21: 15 – 16; Jeremías 1: 4 – 8).

De la boca de los niños se perfecciona la alabanza para Dios, ellos lo hacen con un corazón limpio y sincero, sin esperar a que se le reconozca o admire, Dios les oye con tanta complacencia y atención. A la edad tierna; también Dios puede hacerles el llamado y tener un encuentro especial con ellos y empezar en sus vidas una preparación especial, para alcanzar el propósito de Dios para sus vidas; tenemos un gran ejemplo en Jeremías, usado por Dios como su profeta.

Al igual que ejercemos el discipulado con los adultos, que es la atención y el cuidado que se le otorga al nuevo creyente, para reproducir el carácter de Cristo en él y que de fruto, también este trabajo debemos hacerlo con los niños, ya que ellos también deben dar frutos y presentaran cuentas delante del Padre. Para realizar este trabajo en ellos, debemos tomar en cuenta las edades, no podemos hablarle a un niño de 2 años como si fuera uno de 10 años, es por eso, que tenemos que tomar en cuenta no solamente la edad, si no también conocer las características y las necesidades que abarcan las diferentes edades. Desglosemos las diferentes edades y su comportamiento:

Bebes (hasta los dos años): En esta etapa de desarrollo, la confianza es lo que primero que ellos aprenden. Cuando necesitan algo, lloran, y viene papa o mama para ayudarle en cualquier necesidad, esto les enseña a confiar en el cuidado de alguien, se sienten seguros. Esta es una experiencia que marcara sus vidas, sin confianza no se puede relacionar con otras personas. Cuando el niño es más grande, de más edad tiene que aprender a esperar. A esta edad se les puede enseñar de Dios a través de palabras sencillas, ejemplo: Mira el árbol, Dios lo hizo, Jesús es tu amigo, esta es la biblia, gracias Señor por la comida. Aunque él bebe no pueda imaginarse a Dios, comprenderá que hay alguien que le ama, que se llama Dios!.

De 2 a 5 años (descubre): A esta edad el niño ha aprendido muchas cosas, como caminar, hablar, a manejar objetos con sus manos y mucho más. Descubre su propia identidad, se da cuenta que él no es papá ni mamá; también en esta fase descubre que tiene voluntad propia, cuando mama o papa dicen algo, él puede decir  “no”, esta es la fase del no, puede ser agotador para los padres, es en esta etapa en que ellos tienen que aprender la obediencia, donde tienen que someter su propia voluntad a la autoridad de sus padres. Aquí, ellos se relacionan con su medio ambiente, es la edad de los experimentos, el niño se sube a las sillas y mesas, abrir las puertas, a jugar con todo lo que encuentra a su paso. Estas actividades son importantes para su desarrollo, en todos estos movimientos, el niño ejercita su cuerpo e inteligencia.

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