DOCUMENTAL “UN CRIMEN LLAMADO EDUCACIÓN”

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INSTITUTO UNIVERSITARIO UNIEM

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

ASIGNATURA: DIDÁCTICA  

MAESTRO: LUIS GERARDO MUÑOZ LÓPEZ

MAESTRANDO: OSCAR ANTONIO BRITO GARCÍA

ENSAYO: DOCUMENTAL “UN CRIMEN LLAMADO EDUCACIÓN”

22 DE OCTUBRE DEL 2020

El siguiente ensayo está sustentado en el Documental de Jürgen Klaric, basado en la realidad que enfrentan el sistema educativo donde se hace un análisis no solo de Latinoamérica si no mundial, con opiniones de políticos, psicólogos, maestros, alumnos, padres, y responsables del Sistema Educativo.

De inicio hace énfasis en El Sistema Educativo, creado para que las personas siguieran las reglas, patrones sin hablar mucho, sin tener un criterio propio, imponiendo siempre su doctrina. Se cuenta con un sistema educativo que opera aún con el mismo método de hace más de 200 años, recordemos que se empezaron a crear Instituciones Educativas conjuntamente cuando surge la revolución Industrial, las fábricas, precisamente para preparar individuos mecánicos, que supieran sólo recibir órdenes, sin aspiraciones, obedecer y producir el producto de calidad, más no para enseñar a pensar, ni a crear; ese es el trasfondo educativo que aún persiste, te enseñan lo que consideran debes saber, más no lo que necesitas conocer.

Esta educación no prepara al educando para enfrentar la vida y desarrollarse de forma autónoma en su contexto social. Lo que te enseñan en la escuela muchas veces no se parece en nada con lo que te toca vivir; a decir verdad son pocas las veces que utilizamos en la cotidianidad la raíz cuadrada, son conocimientos necesarios, los docentes enfatizan demasiado en la forma de dar los contenidos que pareciera más bien un trauma para muchos aprobar las materias prácticas, ya que la evaluación no está adecuada al desarrollo de nuevos aprendizajes, situados a la vida real de cada alumno, con el afán de memorizar conceptos, desarrollar correctamente un problema  creando así temor en aprender matemáticas, física, química, biología, parece ser la dinámica en muchos países, crear ese sentimiento hacia estas áreas de aprendizaje, la metodología es el terror, sin embargo dejan de lado la vida real, no te enseñan nunca a resolver problemas humanos,  utilizan a su vez un pensamiento racional poco creativo que no  permite a los educandos explorar su creatividad, y sus habilidades. 

Como docentes tenemos una enorme tarea, no seguir educando a las nuevas generaciones de la misma forma, buscar nuevos modelos que se ajusten a sus diferentes formas de aprender, implementar estrategias acorte a los ritmos y estilos de aprendizaje de cada alumno. Una de las premisas que se aborda en el documental, es el castigo de los errores en el sistema educativo, el cual no perdona que te equivoques, tú vales lo que tu calificación dice, de ahí surge la deserción escolar, las depresiones, el sentimiento de fracaso, de pensar que no eres suficiente, los estudiantes aún en pleno siglo XXI sufren de baja autoestima por no obtener mejores calificaciones, sin mencionar que los padres cada vez exigen más nota sin ocuparse tampoco en dedicar más tiempo en apoyar a sus hijos.  Se ha olvidado la razón de ser del individuo, ser feliz, equivocarse no está mal, no intentarlo sí lo es; en vez de dedicar horas y horas de estudios vacíos tratemos de enfocar nuestra energía en aprender y enseñar para la realidad de la vida.

Las evaluaciones es otro tema que se abordan durante el documental, las mismas no sirve de nada, “deberían terminar la clase preguntándose, ¿para qué me sirve esto?, ¿cómo puedo aplicarlo en la vida cotidiana?” realizar retroalimentaciones. Pero no solo los alumnos son víctimas del proceso educativo,  como docentes también, a pesar de que tenemos más posibilidades de ayudar quizá no lo hacemos porque también nos regimos por el mismo sistema el cual no nos deja libre decisión, una educación impuesta donde la libertad del educador se ve inhibida, de ahí la debilidad en organizar contenidos atractivos para los estudiantes y así crear ciudadanos que aporten al mundo desde sus trincheras, con su criterio y su forma de percibir el mundo. Si los docentes siguen educando la mente sin educar el corazón no están educando en absoluto. A criterio propio como docentes podemos cambiar, implementar estrategias, métodos, técnicas, que se adecuen a las distintas inteligencias que presentan nuestros alumnos, pero esto requiere mayor trabajo y compromiso y muchos deciden no hacerlo y seguir con la educación tradicional.

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