Del Estado Homogeneo Al Estado Plural

DEL ESTADO HOMOGENEO AL ESTADO PLURAL

El Estado-nación logra consolidarse en los siglos XVIII Y XIX, la soberanía se adjudica a la totalidad de los individuos que forman a una nación, y no a un grupo, o a una persona, la sociedad ya no es vista como culturas diversas, o asociaciones, sino como la suma de dichos componentes, entonces el Estado establece la homogeneidad en una sociedad heterogénea.

Entonces la nación emana de la voluntad del pueblo y ahora “pueblo” como una identidad propia, se entiende ahora como la suma de ciudadanos individuales, con independencia en situaciones social, comunidades, clases y culturas, entonces el individuo no se encuentra en una nación si no la construye, de ahí que el Estado tiende a construir un orden homogéneo sobre ellas imponiéndose a la necesidad de los grupos de pasar de una sociedad agraria a otra mercantil e industrial. El paso a una sociedad mercantil e industrial tiene como condición la uniformidad, la generalización de una moneda, la facilidad de comunicación, también este proceso de homogenización se realiza en el nivel cultural, teniendo una unificación en la lengua antes que nada, ya que es indispensable este instrumento de comunicación. Entonces a la unificación de distintos niveles, económico, administrativo, jurídico, educativo, constituyen una nueva uniformidad en la cultura. Entonces las culturas desplazadas por la cultura hegemónica no son “primarias” si no corresponden a naciones históricas.

Nacionalismos

El nacionalismo ha sido una ideología predominante en el siglo XIX y XX con las siguientes proposiciones

1) Nación y Estado deben coincidir, a toda nación un Estado, y a todo Estado una nación

2) El Estado-nación es soberano

3) El Estado-nación es una unidad colectiva que realiza valores comunes a sus miembros

Estas proposiciones sirven para justificar el dominio sobre la nación

La crisis del Estado-nación

Actualmente se dice que la idea de Estado-nación está en crisis, basada en la transformación de las relaciones entre las naciones, como la globalización, las comunidades científicas y decisiones políticas, las naciones no pueden tomar decisiones aisladas, si no decisiones compartidas, para que todo fuera equitativo, el Estado debería ser soberano, pero la globalización hace que todo esto apunte en otro sentido, con la fusión de empresas con firmas transnacionales, se salen del poder de un solo Estado, desestabilizando la economía de cualquier país, perdiendo también la autonomía. Y hasta los estados más poderosos dependen de una economía mundial, donde no puedes ejercer control alguno.

Este poder mundial mantiene una situación de desigualdad en el mundo, siendo que el papel del Estado ya no puede ser el mismo que antes incapacitándolo para mantener un orden homogéneo en la sociedad.

El orden internacional no está dominado por una instancia de poder que correspondiera a la voluntad de los países, sino por un grupo reducido de empresas y capitales, y sus conexiones en los países industrializados.

La solución de la crisis no es la desaparición del Estado-nación, al contrario estaría en la reforma del Estado moderno.

El Estado Plural

Se marca una necesidad de mantener la soberanía del Estado para defenderse contra el poder económico mundial, pero esta soberanía ya no puede ser excluyente y aislada. No podemos encerrarnos en un nacionalismo, el reto esta entonces, en reemplazar la desintegración del mundo en un conjunto de naciones soberanas, en un concierto equitativo, necesitando de esta unión de naciones en organizaciones con acciones comunes y reivindicar su derecho a controlar su propia política económica, y el manejo de sus propios recursos. Pero eso no se lograra, si no se puede establecer reglas en ese nuevo mercado mundial, sujeta a políticas

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