Demoler Historia Para Progresar
Gime199522 de Septiembre de 2014
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“La obra de arquitectura no se experimenta en forma aislada, pertenece a un lugar, a un ahí concreto y a un así particular”.
Mijares Bracho
¿Demoler historia para progresar?
T
odas las ciudades del mundo tienen su propia historia que se puede observar en cuadros, en esculturas, en asombrosas obras arquitectónicas, en fin, en grandes creaciones artísticas. Éste patrimonio histórico de cada ciudad tiene un gran valor emocional para los ciudadanos, ya que en parte les recuerda los antepasados del lugar donde viven. Es indispensable conocer nuestras raíces, saber cómo surgió el sitio en el que residimos.
Las obras arquitectónicas que forman parte del patrimonio histórico son realmente magníficas obras IRREPETIBLES. Todos hemos pasado alguna vez por enfrente de alguna de ellas y nos remontan a otras épocas, donde ni siquiera habíamos nacido; nos ayudan a ilustrar el pasado de nuestra ciudad. Estas grandes obras arquitectónicas SON HISTORIA. Alberto Nicolini, argentino, arquitecto y docente de historia de la arquitectura afirma que dichas construcciones no son solo casas viejas, sino una parte de la historia y de la identidad de la ciudad o provincia. Juan Antonio López Larrea, secretario general de la Asociación Cultural de Argentina respecto a la importancia de preservar los edificios antiguos afirma que “…significa conservar una parte de la historia de la ciudad. En casas particulares siempre han pasado generaciones y quedan hechos o mitos como para rescatar”. Considera además que “…al conservar las estructuras antiguas se preserva la identidad de la ciudad y esto, en el corto o mediano plazo, significara la llegada de contingentes turísticos”. Por lo tanto, estos edificios tan importantes no deben ser demolidos ya que hacerlo es demoler la historia que éstos poseen y es quitar IDENTIDAD a la ciudad.
Sin embargo, se los derriba. Existen innumerables ejemplos de edificios históricos que han sido demolidos sin tener en cuenta lo mencionado anteriormente. Tal es el caso del edificio llamado Toblerone (ver anexos), construido en los años 70 y ubicado en la ciudad de Almería (Andalucía, España), el cual no solo tiene un gran valor histórico y patrimonial sino también sentimental. Éste último se debe a que la vida de los habitantes está ligada a recuerdos de infancia cruzando el puente del ferrocarril para caminar hacia la playa y visitar el edificio, gran Silo del mineral. A pesar de las lágrimas de los ciudadanos, el Toblerone fue derribado. Se justifica la demolición de dicho edificio planteando que este significaba un límite físico para la ciudad, una barrera que impedía ver el mar. Sin embargo, se construyeron allí torres de viviendas. Y las torres ¿no impiden la vista también? Esta justificación es algo contradictoria.
No creamos que en Uruguay no ocurra esto, al contrario, existen numerosos ejemplos similares al mencionado anteriormente. El Dr. Jorge Antonio Rivas, en diálogo con ATLAS, mencionó acerca del tema que se destruyen los edificios históricos para construir otros que son de vidrio pre-armados agregando que los que realizan esto “mañana quieren irse y levantan la estructura en tres días y queda un terreno baldío y nosotros perdemos lo poco que queda, por ejemplo, del antiguo Hotel Italiano que fue el mejor Hotel del interior del país en su momento, hoy quedo la fachada, perdimos el antiguo cine de Rio Branco donde está el Neutral, perdemos el antiguo Hotel Melo enfrente al Italiano, perdemos el Club Artigas que recientemente fue vendido, pero también perdemos instituciones públicas como el predio de AFE que tiene un edificio precioso de dos pisos, la Aduana vieja en zona comercial, la casa de la Cultura en Rio Branco que tampoco tiene ninguna protección especial, porque son edificios que tienen
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