Derecho Internacional, viabilidad

1.0 Viabilidad del Derecho Internacional en los países no desarrollados

Para hacer un análisis de la viabilidad el Derecho Internacional en los países no desarrollados (PND), primero tenemos que conocer qué regular dicho rubro. La Organización de la Naciones Unidas (ONU),  lo detalla de la siguiente manera:

´´El Derecho Internacional define las responsabilidades legales de los Estados respecto a su forma de proceder con otros países y al trato que brindan a las personas dentro de las fronteras estatales. Su dominio engloba un ámbito muy amplio de temas de interés internacional, tal como los derechos humanos, los programas de desarme, los delitos internacionales, los refugiados, la inmigración, los problemas de nacionalidad, el trato a los prisioneros, el uso de la fuerza y la forma de actuar en la guerra, entre otros. También regula el patrimonio mundial, como el medio ambiente, el desarrollo sostenible, las aguas internacionales, el espacio exterior, las comunicaciones mundiales y el comercio mundial.^[1]´´

Como podemos observar, las áreas de competencia del Derecho Internacional son muy variadas, ambiguas y complejas.  Fundamentaré mi análisis en dos áreas que están claramente definidas: Derechos Humanos e inmigración.

1.1 Derecho Internacional y Derechos Humanos en países no desarrollados (PND)

El común de denominador de los países no desarrollados es la pobreza. Pobreza que encuentra su génesis en una variedad de factores;  sociales, tecnológicos, culturales, históricos, etc. Esta pobreza es acentuada por la crisis económica mundial, en la que se juntan crisis financiera, de combustibles y alimentaria.

Esta situación está acabando con las vidas y el sustento de muchas personas en todo el mundo. Y se está convirtiendo rápidamente en una crisis de derechos humanos.

A simple vista se podría inferir que poca responsabilidad recae sobre los gobiernos  de los estados ya que son víctimas de las consecuencias trágicas e inevitables de las fuerzas impredecibles e incontrolables de un mercado globalizado.

Una visión de esta situación desde los derechos humanos desmontaría esta complacencia; estas consecuencias desastrosas no son inevitables, ni tampoco deberían ser admisibles.

Las causas de las crisis tienen su origen en decisiones humanas y en acciones y omisiones concretas de gobiernos y otros poderosos agentes económicos, no deben considerarse el resultado de fuerzas fuera del control humano.

 El actual sistema internacional es incapaz de establecer un régimen de consecuencias similar a los del Estado Nación en el que los que infringen el derecho de los demás, tengan que resarcir los daños. Por lo tanto, en cuanto a Derecho Humanos, el Derecho Internacional no es viable, debe repensarse todo el sistema que lo formuló y lo sustenta, para que dicho derecho pueda proveer de la protección que necesitan las personas en los países vulnerables.

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