ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Desarrollo Psicosexual


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2013  •  2.319 Palabras (10 Páginas)  •  325 Visitas

Página 1 de 10

Etapas del desarrollo psicosexual del niño y niña:

El mejor camino para entender el significado de la sexualidad, particularmente en la infancia y en la niñez, es compararla con cualquier placer sensual. El desarrollo de la personalidad consiste en el desenvolvimiento o despliegue de los instintos sexuales. Al principio esos instintos están desplegados pero gradualmente se integran y centran en el acto sexual maduro, con base en la zona del cuerpo que se vuelven focos de placer sexual Freud definió sus etapas: oral, anal, fálica y genital.

Entre las dos últimas etapas existe un periodo de latencia que no es una etapa de desarrollo psicosexual.

El primer año y medio es la etapa oral, de los 18 meses a los tres aproximadamente es la etapa anal, de los tres a los cinco – seis años es la etapa fálica; de los seis a los 12 años es el periodo de latencia. Poe último, en la pubertad el niño alcanza la etapa genital que continua hasta la edad adulta.

Etapa Oral

La etapa oral es el primer momento en la evolución de la personalidad del individuo. Corresponde al primer y segundo año de vida y se caracteriza por dirigir la libido hacia la boca y buscar la satisfacción gracias a la actividad de succión.

Etapa Anal

Esta segunda etapa del desarrollo de la personalidad entre los dos y tres años de edad del niño; la libido se dirige hacia el ano y la satisfacción sobreviene por la expulsión o retención de las heces.

Etapa Fálica

La etapa fálica es fundamental para el desarrollo del psiquismo, porque en ella se produce el complejo de Edipo y el complejo de Electra. Entre los cuatros y los seis años el niño dirige el impulso erótico hacia sus genitales y consigue la satisfacción el varón mediante el juego con su pene y la niña con su clítoris o mediante la masturbación.

Etapa De Latencia

Para el psicoanálisis, etapa del desarrollo psicosexual situado entre los cinco y seis años y la pubertad. En esta fase y como consecuencia de la aparición del súper yo el niño reprime sus sentimientos edípicos e inhibe sus apetitos eróticos sexuales.

Etapa Genital

A partir de la pubertad se produce la etapa genital o segunda etapa de interés genital. En esta etapa según Freud, (2008) “el niño tras la superación del complejo de Edipo, orienta su deseo sexual fuera de la familia, hacia personas del sexo opuesto y convierte la relación genital reproductora en el objetivo del instinto sexual.”

Fundamentos psicológicos y educativos

Sigmund Freud

Diferentes teorías del desarrollo tratan de explicar cómo se produce el proceso evolutivo en el niño. Sin embargo, ninguna ha explicado en si este proceso, ante este hecho, Freud (1993) señala que “La sexualidad adulta es el resultado de un complejo proceso de desarrollo que comienza en la infancia y que se desarrolla en distintas etapas que dependen de su ligazón con distintas áreas corporales” (p.79). Cabe señalar que la edad preescolar es donde se confirman las estructuras que van desde la infancia hasta la vejez y donde el desarrollo se realiza mediante varios procesos que afianzan el conocimiento del niño y niña sobre su propio cuerpo.

Según Freud (1993) “El niño es descrito como un ser perverso polimorfo, que dirige sus deseos sexuales hacia cualquier objeto, desorganizadamente (por carecer de identidad) y sin represión, lo que le hace carecer de identidad sexual (género), identidad personal e incluso de inconsciente” (p.80). Es por ello que se hace mención, para resaltar la importancia de orientar al niño en cada una de esas etapas descritas por Freud ya que de no vivirlas como corresponde se pueden presentar patologías a lo largo de su vida o al llegar a la adultez.

También señala que Después del polimorfismo, el niño entra en un estado de latencia, donde sus deseos sexuales están aminorados y apagados hasta su exuberante florecimiento en la pubertad, última etapa del desarrollo sexual, en la que los deseos sexuales se dirigen hacia objetivos "normales" según Freud, es decir, se canalizan en encuentros heterosexuales, subordinados a la zona genital y con un fin meramente reproductivo.

La tarea fundamental del psicoanálisis como terapia consiste en curar todas aquellas perversiones sexuales originadas en la infancia, entendiendo por perversión aquel comportamiento no ajustado al modelo heterosexual, genital y reproductivo. La perversión implica que los deseos de la libido "inapropiados" o prohibidos socialmente existen, aunque no se expresan (represión). La neurosis es una versión negativa de la perversión, en ella los deseos libidinosos reprimidos en el inconsciente son tan poderosos que se ha de gastar demasiada energía para reprimirlos.

El psicoanálisis supone que la represión de los deseos inconscientes puede causar ciertos trastornos mentales como la paranoia, la histeria, la obsesión-compulsión y otros desórdenes.

En el desarrollo sexual, es esencial el complejo de Edipo, que termina en la fase fálica, y en la que el niño ha de establecer por vez primera un vínculo afectivo con su progenitor de sexo opuesto (el padre), que es considerado un rival frente a la madre. El niño siente hacia ella un deseo incestuoso que tiene que reprimir por miedo a la agresión paterna y a la castración, temor que le lleva a construir el superego (superyó), una instancia encargada de controlar al consciente (yo) según las pautas morales impuestas por los padres.

El complejo de Edipo conlleva la aceptación del principio de realidad y la subordinación del principio del placer. El desajuste entre las demandas del consciente, el inconsciente y las exigencias del superego puede convertirse en conflictos denominados fijaciones y complejos, que pueden llevar a que el adulto sufra regresiones o modos de satisfacción sexual infantiles. La mente consciente, imposibilitada para funcionar normalmente perderá su control y desarrollará neurosis como modos de expresar dicha tensión.

Freud no pudo explicar cómo se desarrollaba el superego en las niñas, debido a que naturalmente éstas no pueden ser castradas. Sus prejuicios sociales le llevaron a elaborar una teoría, llamada complejo de Electra, en la que la vinculación de la niña con sus progenitores se establece en relación a una envidia del pene "ausente" en ella. La mujer es un ser deficiente, castrado, por lo que, según Freud, nunca podrá desarrollar un superego fuerte, lo que justifica su debilidad moral y su mayor

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.7 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com