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Doctrinas políticas a lo largo de la historia


Enviado por   •  7 de Junio de 2016  •  Documentos de Investigación  •  11.719 Palabras (47 Páginas)  •  381 Visitas

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Nombre del Alumno: Janette Bello Colmenares

Matricula: 73016

Grupo: NP17

Materia: Historia del pensamiento político

Docente: Mtro. Daniel Suárez Lara

Número y tema de la actividad: Actividad de aprendizaje 1. Doctrinas políticas a lo largo de la historia

Ciudad y fecha: Chilpancingo Guerrero a 16 de mayo de 2016

Introducción

Existen problemas realmente agudos en nuestra actualidad, pues a lo largo de toda la historia han predominado ideologías que dominaron los lenguajes en los que se expresó el pensar político,  y que detonaron por igual sucesos políticos que acabaron determinando nuestra actualidad.

Hoy en día, en una era de globalización, el Estado que durante tanto tiempo había sido el núcleo del pensamiento político, pasó a ser un actor más y, lo que ha permitido definir el carácter del pensamiento político moderno han sido temas como la inmigración, el comercio internacional, la protección del medio ambiente, los derechos humanos, el terrorismo, la identidad cultural, los nuevos movimientos sociales, etcétera. Un sinnúmero de movimientos como el feminista o el ecologista. La expansión de occidente y los procesos globalizadores que han aumentado la interacción entre tradiciones y lenguajes políticos occidentales y no occidentales. La influencia que ejercieron todos esos pensadores que enarbolaron con fiereza sus ideologías políticas y que afianzaron los grande Estados y consolidaron imperios. De la crítica socialista a la sociedad liberal y capitalista, del surgimiento de las democracias de masas del movimiento sufragista y de la búsqueda de una vía medio democrática que condujo a la creación de los Estados modernos del bienestar.

Por lo tanto es menester indagar en el pasado histórico del pensamiento político para comprender nuestro presente y hacia donde nos estamos dirigiendo tratando de predecir los sucesos que se avecinan; ya que  nuestro presente dista mucho de un Estado de bienestar verdaderamente pleno.

Republicanismo

John Adams en 1787 dijo: “La república es un gobierno donde todos  hombres ricos y pobres, magistrados y súbditos, funcionarios y pueblo, señores y sirvientes, el primer y el último ciudadano, estén sometidos igualmente a las leyes.” Thomas Paine correligionario republicano de Adams, criticó a los que abusaron del republicanismo.  Paine se adelantó a Adams al destacar el imperio de la ley como principio republicano, y afirmó en su panfleto revolucionario El sentido común (1776), que “en America la ley es el rey. Pues de igual forma que en los gobiernos absolutistas el rey es la ley, en los países libres la ley debería ser la ley.”

República es un Estado que sin monarca, pero cuenta con jefe de Estado electo: un presidente. Muchas repúblicas se establecieron bajo monarquías y de forma violenta. En Norteamérica del siglo XVIII, colonos de Gran Bretaña rompieron  con la corona británica para resolver agravios, luego la dinastía borbónica de Francia finalizó durante la revolución francesa.

Paine no era amigo de los monarcas “Cuanto más se aproxime un gobierno a una república menos trabajo hay para un rey”.

La monarquía para Paine y Adams, representaba: el poder absoluto, y ejercido en interés del monarca. Creían que la monarquía era compatible con el republicanismo. Adams decía que la constitución británica es una república, en la que el rey es el primer magistrado; Gran Bretaña, “imperio de leyes, no de hombres”, donde el monarca estaba “determinado por leyes fijas en cuya promulgación el pueblo tiene voz”. No otorgó a sus parientes americanos una libertad similar, negándoles los derechos básicos garantizados a todos lo ingleses y que merecen los hombres libres. Alexander Hamilton habla de la igualdad ante la ley en el pensamiento republicano, apuntó: “La obediencia de un pueblo libre a la leyes generales, por más duras que sean, es siempre más perfecta que la de los esclavos a la voluntad arbitraria de un príncipe”.

El objetivo republicano es liberar del miedo y amenaza de la misma. El republicano idealizado es un hombre libre: ciudadano, no súbdito, con libertad para vivir su vida según las leyes consuetudinarias.

El deber y la virtud cívica

La palabra república nace en el latín “estado” o “cosa pública”, res pública: parecido a la palabra inglesa commonwealth “bien público”. La influencia de la república romana sobre posteriores republicanos, radicaba en el sentido del deber: los invencibles Escipiones, los austeros Catones, que tenían dedicación desinteresada al servicio público.

La pietas (sentido del deber) romana es una virtud cívica, se convirtió en el sello del republicanismo americano donde la cualidad del ciudadano honrado, era su voluntad para servir al Estado y anteponer el bien común a cualquier interés egoísta y de partido; implicaba una intervención en la sociedad y un grado de educación que permitiera la liberación razonada entre personas iguales en inteligencia y con ideas propias. Una consecuencia fue que mujeres y  trabajadores sin propiedades, tenían que depender de la élite de los virtuosos para su protección.

Actualidad

Desde siempre liberalismo y republicanismo se han ido de la mano. El republicanismo consciente del bien público que defiende la participación de la sociedad civil no encaja donde solo se toma al Estado como mediador, cuya función solo es proteger los derechos de los individuos y arbitrar en caso de conflicto de intereses. El republicano tradicional tiene conservadurismo y austeridad social, distan del individualismo económico y la creación de riqueza propios del liberalismo clásico. Hoy la retórica de los derechos individuales parecen haber triunfado sobre los derechos comunitarios. En el caso de Estados Unidos ésta oposición de base es la fuerza creativa sobre la que se desarrolla la dinámica política y cultural de la nación.

La república romana

Se estableció en el 510 a. C. La constitución introducida tras la caída de los reyes era democrática la soberanía estaba teóricamente en el pueblo, pero en la práctica el poder estaba en una oligarquía de 50 familias que tenían la cámara de debate y el Senado. Todos los cargos se ocupaban por un plazo prefijado, los dos consulados estaban limitados por ley y se sometían el veto de los tribunos del pueblo. Esto atrajo a los republicanos posteriores, aunque determinaran el destino final de la república. La corrupción terminó socavando el sistema y fue sustituido por el autocrático régimen imperial iniciado por Augusto el 27 a. C.

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