ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Don de servicio

maritobayonaTesis10 de Diciembre de 2012

670 Palabras (3 Páginas)350 Visitas

Página 1 de 3

Don de servicio:

A mi ver, no debe limitarse a los cuidados materiales y financieros de una congregación, pues la voz se aplica a muy variados ministerios en el texto del Nuevo Testamento. Sin duda abarca el servicio material, pero puede incluir también los más elevados ejercicios del ministerio. (Romanos 12:7; Hechos 6:1; 16:1-2, 2 Corintios 8:4; 9:12; Romanos 15:25-27).

2). Don de enseñanza:

El que enseña dará el tiempo necesario para profundizar en la Palabra, siendo capaz de una exégesis exacta y de una clara definición de doctrinas. Una cadena de enseñadores a través de los siglos es el único medio para conservar la fe en medio de los cambios de ambiente y de pensamiento que produce constantemente la sociedad humana, y aun dentro la llamada sociedad cristiana. 2 Timoteo 2:2,15.

3). Don de exhortar:

El que exhorta es llamado a aplicar los principios de la Palabra a las necesidades de los creyentes en las circunstancias de su día. No se trata de aplicar el palo limpio a las espaldas de los oyentes, sino de una comprensión de las ondas necesidades espirituales que en efecto existen y que han de remediarse, no por ideas carnales, sino por la medicina y el alimento de la Palabra revelada. El ejercicio del don requiere simpatía, firmeza, corazón y claridad de expresión.

4). Don de repartir:

La iglesia local tiene responsabilidades de orden material frente a casos de pobreza y necesidad, de modo que el repartir constituye un carisma tanto como lo demás. Si el hermano que es ayudado percibe un espíritu mezquino, o una actitud condescendiente, se sentirá lastimado. Por eso la condición esencial para el ejercicio de este don es la sencillez o la liberalidad en dar con generosidad. (1 Corintios 13:3; Romanos 12:8; 2 Corintios 8:5; 2 Co. 9:6-7).

5). Don de presidir:

Cualquiera que tenga carisma de guiar. El ejercicio de autoridad de presidencia en la iglesia local requiere una dosis especialmente fuerte gracia y de humanidad, pues al yo carnal le gusta destacarse y mandar. Aquí se trata de un verdadero don del Espíritu. Que debe ser reconocido, sino hay diligente preocupación por la grey y por el adelanto de la obra del Señor no existe señal manifiesta de que el Espíritu Santo haya puesto a tal persona como sobreveedor de la grey. (Hechos 20:28) base obligada para toda ordenanza y reconocimiento.

6). Don de misericordia:

Este don es un poco diferente a los anteriores en un detalle importante: mientras aquellos tienen que ver con el cuidado de las necesidades de otros mediante la aplicación en su caso de dinero o cosas concretas que las cubren, como alimentos, ropa, medicamentos, un techo para cobijarse. Ejercer misericordia es ponerse uno mismo a lado o en lugar del otro, sufrir lo que sufre, o sea, darse a él. Implica un alto nivel de riesgo personal casi siempre, por que compromete no solo lo que cada uno de nosotros tenemos, sino lo que somos. Es el don del que cuida enfermos u rescata marginados, de quien está dispuesto a pasar largas horas con ellos, aun con riesgo de su propia vida.

Todos los creyentes hemos de ejercitarnos en el amor y las buenas obras, ayudando al necesitado siempre que haya oportunidad para ello, pero el don de la misericordia implica darse por entero a las personas que sufren, en la compasión de Cristo. Y recordemos que en fondo, el ejercer de dicho don requiere que tratemos a las personas tal como Dios nos trató a nosotros en su misericordia, no porque lo merecíamos, sino por que precisamente por que estábamos necesitados y en su amor y compasión nos buscó y nos salvó por su sola gracia. (Mateo 5:7; Ro. 12:8).

Toda habilidad, talento, destreza y dones personales se deben a la gracia y bondad de Dios, su providencia

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com