EL CAMBIO DE ESTÉTICA EN EL CARTEL TAURINO

EL CAMBIO DE ESTÉTICA EN EL CARTEL TAURINO

Caminando por la calle, uno puede observar algunos carteles que anuncian alguna festividad taurina, ya se actual, o los restos de carteles de antaño que sobreviven en las paredes y a los anuncios que sobre ponen en ellos, al verlos -quizás- la primera impresión que podría producirnos es: que todos los carteles de ese tipo son iguales, ya que cumplieron con la función de comunicar y transmitir información, durante mucho tiempo estos impresos contenían ornamentos, tipografía, ilustraciones o fotografías similares entre sí, lo que le proporcionaba a la fiesta brava un lenguaje propio y fácilmente reconocible.

La tauromaquia es el arte de lidiar con toros viene del idioma griego ταῦρος, taūros, toro y μάχομαι, máchomai, lucha; aunque la fiesta brava como también se le conoce, se refiere a todo lo relacionado con la práctica de la brega con toros, una muestra sobre este tipo de praxis la ejemplifica el cartel, éste tiene dos acepciones dentro de este contexto, el primero corresponde a los toreros que se presentarán determinado día o festejo y la segunda corresponde al impreso que los anuncia; en este escrito me referiré al segundo caso, en el que el cartel es una lámina de papel u otra materia en que hay inscripciones, figuras y formas en el que se exhibe con fines noticieros, de publicidad, de atributos tales como la ornamentación que son las formas de adorno, la ilustración (que es la estampa), grabado, dibujo o fotografía que adorna o documenta un producto visual y la tipografía que es el elemento visual con el que se representa al texto. Abordare estos elementos en conjunto de la cartelería taurina primero en su forma estética tradicional; después describiré la estética actual y expondré un posible análisis semiológico de los códigos que en ellos se encuentran según la postura de Pierre Guiraud.

Ante la crisis que enfrenta la tauromaquia, entre la tecnología, los animalistas y los diferentes intereses que han hecho que las nuevas generaciones le den la espalda a esta tradición, algunos empresarios de este rubro se han dado a la tarea de hacer convocatorias donde artistas plásticos, diseñadores y otros profesionales dedicados al desarrollo creativo han expuesto su visión de este espectáculo, jugando con los colores, formas, composición, tipografía y demás elementos, dejando atrás la estética de años y años de celebración de esta fiesta, a todo esto ¿será realmente propio el lenguaje y fácilmente reconocible del cartel taurino?¿Qué es lo que ha hecho cambiar una estética tradicional institucionalizada e icónica por una más libre, conceptual y contemporánea?

Las ilustraciones y la composición es lo que sin duda ha dado al cartel taurino un sello característico, las imágenes armadas de escenas de la lidia, majas y otros personajes que se encuentran en el festejo, la imagen del toro y el torero en plena lucha como protagonistas; por lo general suelen ser pinturas realistas sobre la fiesta, la tipografía que indica el lugar y los toreros que participaran en la corrida, así como el formato vertical que desde hace algún tiempo ha tomado el impreso y que no suele cambiar con frecuencia, todo este conjunto de elementos es lo que ha permitido que la imagen no solo del cartel, sino también de la fiesta brava sea reconocible para cualquier tipo de público, y que lo cataloguen como propio de la tauromaquia, pero ¿Es realmente propio?

El cartel taurino así como muchos otros productos publicitarios eran elaborados por los impresores a quienes les interesaba hacer rendir sus materiales como los ornamentos y la tipografía; sobre todo la última donde según Begoña Torres “podemos descubrir en el cartel taurino una evolución tipográfica por familias o estilos, coincidiendo con el natural desarrollo de la misma en el ámbito del impreso en general” por eso podemos encontrar ejemplos donde la estética del cartel está delimitada por la corriente artística o estilo que estuviera de moda en ese momento histórico tal es el caso del Art Nouveau, donde podemos apreciar las tipografías y ornamentos donde los motivos florales son recurrentes y los trazos muy orgánicos; en la ilustración la aparición de hermosas mujeres con el ajuar del torero o un motivo simbólico de la fiesta; la mayoría de estos elementos se disponían en función de los materiales que tuviera el impresor, “la imprenta es ante todo un arte industrial; la producción del impreso ha estado siempre vinculada a determinadas condiciones

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