EL NIÑO Y SU JUEGO
maria_dgApuntes14 de Julio de 2016
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EL NIÑO Y SU JUEGO
El juego es la actividad más seria que realiza un niño.- Esta aseveración aparentemente contradictoria entre los términos "seriedad" y "juego" y un tanto simplista en su contenido, marca sin embargo la esencialidad e importancia que el juego tiene para la vida del ser humano.- Si se señalaba al juego como una de las bases antropológicas de la educación física, en acuerdo total con Gruppe, es menester analizarlo y ubicarlo en el contexto que nos preocupa.- Es bien sabido y aceptado universalmente que a través del juego, como conducta totalizadora, libre, placentera y espontanea, el niño se contacta con el mundo, internaliza sensaciones, conocimientos, pautas de la vida social, etc. que le permitirán, según Paige, la acomodación y adaptación paulatina a la realidad.- De las posibilidades de jugar que tenga un niño dependerá en gran medida el desarrollo adecuado de su efectividad e inteligencia.- El juego del niño pasa por distintas etapas evolutivas que marcan puntos críticos en la evolución desde el punto de vista psicológico y socioemocional, pero la característica constante en las diferentes formas que el juego toma es la actividad sensomotora que lo sustenta; aun en los juegos con predominancia de aspectos intelectuales, lo sensomotor tiene una presencia constante.- Existe en consecuencia una ligazón indestructible entre juego y movimiento, ya que ambos manifiestan la resultante de importantes procesos de crecimiento, maduración y elaboración en todas las aéreas de la conducta humana.- Es evidente entonces que una educación física plena debe establecer con claridad las formas de relación entre juego y movimiento en las distantes fases evolutivas de la niñez, canalizando constructiva y positivamente los impulsos naturales del niño hacia estas formas de expresión.- A pesar de ser conocidas las etapas evolutivas del juego, es necesario en este punto recordarlas y, fundamentalmente, relacionarlas en forma directa con nuestro quehacer educativo, a fin de determinar los limites y también las posibilidades de utilizarlas en forma adecuada a las necesidades e intereses de los niños.-
ETAPAS EVOLUTIVAS DEL JUEGO
- - El juego ejercicio, funcional o sensomotor
La primera manifestación de juego esta imbricada absolutamente con la actividad sensomotora que el pequeño desarrolla en el primer año de vida, como forma sustancial de asimilación de su entorno.- Cada acción o descubrimiento se encadena en secuencias de repetición placentera y libre, manifestada en gestos, movimientos y sonidos.- Esta reiteración aparentemente sin sentido es la base indispensable para que el niño internalice las primeras nociones básicas referidas a los objetos, al espacio-tiempo, a su propio cuerpo y a las relaciones con los demás; posee importancia capital que este accionar sensomotor sea espontaneo y placentero, pasando por la esfera fundamental de lo afectivo ya que es uno de los principios básicos del aprendizaje y adaptación humanos.- Esta conducta de juego, funcional o sensomotor, tiene una vigencia permanente durante toda la vida del hombre (la aparición de otras características del juego, que ya analizaremos, no significa la desaparición de la forma de jugar correspondiente a una etapa evolutiva anterior, sino la integración de esta a los nuevos esquemas intelectivos y sociales) El juego-ejercicio o funcional sigue siendo una fuente constante de satisfacción personal en todas las edades.- Un niño que a los siete u ocho años adquiere una cierta habilidad para realizar la técnica drible, por ejemplo, reiterara una y otra vez el gesto aunque ya no pueda perfeccionarlo, simplemente por sentir el dominio que ejerce sobre la pelota y el placer que esto le causa.- Mas adelante es posible observar a jugadores de alto nivel competitivo realizar reiteradas veces un gesto de lanzamiento al cesto, sonriendo con cada emboque, mientras esperan que llegue el momento de la practica o el entrenamiento formal.- De mas esta decir entonces que en las clases de educación física es sustancial utilizar el concepto de juego ejercicio para lograr la fijación del patrón de habilidad planificado y los esquemas nocionales relacionados con el mismo .- El docente, una vez señalados los objetivos y orientado el aprendizaje debe dar paso al libre y alegre ejercitación; si esto no se logra, significa que el tema no es interesante para el grupo, que lo ha realizado por obligación y consecuentemente , que no será aprendido adecuadamente.- La ejercitación intensa, bulliciosa, un tanto desordenada, es la garantía de que la actividad se ajusta al nivel e intereses de los niños.- Las correcciones o indicaciones realizadas durante estos momentos son asimiladas con mayor naturalidad y precisión por los niños, pues es alto el compromiso afectivo e intelectual.- De estos fundamentos ha surgido el concepto de juego tarea utilizado en el jardín de infantes en todas las aéreas de desarrollo y que , lamentablemente, nuestra escuela primaria por su concepción y la formación de sus docentes pierde rápidamente de vista, con un enorme perjuicio para el estimulo de la creatividad y la educación vivencial.- El profesor de educación física, si está bien orientado y sabe de que se trata, es quien puede acercarse a utilizar el concepto de juego tarea para guiar la adquisición de habilidades y conocimientos relacionados con el área psicomotriz.- No debe confundirse, sin embargo, el concepto anterior con un dejar jugar libre en forma permanente, ya que esto puede no ser formativo y enriquecedor.- El juego ejercicio como tal debe aparecer a posteriori del descubrimiento o del aprendizaje inicial de un movimiento.- E evidente que con el transcurrir de los años la calidad e incluso el interés del niño por esta forma de juego varié notablemente y va dejando paso a una ejercitación consciente y más concentrada de las técnicas de movimiento, en función de su proyección en deportes o actividades expresivas más complejas.- El juego-ejercicio se transforma entonces en una línea sutil de apoyo inconsciente, manifestada en la alegría, buena disposición y placer del niño, el adolescente o el adulto, al enfrentar actividades de practica o entrenamiento aun aquellas que implican vigor y sacrificio.-
2. El juego simbólico
Alrededor del primer año de vida, el niño comienza a manifestar sus primeras simbolizaciones a través de gestos y actitudes que marcan un importante desarrollo de su inteligencia.- Del estadio inicial de imitación, con la finalidad de acomodarse a la realidad alcanzable por él, pasa a un periodo que se prolonga largamente en el tramo , donde el hacer como si se convierte en el fundamento de sus juegos.- Este "hacer como si" le permite asimilar la realidad a sus posibilidades de percepción y elaboración; los objetos y situaciones que no puede controlar son reemplazados por otros u otras que si puede dominar.- Por otra parte, los símbolos utilizados, por ser justamente producto de sus fantasías y pensamiento imaginario, tienen un importante componente afectivo.- Esta forma de juego es característica de la primera infancia y tiene su apogeo entre los dos y cinco años de edad.- Sin embargo , al igual que el juego-ejercicio, los juegos simbólicos no desaparecen y pueden tener facetas de desarrollo muy importantes orientándose hacia el teatro, la mímica y la danza, donde el reemplazo de la realidad por la ficción es el elemento sustancial.- El niño que ingresa al ciclo primario lo hace en un momento de transición entre la etapa del pensamiento mágico donde primaba la asimilación y la del pensamiento lógico concreto, en el cual comienzan a acentuarse los procesos de acomodación y ajuste a lo real.- Al pequeño del primer ciclo lo vemos aun jugando diariamente a los juegos de roles o con juguetes de todo tipo, intercalándolos con otros donde trata de adaptarse a normas de grupo y a técnicas precisas de acción.- Existe una tendencia de los docentes, en relación con esta etapa, a presentar actividades dentro de un marco de fantasía o reemplazo de objetos, nombres o situaciones reales por otras que ellos creen más accesibles para los niños.- "¡A ver como los patitos pasean por el patio!", "¿Quien salta adentro del charquito salpicando mucho?", e infinidad de variantes más en los cuales los pequeños deben hacer prodigios de imaginación para tratar de entender donde están el charquito y el agua en un patio de baldosas desierto que el maestro se le ha ocurrido convertir en una playa.- Esta falsedad de imágenes externas no colaboran para nada con el desarrollo intelectual y motor de los pequeños, pues como camina un pato es algo inaccesible para un niño de ciudad por ejemplo, y las respuestas pueden ser a nivel de movimiento, de cualquier tipo.- No puede perderse el valiosísimo tiempo de clase en hacer mover a los niños sin objetivos claros de aprendizaje.- Mi posición al respecto es muy clara: las tareas motoras son de por si enormemente ricas en significados y valores para el niño; no se necesita en absoluto de imágenes extrañas a la realidad para incentivar la actividad.- Lo que sí es muy probable que de los propios niños surjan símbolos o asociaciones por las características del material o de las propuestas: el ejemplo más simple lo tenemos cuando les entregamos un aro y les pedimos que corran; casi automáticamente surge en ellos la imagen del automóvil manejado a toda velocidad, creándose un juego con sonidos de motores, frenos, bocinas, etc.- Esto sí es válido, pues surge del grupo como creación a partir de la realidad, e incluso es también valido que el docente intercale sugerencias para enriquecer el juego, siempre que no sean imposiciones o estereotipos motores.- Donde aparece más nítido el juego simbólico es en los juegos grupales, tanto los tradicionales y espontáneos que el niño realiza en los recreos (el "poliladron", "la mancha", etc.) como en los que pueden presentarse en la clase de educación física.- Un juego grupal en el primer ciclo, y sobre todo en la primera etapa, necesita de un entorno especial, definición de roles y personajes, un nombre que lo caracterice, le de unidad, marcación de refugios, etc.- Necesariamente aparece la fantasía (la casa, el oso dormilón, etc.) pero acordada para hacer posible el juego de todos juntos (ya vemos aquí como sutilmente surge y se mezcla la tercera etapa evolutiva del juego: el reglado).- Dentro de esa simbología, donde una cuerda larga marca "la frontera", otra en circulo es "el castillo" y el niño con una cinta azul representa al "príncipe veloz", los niños se mueven con plena libertad, corriendo, esquivando, escondiéndose, etc., lo cual les permite desarrollar la habilidad para tener éxito en el juego y participar en la medida de sus posibilidades.- Por supuesto que existe otra simbología mucho más profunda en el juego del hombre, pero no es el caso de tratarla en este trabajo, donde básicamente interesa aclarar conceptos de aplicación directa en la práctica docente, en el cual el juego aparece permanentemente, con la finalidad de que no se confunda su valor y su utilización pedagógica.-
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