EMPRESAS DE PRODUCCIÓN SOCIAL

YUREIMA FUENMAYOR

Entendiendo que hemos sido adaptados a un proceso de producción capitalista donde se explota el hombre y el beneficio que genera esta explotación es para una minoría, justificándose en el avance y modernidad de las grandes ciudades y obviando la importancia de la generosidad y que somos hermanos hijos de una madre que es el planeta tierra, se nos han quitado todos los derechos sobre la ella quien nos alimenta obligándonos a pagar vivir, es decir por todos los dones que nos ofrece nuestro planeta que no es egoísta y que da suficiente para todos, han obligado y oprimido a la mayoría para dominar y obtener el ego ciegos de poder, están acabando con todo lo que nuestra madre tierra no ha dado, (agua, oxigeno, tierra, animales y hasta con nosotros mismos).

Hemos adaptado el capitalismo arraigándolo en nosotros mismos como un cáncer que se desplaza por nuestro ser, sin embargo hay una esperanza para todos los que hemos sido reprimidos por el capitalismo y eso es el conocimiento y el entendimiento que comienza a despertar en nosotros, siendo algunos de los principales responsables de ello Simón Bolívar, Zamora, Sandino, José Gregorio Monagas José Tadeo Monagas, José Leonardo Chirinos y más recientemente el Che Guevara, Fidel Castro y el gran pedagogo Hugo Chávez nuestro Comandante, quien sembró en nosotros el gusanito del despertar de los pueblos

Ahora bien, sabiendo ya que es el capitalismo y a donde nos conduce, comenzando a superar los miedos y entendiendo que es el socialismo, viéndolo como lo describe en su libro Útopia de Tomas Moros, donde describe a Utopía como una comunidad pacífica, que establece la propiedad común de los bienes, en contraste con el sistema de propiedad privada, donde las autoridades son determinadas mediante el voto popular, aunque con importantes diferencias con respecto a las democracias del siglo XX. La describe como una sociedad idealizada.

Moro demuestra, principalmente que todos los ciudadanos aprenden el arte de la agricultura y pueden elegir más oficios, según sus aficiones, aptitudes y las necesidades de la ciudad. La jornada laboral es de seis horas, suficientes para proveer a la comunidad de las cosas necesarias para la vida y para la comodidad. Todos los ciudadanos aptos, hombres y mujeres, trabajan. De las horas restantes del día, dedican ocho al sueño y las horas libres como deseen, pero son estimulados a realizar actividades que desarrollan la creatividad y la inteligencia, como lectura, música, conversación, juegos matemáticos, etc.

Se hace referencia a este libro porque quien lo haya leído entiende el verdadero socialismo, claro está que no es fácil desmontar la estructura ya mantenida durante tanto años y que es imperioso desaprender lo aprendido para comenzar aprender a hacer y a concebir el socialismos como una forma de vida, pero que tenemos que

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