ENTRE EL JUICIO Y EL PREJUICIO

ENTRE EL JUICIO Y EL PREJUICIO

Las personas somos ideas, pensamientos, imágenes, vivencias y recuerdos; somos razón, instintos y locura chocando constantemente, creando tristezas, alegrías, enojos, frustraciones, felicidad... todas y cada una de las personas con las personas con las que convives diariamente ha sido creada con esta fórmula, y tú también lo has sido, sin embargo, como has podido ver en este viaje al que llamas vida, a pesar de ser la misma fórmula, no todos somos iguales, ¿sabes por qué? Porque todo lo antes mencionado ha sido distinto para cada persona. Pretender que todos seamos iguales es como desear que dos cuadrados con distintos perímetros tengan un área idéntica, es imposible, ya que, a pesar de ser la misma fórmula, las medidas son distintas. Ahora, te pregunto ¿El hecho de que los dos cuadrados no sean iguales, implica que alguno de ellos esté mal? Creo que ya ves hacia donde me encamino… no, ninguno de los dos cuadrados está mal, simplemente están; es igual con las personas, no son buenas o malas simplemente por pensar diferente. No podemos decir que una persona es mala solo por lucir de un modo que tú no consideras correcto. Es una locura que siempre queramos excluir a quienes no piensan igual que nosotros, a quienes no sienten lo mismo, a quienes tienen ideas diferentes a las nuestras. No podemos pasar nuestra vida clasificando a las personas por color, género, ideología política o preferencia sexual porque no terminaríamos nunca. Por más que desees, las personas van a seguir existiendo y siendo diferentes. Dudo mucho que logres conocer a alguien que piense, sienta y se vea igual que tú, o como a ti te parece correcto. Dudo que en algún momento logres que todas las personas sean clones idénticos y cumplan con las normas obsoletas que alguien más estableció. Quizá sea hora de detenemos con esta idea, quizá sea momento de dejar de prejuzgar y empezar a juzgar, con la cabeza fría, pensar seriamente si las acciones de una persona realmente merecen todos los insultos que se le han dedicado, si su forma de verse realmente es incorrecta o si en realidad, en ese sentido, lo correcto es algo tan abstracto... quizá ya es momento, quizá ya estamos listos para avanzar todos juntos y empezar a progresar, sin juzgar al otro por cosas que quizá él ni siquiera ha decidido. Es momento de dejar de castigar a todo aquel que "no encaja", momento de empezar a sanar heridas infringidas en el pasado y perdonar los rencores existentes, aceptar que todos somos diferentes, pero merecemos los mismos derechos. Personas son asesinadas diariamente por no encajar en lo considerado "normal", por ser consideradas inferiores o errores. ¿cómo podemos permitir que esto siga ocurriendo? ¿Cómo podemos permanecer impasibles e ignorar lo que claramente está ocurriendo ante nuestros ojos? y tú puedes estar pensando, "yo no hago esas cosas, yo simplemente tengo una opinión y la defiendo sin violencia" quizá no ejerzas violencia física, pero ¿te has detenido alguna vez a pensar cómo se sienten esas personas a las que constantemente señalas con el dedo simplemente por ser diferentes? ¿Has intentado ponerte alguna vez en los zapatos de esa persona a la que tanto has criticado únicamente por sus diferencias? ¿Crees poder entender lo que ha sentido? Yo no te estoy pidiendo que pienses igual que otras personas, yo no te estoy pidiendo que estés de acuerdo con su opinión, solo te estoy pidiendo que entiendas la situación en la que la otra persona puede estar, que ejerzas este valor conocido como empatía que a todos nos enseñan en la escuela, pero muy pocas personas se molestan en practicar. Vamos a dejar de prejuzgar y vamos a empezar a entender al resto de personas, sin importar quién o cómo sean, recuerda que todas las acciones tienen un motivo, y que si lo desconoces no estás en posición de juzgar, ya que caerías en el prejuicio, y ahí está el problema, en el desequilibrio existente entre el juicio y el prejuicio. Creo que ya sabes de qué es hora. Es momento de acercar tus manos a tu alma, y quitarle la máscara que tanto trabajo le ha costado mantener para decirle "tranquila, ahora todo está bien, eres libre” y permitirte sentir, y ser tal como eres, sin miedo a que los demás te juzguen, incluso sin conocerte. ¿Te imaginas lo hermoso que sería eso? Millones de palomas, millones de almas y de vidas volando hacia la libertad. No sé tú, pero yo sueño con el día en que pueda ver ese espectáculo, el día en el que todos se desprendan de la máscara que los esconde y puedan gritarle al mundo, "mira, este soy yo, este cuerpo, este cumulo de ideas, sueños e ilusiones que ves frente a ti es lo que me ha tocado ser, y no tengo miedo de mostrarlo” Una vez, el escritor Oscar Wilde dijo "tenemos cadenas, aunque ninguna mirada las contemple; y somos esclavos, aunque los hombres nos llamen libres". Hay que dejar de ser esclavos, hay que dejar de lado nuestras cadenas, hay que permitir que todos nos observen tal y como somos. No te estoy proponiendo iniciar con una guerra para buscar libertad, te estoy proponiendo terminar con una para conocer la paz. Te estoy proponiendo conocer el equilibrio entre el juicio y el prejuicio.

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