ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ESTILO DE AFRONTAMIENTO ANTE UNA UNA EXPERIENCIA QUE HA MARCADO TU VIDA


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2011  •  2.109 Palabras (9 Páginas)  •  865 Visitas

Página 1 de 9

UNA EXPERIENCIA QUE HA IMPACTADO MI VIDA

Estoy absolutamente convencida que en la vida nada es fortuito, esto es algo que pude aprender desde los nueve meses de gestación en el vientre materno, Tuve el privilegio de contar con una madre que siempre estuvo convencida, que Nuestro Padre nos acompaña en todos los embates que la vida nos depara.

A veces ocurre que no es un solo hecho el que más ha impactado nuestra vida, sino el aparecimiento de hechos casi simultáneos y concomitantes, que son recibidos como una daga que traspasa todo tu ser, y con grandes esfuerzos intentas llegar a ella, hasta arrancártela.

Es así que dan inicio a mi vida, hechos que se sucedían en breves espacios de tiempo y se agolpaban sin parar. Mi madre, mujer intelectualmente brillante, de un liderazgo carismático y de una inmensa generosidad, testimonio auténtico de lo que Dios esperaría de todos; en cuestión de dos meses me convertí en una completa desconocida. Diagnóstico: Alzheimer. En esas etapas iniciales de su enfermedad, fue donde me sentí en una soledad infinita, sentí que algo de mi murió. En esa soledad, mis hermanos aún deliberaban sobre la certeza del diagnóstico.Yo callé.

Bajo ese entorno familiar, habiendo transcurrido 5 años de la enfermedad de mi madre, mi esposo, sufre un desmayo cuando quiso realizar un esfuerzo mayor al rutinario. A partir de ese momento empiezan a realizarle una serie de estudios, y le dicen:” Es necesario efectuar un cambio de válvula cardiaca, implicando esto una cirugía de corazón abierto.” Tengo que mencionar, un antecedente importante, cual es que Neto a sus 21 años, época en que yo aún no le conocía, sufrió un tumor linfático, y esa fue la secuela a largo plazo.

Aquí comienza ese desértico caminar en aquel Centro Hospitalario por el cual experimento sentimientos encontrados, pues tuve que librar duras batallas a fin de que apresuraran la cirugía con resultados infructuosos. Sin embargo también debo mencionar, que llegó a ser mi segundo hogar, donde siempre encuentras personas lindas y empáticas dispuestas a suavizar tu dolor. Fueron duros cuatro meses, en los que tenía que trabajar profesionalmente y a la vez empujar la negligencia de seres humanos, por los cuales siempre, pido a nuestro Padre que sean tratados con toda la compasión, al momento de entregar cuentas finales.

Nunca olvidaré aquel santo barón, cirujano y compañero de mí esposo, que nos habló con voz calma y silenciosa, sobre la posibilidad de post poner sus vacaciones a fin de poder intervenirlo a la brevedad posible. Sin embargo esto no fue aprobado, ya que existen egos tan decadentes y precarios, que lamentablemente, son capaces de poner en juego la vida de un ser humano. Acepté con principio de realidad, la posibilidad de su muerte.

En esta época yo laboraba en una Universidad a la cual me unen vínculos de un eterno agradecimiento y una franca gratitud. Toda la comunidad universitaria se convirtió en mis Ángeles Voluntarios, debido a lo arropada que me sentí ante la angustia que estaba vivenciando.Fue un comportamiento de inmensa solidaridad en muchos aspectos, pero particularmente en uno que realmente me preocupaba sobre manera: donantes de sangre, con una clasificación poco común, requerimiento fundamental, para un proceso quirúrgico de tal magnitud. Esta actitud de forma plenamente incondicional, me hizo sentir la presencia de tantos sirineos que me ayudaron a mitigar en gran medida mi dolor, y prodigarme momentos de mucha paz y de una franca compañía.

Pude comprender, fehacientemente, como en la vida existe aquello que algunos suelen llamar: la ley de las Compensaciones, o lo que bíblicamente se dice “Lo que sembrareis cosechareis”. Sobraron donantes, pese a la escasez de personas con esa clasificación sanguínea. Mi esposo siempre tuvo por costumbre tanto en el país como Europa, en su etapa de especialización, realizar donaciones sanguíneas en forma anual, debido al sentido de gran solidaridad humana que le caracteriza y sobre todo a lo raro de su clasificación sanguínea.

Llegado el día de la cirugía, posterior a una espera de 13 largas horas, casi agónicas, donde siempre estuve acompañada por mi fiel y querido hermano, José y mi ángel guardián Marina, quien con su, paciencia y generosidad, siempre ha sido mi compañía, en momentos de duras pruebas. Ella posee una versatilidad en su forma de ser, ya que a lo largo de 21 años, de ser parte de nuestra familia, ha sabido sortearse diferentes roles, tales como madre, hermana, amiga fiel, y sobre todo excelente cristiana.

Posterior a la espera crítica del primer período post operatorio, realmente fue sorprendente la capacidad de recuperación de Neto, ya que tuve la oportunidad de verle en este primer período crítico, y mi sorpresa fue observar en su rostro un excelente semblante que irradiaba una paz infinita .Estoy totalmente convencida, que por alguna razón sobrenatural, el cirujano cardiovascular, fue un emisario del Señor, que llevaba indicaciones muy precisas en lo que respecta a su calidad como persona, y a su ejercicio profesional. A partir de ese momento, que serían alrededor de las 4 de la madrugada. Pude abandonar en compañía de Marina el Centro Hospitalario, con bastante tranquilidad.

En el transcurso del periodo post operatorio, ya trasladado a casa, sospeché una infección de garganta, a la que mi esposo, como suelen ser los médicos en calidad de pacientes, se resistía tozudamente a ser evaluado. No me explico como logré convencerlo a fin de que lo evaluaran, pudiendo constatar que mi sospecha era una realidad, y mi intuición era acertada Le dieron el medicamento respectivo y llegó a un franco proceso de recuperación. Pude entender, como el amor es capaz de convertirlo a uno, en un ángel guardián, dotado de sólidas habilidades diagnósticas.

Posterior a dicha cirugía y a tres semanas de convalecencia de mi querido Neto, hombre de hogar, tranquilo por excelencia, y de sólidos valores por vocación, se encontró ante una noticia avasalladora, la sospecha del cruel diagnóstico que se refería a mi persona: “cáncer

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.2 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com