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EVAS ADICCIONES .


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2014  •  Ensayos  •  2.309 Palabras (10 Páginas)  •  188 Visitas

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EVAS ADICCIONES

Los ciudadanos acostumbran a caer en adicciones a menudo poco conocidas y muy privadas. Nos damos cuenta principalmente de aquellas que directamente causan molestias o estragos a otros ciudadanos, o bien aquellas, cuyas consecuencias debe remediar la sociedad, como son el alcohol o las drogadicciones. Pero hay muchas otras adicciones nuevas y muy esclavizantes que están aumentando día a día, fruto de circunstancias sociales o causadas por las nuevas tecnologías, que también ayudan a esconder situaciones de soledad personal o de aislamiento. Esta adicción a las nuevas tecnologías se puede dar por una falta de objetivos o por la inestabilidad de la persona ante tantas incertezas que se deben afrontar en el presente, donde es especialmente precario el mundo del trabajo. A ello también puede contribuir la falta de valores, que hace que muchas personas se hundan.

Las nuevas tecnologías ofrecen muchas posibilidades de bien social, pero al mismo tiempo pueden esclavizar a muchas personas ante un ordenador y abocarlas a un diálogo frenético hombre-máquina que hace que pasen largos ratos buscando en Internet. Empuja a los usuarios, incluso, a inagotables juegos en los que se frivoliza la eliminación de personas, es decir, la muerte; a unos enfermizos mundos de adicción al sexo o, simplemente, a buscar por buscar. No es necesario decir que el uso exagerado del teléfono móvil puede obligar a muchos a estar colgados de él en largas conversaciones para expresar cosas banales.

Son abundantes las obsesiones de muchas personas por pasar largos ratos inmersos en la virtualidad de unas imágenes, sumergidas en una irrealidad de la vida. Hay muchos que habitualmente se pasan horas y horas ante el televisor (las encuestas en Cataluña indican más de tres horas diarias de media por persona).

Otras nuevas adicciones no tienen nada que ver con la tecnología, pero también son debidas a un deseo de huida del estrés. Conducen a unas relaciones obsesivas entre la juventud, alrededor de una cerveza o de unas mezclas estimulantes, que se transforman en encuentros rituales, llenos de dimensiones compulsivas. También el ejercicio físico, cuando se hace con obsesión, puede considerarse una adicción; o bien lanzarse a comprar por comprar, situación que puede llevar a ahogarse en un consumismo angustioso con el fin de superar a los demás

ADICCIÓN A INTERNET:

Si bien hay que reconocer que internet ha abierto un mundo de nuevas posibilidades, también en ocasiones es fuente de problemas. Uno de ellos es la adicción a internet.

Un 6-9% de usuarios de Internet son adictos a la red

Entre el 6 y el 9% de los usuarios de Internet están "enganchados" a la red, según un estudio elaborado por psiquiatras españoles.

PERFIL

El perfil del adicto a Internet es una mujer de entre 19 y 26 años, con un nivel de estudios alto, que pasa más de 30 horas a la semana conectada a la red, principalmente para chatear o jugar. El informe señala que en España hay unos 9 millones de usuarios de Internet, de los cuales más del 6% hacen un uso patológico de la red. Este porcentaje "podría ser superior si se contemplaran los menores de 14 años, que no están incluidos en la cifra de usuarios", según el estudio.

Los afectados por el síndrome de adicción a Internet "suelen tener tiempos de conexión a la red anormalmente altos, están aislados de su entorno" y "desatienden sus obligaciones tanto familiares como laborales", advierte el informe.

TIPOS

Existen tres grandes tipos de adictos a Internet:

Los que están interesados en su ordenador y navegan durante horas para encontrar programas e incorporarlos a su equipo.

Los que aprovechan las horas de conexión para relacionarse con otros internautas

En las habitaciones virtuales de charla, algunos usuarios agazapados en el anonimato de un apodo hallan un espacio para quebrar la soledad. 'El chateo es un sistema de comunicación válido, una herramienta que se puede añadir a las existentes, pero resulta problemática cuando destroza otras formas de comunicación', dice la doctora Estévez.

Ése el caso del chateador que lo utiliza como único vehículo para mostrar la personalidad oculta que tiene o desea tener, expresar lo que siente y no comunica verbalmente, o para multiplicarse en diversos actores. Y a través de ese chat penetra en un mundo de realidades paralelas que colman sus necesidades sin peligro alguno.

'Los chateadores que rompen la barrera del anonimato y se citan para conocerse abren nuevas vías de comunicación social, y eso es positivo', dice Estévez. Hay un caso en Granada, donde se reunieron 300, u otros que viajan de chateador en chateador durante las vacaciones. Pero no son la mayoría. Echeburua habla del efecto contrario: de la persona que va alejándose de un mundo real, en el que antes se relacionaba, para encerrarse en otro virtual, donde no padece el miedo a defraudar al otro y en el que la respuesta a sus demandas de satisfacción resulta inmediata.

El doctor De la Gándara asegura que es 'la virtualidad televisiva la que se convierte en tangible en Internet. No le digas a un chateador que su mundo de relaciones es falso, no lo va a aceptar, pues él percibe el chat como algo real en donde puede estar'.

El tratamiento de la adicción a Internet, o a alguno de sus servicios, es casi inexistente. 'Desconocemos la patología del enganchado', asegura el doctor Fernández Liria. 'No se han experimentado terapias que nos permitan decidir entre un tratamiento de fármacos, que palie el descontrol de impulsos, u otro psicoterapéutico, que corrija las conductas dependientes'.

Los chat o los correos electrónicos sirven para edificar amistades a distancia, tontear con una supuesta chica o chico, o hacer el amor virtual jugando con las palabras. De algunos de esos encuentros virtuales surgen matrimonios reales. En Huesca, una provincia con unos 200.000 habitantes, ya han tenido lugar tres o cuatro enlaces. 'El problema de ese tipo de cortejo es el de la desilusión', afirma Echeburua, 'el chateador tiende a crearse una imagen idílica del otro que el encuentro físico no puede mantener'.

Hay otro factor a tener en cuenta: el descubrimiento de Internet genera

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