EVOLUCION HISTORICO CONCEPTO DE LO PUBLICO

¿Usted cree que es en la esfera pública donde el ciudadano ateniense se sentía libre, en oposición al ciudadano moderno donde es en la esfera privada –la que no puede ser objeto de intervención por parte del Estado- dónde el ciudadano se siente libre?

La respuesta es afirmativa desde la concepción de que el espacio público era donde el ciudadano (hombre libre) podía hacer valer su palabra, basados en el Hobolumenos, es decir “cualquier persona que desee”. Sin embargo, desde una perspectiva actual, claramente el sistema democrático griego era excluyente y por tanto era una minoría de la población, la que podía gozar de esta “libertad”. Además de ser evidente el detrimento de la esfera privada asociada a lo inútil y lo ocioso, por tanto el reconocimiento y la valía del ciudadano se dan claramente en la esfera pública.

Sin embargo, La libertad en la antigüedad y en la actualidad se encuentra desarrollada como espacios controlados bajo preceptos del bien común, la diferencia radica en que la apropiación de la participación que anteriormente se evidenciaba por cualquier ciudadano interesado en la problemática pública, ahora existe en regulaciones normativas de espacios políticos para el pronunciamiento de sus necesidades sociales, empero esta participación se realiza a través de representantes y es este quien regula los espacios públicos y privados, evidenciado en declarar derechos fundamentales - inherentes a cada persona – para que coexistan igualmente con otros derechos, siempre y cuando no sean vulnerados por intereses particulares.

Retomando este último criterio y si traemos a colación la teoría del principal y el agente (Gorbaneff, 2003) , es el ciudadano quien delega al estado la administración de sus recursos, sin embargo al considerarse un inversionista minoritario se disminuye el poder de decisión individual considerando su “pequeña participación”, lo que da lugar a que el agente (representantes) se sienta en libertad de actuar a favor de sus intereses personales y no del interés común, lo que se conoce como RIESGO MORAL.

Por tanto, es en las tesis liberales donde se habla de la necesidad de mitigar este riesgo de la intervención del estado a través de gobiernos constitucionales y que realmente se hable de “el gobierno del pueblo” y no del “gobiernos de los políticos” como lo plantea José Nun.

La teoría moderna no niega y de hecho se menciona -en el texto estudiado- que la esfera pública es el espacio donde el hombre se hace libre y defiende su libertad por medio de las palabras. Por lo cual no se considera que el ciudadano moderno se sienta más o menos libre en la esfera pública - frente al ciudadano ateniense-, ya que es el ciudadano quien tiene la potestad de controlar el aparato estatal, a partir de su interés y conciencia de las necesidades comunes.

¿Es lo público moderno una negación de la libertad?

Siguiendo la línea de la respuesta anterior, el problema de la libertad claramente va más allá de las estructuras de control, es evidente que al ser humano le ha resultado difícil dimensionar la libertad, por lo que requiere renegociar valores y establecer culturas que le permitan la convivencia en entornos comunes, dada su naturaleza de inconsciencia y egoísmo. Por tanto, debe establecer los instrumentos y estructuras necesarias para organizarse a partir de una ideología económica y política.

En la actualidad los gobiernos democráticos, como en el caso colombiano, declaran desde su constitución política la libertad de sus ciudadanos como pilar del Estado Social y Democrático de Derecho, por lo menos teóricamente. Sin embargo en la realidad, vemos la aparición de nuevos actores, ámbitos e intereses (globalización) que redundan en la pérdida de capacidad para representar y dar respuesta a las demandas de los ciudadanos, condicionados por nuevos intervinientes y limitando las libertades del individuo.

Así mimos, la esfera de lo público se da a partir del estado-nación y el estado en su acepción política general, significa la institución encargada de realizar el derecho en la sociedad civil; en él se concentra el poder político de una sociedad, es decir el poder de tomar las decisiones que afectan al conjunto de la población (Quiñones, 2008). Esta concepción plantea que la libertad como derecho de participación, siempre se verá afectada por concepción ideológica que presida a la población, ya que esta influencia es decisiva en el pensamiento y la habilidad del gobierno para implementar políticas y acciones positivas que respalden y defiendan los derechos económicos

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