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Economía Homosexual

hale053631 de Marzo de 2013

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ECONOMÍA HOMOSEXUAL

Para empezar con este tema, primero comenzaremos por explicar lo que es un homosexual desde su punto más personal hasta el impacto en la sociedad.

LA HOMOSEXUALIDAD EN LA ESPECIE HUMANA

El tema de la homosexualidad es uno de los más discutidos en el campo de la conducta humana. Tal discusión, que hace poco tiempo todavía era taboo, se ha hecho pública y abierta durante los últimos años.

Por otro lado, es un tema capaz de suscitar vivas preocupaciones, tanto a los padres, como a los muchachos y muchachas en la fase de la pubertad y maduración sexual.

El grado de indiferenciación sexual que caracteriza todo el proceso de la adolescencia, hace surgir todo tipo de dudas en los chicos y chicas acerca de la dirección definitiva que tomará su instinto sexual.

Para ello en necesario enfocar el presente trabajo bajo el supuesto de que las causas de la homosexualidad son múltiples, y que para ofrecer una visión completa del tema debe recogerse información procedente de todos los sectores de las ciencias que tratan del ser humano: biología e historia, genética y sociología, psicología y derecho, etc.

HOMOSEXUALIDAD

En primer lugar es necesario definir de una forma clara el concepto de homosexualidad para que puedan entenderse sus distintas expresiones de conducta, tanto desde el punto de vista de su origen, como de los grados de conducta y sus variables.

Dichas variables deben considerarse desde sus posibles orígenes o situaciones personales, planteándose los siguientes interrogantes:

*La homosexualidad es un estado psíquico o, por el contrario, una forma de conducta aprendida.

*Si entra dentro de una normal posibilidad de expresión sexual, o es una desviación patológica.

*Si para ser calificada como homosexual, la conducta debe ser considerada como una conducta consciente, o también puede ser inconsciente.

*Si tiene sus orígenes en la vida y ambiente familiar o en una aceptación más amplia en la sociedad.

*Si es innata o adquirida.

La teoría que más ha marcado su influencia en las modernas interpretaciones sobre la homosexualidad ha sido la emitida por Sigmund Freud.

Freud afirmaba que la homosexualidad es la manifestación de una tendencia común a todos los seres humanos y que es consecuencia de una predisposición a la bisexualidad, marcada ya en la biología. Según este autor, todos los individuos sufren una fase homoerótica en el proceso de su maduración sexual, en el camino hacia la adquisición de las pautas de conducta heterosexuales.

Para algunos autores, es homosexual quien en su vida adulta tiene relaciones sexuales repetidas y manifiestas con individuos del propio sexo.

Sin embargo una definición que se base solamente en la evidencia de las manifestaciones homosexuales no penetra en los motivos de tal conducta y no distingue entre quienes son homosexuales por sentirse realmente atraídos por individuos de su sexo, y aquellos que practican la homosexualidad por otras múltiples razones, entre las que pueden citarse las situaciones prolongadas de obligatoria privación de contactos heterosexuales (reclusos, marineros, presos), o también por obtener dinero, o por curiosidad, o incluso por rebeldía contra las pautas sociales establecidas, o, por fin, por los intereses y curiosidad exploratoria que tienen lugar en la edad puberal y adolescente.

Marmor propone, siguiendo esta línea de ideas, la siguiente definición del homosexual: "Todo sujeto que en su vida adulta se siente motivado por una atracción erótica definida y preferente hacia miembros de su propio sexo y que de modo habitual tiene relaciones sexuales abiertas con ellos".

ALGUNOS CONCEPTOS ELEMENTALES

El hombre y la mujer pueden experimentar y sentir su sexualidad y sus impulsos eróticos de dos formas distintas: atracción hacia el sexo opuesto (heterosexualidad); o bien, atracción hacia individuos del mismo sexo, en cuyo caso hablaremos de homosexualidad.

Así pues, en principio, la homosexualidad es una tendencia amorosa de un hombre o una mujer hacia individuos su mismo sexo.

El término homosexual está teñido de un intenso matiz de perversión, prejuicios y falsas ideas que la sociedad ha ido acumulando en el transcurso de su historia debido a las presiones tradicionales.

En primer lugar, todo ser humano tiene un potencial intersexual. Es decir, que ya desde su vida intrauterina, desde las primeras semanas, el embrión tiene opción a ser macho o hembra. Su ulterior diferenciación hacia uno u otro sexo dependerá no solo de los cromosomas sexuales, sino también de una variadísima, complicada y delicada serie de influencias que en cualquier momento anterior al nacimiento puede trastornar la sexuación del nuevo ser.

También, una vez nacido, el ser humano sufrirá una serie de situaciones, ya físicas, ya psíquicas y sociales, que le influirán de forma imprevisible en la constitución y consolidación de su personalidad sexual y afectiva. En las propias secreciones hormonales existen puntos de coincidencia e interrelaciones. La clásica oposición entre homosexualidad y heterosexualidad no tiene en la actualidad ningún rigor científico. No pueden establecerse unas determinadas y definidas barreras entre ambas tendencias sexuales. Entre ambos extremos existen todas las innumerables expresiones de la sexualidad humana, que no es única, sino cambiante, variada, múltiple e intermezclada.

En cada uno de nosotros existe una parte de homosexualidad y otra parte de heterosexualidad, más o menos evidente o más o menos compensada.

Además, la homosexualidad no es un fenómeno único. Adquiere variedad de formas y grados, tanto en sus manifestaciones corporales como psíquicas y afectivas. Cada homosexual (al igual que cada heterosexual) vive la sexualidad de forma propia y personal, en una variedad mucho más compleja de lo que cualquier clasificación podría abarcar.

LOS HOMOSEXUALES "VERDADEROS"

En términos absolutos, los homosexuales exclusivos, es decir, aquellos que solamente se sienten atraídos por individuos de su mismo sexo, pueden clasificarse como homosexuales verdaderos. Individuos que tienen una tendencia erótica diferente a los heterosexuales y que no han elegido libremente ser como son, del mismo modo que un heterosexual tampoco ha elegido libremente el serlo. Igualmente no pueden dejar de serlo a voluntad, ya que sus sentimientos forman parte de su personalidad global.

La verdadera homosexualidad no es, pues, un vicio, ni consiste en la búsqueda de sensaciones nuevas. Es una orientación del deseo sexual y de la afectividad, independientemente de la voluntad, hacia el mismo sexo.

El vicio debe interpretarse como una actividad pervertida según un determinado código moral, que presupone el libre albedrío del individuo en la posibilidad de elección.

Es cierto que muchas prácticas homosexuales están motivadas por intereses particulares que pueden ir desde el deseo de experiencias nuevas hasta la prostitución. Pero estos son casos particulares, y en ellos existe, en mayor o menor grado, la posibilidad de elección y de decisión. Pero los verdaderos homosexuales experimentan por los individuos de su sexo lo mismo que los heterosexuales por el sexo contrario.

Cualquier consideración sobre la homosexualidad en general, es aplicable, lógicamente, tanto a los hombres como a las mujeres.

Se denomina lesbianismo o safismo a la homosexualidad femenina, en relación con la isla de Lesbos, en el mar Egeo, en la cual vivió en el siglo V antes de Cristo la poetisa Safo.

En todas las épocas de la historia humana, desde la prehistoria hasta nuestros días, se hallan bellísimas muestras de expresiones artísticas inspiradas en la homosexualidad.

LOS ANTECEDENTES ZOOLÓGICOS DE LA HOMOSEXUALIDAD HUMANA

El hecho de que se haya comprobado que la conducta homosexual (o mejor dicho, bisexual) está ampliamente extendida en las especies animales, incluso en las inferiores, abre la puerta a consideraciones que tienen gran interés por sus posibles implicaciones con la especie humana.

Los animales primitivos, o simples, tienden a ser hermafroditas, o bien actúan como bisexuales. Existen casos de fecundación mutua (lombriz de tierra), y existen individuos que de jóvenes actúan primero como machos (protoandría), y que de adultos se transforman en hembras. Evidentemente deben producirse unas variaciones en sus pautas de conducta en el tránsito de la etapa masculina a la femenina.

Por otra parte, se ha comprobado que las condiciones ambientales modifican el ritmo natural de las costumbres sexuales de los animales. Así, el hacinamiento y la desnutrición provocan en ciertas especies el nacimiento de un mayor número de machos, cuando en condiciones normales se habían reproducido exclusivamente como hembras partenogenéticas durante muchas generaciones.

En los vertebrados, la homosexualidad manifiesta va haciéndose más frecuente a medida que va complicándose su estructura cerebral y va ascendiéndose hacia los mamíferos.

Los posibles factores casuales de la homosexualidad animal pueden estar relacionados, según los naturalistas, con los siguientes hechos:

En primer lugar, la falta de una diferencia clara del sexo de cada miembro de la pareja en especies en las que no existe un completo dimorfismo sexual (ranas), puede producir el acercamiento indiscriminado de miembros del mismo sexo, siendo entonces la conducta de la pareja solicitada la que advierte el error.

También las conductas de agresión producidas por individuos del mismo sexo sobre individuos con actitudes pasivas pueden inducir a error

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