Educación formal y no formal

Actividad: EDUCACIÓN FORMAL Y NO FORMAL. Fe

1. INTRODUCCIÓN:

En la presente actividad se solicita reflexionar sobre la educación formal o “reglada” y la educación no formal o “no reglada” en los Programas Educativos Universitarios para mayores (PUM). Para ello se recomienda la lectura del artículo sobre el “envejecimiento activo y solidaridad intergeneracional, claves para un envejecimiento activo” cuyo autor, José María Roa Venegas, realiza en el Aula Permanente de Formación Abierta en la Universidad de Granada (1).

2. DIFERENCIAS ENTRE LA EDUCACIÓN FORMAL Y NO FORMAL:

Una vez leído y revisado el artículo de Roa Venegas (1), y teniendo en cuenta la opinión personal, además de alguna consulta en el portal de Internet (2), se puede decir que una de las diferencias más sutiles entre la educación formal y la educación no formal reside en que la segunda no es reglada, es decir que sus contenidos no suelen formar parte de los programas y de las competencias que se exigen para el desarrollo, dentro del contexto curricular “normalizado”, en cada uno de los Centros donde se imparte dicha enseñanza, muchas veces fuera del ámbito escolar y/o universitario, siendo una enseñanza poco institucionalizada y complementaria, lo que resulta de su aplicación, a veces como vocacional para adultos, y otras como básica para niños en el ámbito extraescolar. Aunque pueden ser impartidos como contenidos extracurriculares, esto no facilita en el adulto su aprendizaje significativo dentro del entorno profesional donde se pueden caracterizar e implementar las actividades que se exigen en el contexto de las competencias profesionales desarrolladas para cada programa educativo. En definitiva, se trata de una educación que no suele tener cabida en el ámbito curricular ni se desarrolla en las instituciones educativas propias de la educación formal.

Otras diferencias entre la educación formal y no formal (1, 2):

3. EDUCACIÓN NO FORMAL EN LOS PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARA MAYORES:

Para mi entender se trata de una demanda social y que debe ser tenida muy en cuenta dada la capacidad de adaptación al aprendizaje propio de personas mayores. Es por este motivo que pueden realizarse diferentes modalidades de enseñanza, como cursos de formación, siempre con contenidos de interés social muchas veces relacionados con la salud tanto física como mental, la alimentación, la actividad física, o como cooperación y colaboracionismo en entidades tal que organizaciones no gubernamentales (ONGS).

De este modo se pueden utilizar diferentes formatos para su puesta en marcha, más si tenemos en cuenta la situación sanitaria actual derivada de la pandemia por el COVID-19. Tal es el caso de la modalidad semipresencial guardando distancias y protección oportunas, o en formato “Online”, vía telemática, con propuestas de plataformas gratuitas como Google Meet o Teams, a las cuales se puede acceder con un simple “clic” en un enlace que se envía a los usuarios mediante el correo electrónico. Para ello es imprescindible aprender nuevas habilidades por Internet, lo que puede resultar conveniente, muy asequible y sencillo para personas mayores en estas plataformas, al mismo tiempo que más económico que las clases presenciales. Una de las ventajas a tener en cuenta con la aplicación de este modelo educativo semipresencial o de tipo virtual en línea, y atendiendo a la diferencia significativa (P ≤ 0,005) que se observa en el estudio realizado por Roa (2012), con relación al aprendizaje en el medio rural y en la ciudad, es que supondría una ventaja importante derivada del hábitat en medio rural a veces poco favorable para el desplazamiento, además de la situación física propia de la edad.

4. IDEAS PARA FAVORECER LA EDUCACIÓN FORMAL EN LOS PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARA

...