Educación

En estos tiempos tal convulsionados ¿quién no a puesto la mirada en la educación? Educación como agente de cambio, cambios en lo social, económico, valórica, tecnológico, cultural, comunicacional, etc. Todos tenemos muestras miradas y esperanzas en que la educación mejore la calidad de vida de las personas.

Las otras grandes interrogantes que me llevan a reflexionar o a cuestionarme como educadora, son los factores que influyen, inciden o impactan en la formación y educación de los niños y jóvenes. Estoy pensando en las tecnologías, los medios de comunicación, las políticas educacionales, influencias de las culturas juveniles, los sistemas económicos, la globalización y los centros de formación.

Así llegamos a la escuela. La escuela como centro de mediación cultural como dice Pérez Gómez “…un cruce de culturas, que provoca tensiones, aperturas, restricciones y contraste en la construcción de significados” (La cultura escolar en la sociedad neoliberal), donde confluye una diversidad social, donde se espera que sucedan las mágicas y mejores trasformaciones en las de personas.

Aparecen también los diferentes actores de la escuela entre ellos los profesores, cuestionados por carecer de iniciativa, comparados continuamente con los medios de comunicación y las tecnologías.

Difícil ha sido o mejor dicho, difícil me ha sido competir con el abrumador poder sociabilizador de los medios de comunicación de masas y de la A lo largo de estos últimos años hemos vistos como la tecnología ha penetrado en hogares y escuelas. Han cambiado las formas de estudiar, la educación actual no se concibe sin el soporte computacional, tecnología requerida también para ocupar en el tiempo libre.

A través de mis años en pedagogía, he visto pasar el desarrollo de la tecnología. Mis comienzos fueron con la máquina de escribir, máquina que debía ser conseguida porque el costo que tenían en aquellos años, estas máquinas, las hacía de difícil alcance para los estudiantes.

En la actualidad, hemos apreciados los grandes avances tecnológicos, así como la aceleración económica y la gran rapidez en la transmisión de los medios de comunicación, logrando derribar en gran parte las barreras limítrofes para dar paso a grandes mercados logrando la expansión de grandes consorcios y generando una aceleración entre el intercambio comercial entre diferentes naciones. Cabe preguntarse hasta qué punto tiene sentido esta aceleración y avances en la vida de un individuo y en qué medida afecta e interviene en la cultura de una nación o de un pueblo y bien lo sabemos los educadores que somos observadores y actores omniscientes en nuestras escuelas.

Todo cambio social o tecnológico exige de las personas , transformaciones profundas, trascendentales, es decir, que por cada uno de los avances que se han presentado a lo largo de la historia el hombre ha tenido cambios intelectuales, físicos o psicológicos que lo llevan a ser otro, diferente a todo modelo anterior.

Además del fenómeno tecnológico, que nos ha cambiado la forma de vida, tenemos el gran fenómeno de la globalización.

Es importante asumir una actitud de claridad, reflexión e imaginación que haga frente a los cambios que se avecinan. Debemos tomar en cuenta que en este nuevo período mundial sin duda aún permaneceremos sufriendo las viejas reclamaciones políticas y sociales, además de que tendremos que afrontar otras problemáticas que traerán consigo los cambios del nuevo milenio.

Al estar insertos en el mundo globalizado nos da la sensación de que tendremos la posibilidad de resolver los grandes problemas de la humanidad, si fuera así, debemos asumir una posición conciliadora, menos idealista, más interesada en reflexionar sobre las nuevas condiciones, positivas y negativas que sin duda traerán consigo cada una de las acciones globalizadoras.

Es importante considerar que si nosotros como país integrador de diferentes culturas, diversidad étnica y grupos sociales no hemos podido resolver ni atender los problemas de las diferentes culturas, cómo podemos pensar que debido a los avances de la tecnología de comunicaciones podamos hacer frente a las necesidades de bienestar educacional, emocional, social y cultural de las personas. Sin embargo esto es un proceso que lleva tiempo, sobre todo el poder influir a través de la educación cognitiva y valórica en una ética que en verdad se aplique y de solución a estas importantes necesidades humanas.

Entiendo que la globalización no tiene como esencia el resolver nuestros problemas, sino más bien nos hará ver los problemas, en su enorme dimensión y los seres humanos tendremos que desarrollar nuevas actitudes, habilidades y todo, por supuesto , a través de la gran herramienta mágica llamada, educación.

La globalización intenta llevar los beneficios del conocimiento y el desarrollo a la mayor parte de los seres humanos, sin hacer distinción de razas o fronteras. Pero no nos podemos poner al nivel de países con más años de desarrollo y crecimiento, países que nos llevan ventajas en lo social, en el campo científica, tecnológico y educacional. Ellos entraron antes al mundo globalizado. Digo esto porque me viene a la memoria la copia de modelos educacionales que han hecho a otros países.

Sin embargo, para que haya una calidad en este sistema globalizado es necesario que los países consideren los intereses de todos los individuos del mundo, no sea que tal proyecto responda o esté orientado sólo a las necesidades de un grupo privilegiado que pretenda centrar las bases de un nuevo colonialismo sustentado en la tecnología y el poder del comercio.

Según Giddens, “La globalización por supuesto, no está evolucionando equitativamente y de ninguna manera es totalmente benigna en sus consecuencias.”

También se podría pensar que con la globalización mejorará las condiciones de convivencia y comunicación entre las persona. Creo que a la escuela y a la familia les corresponde encontrar el camino de aplicación de estos procesos, apoyados en la globalización. Los profesores debemos formar a futuros profesionales con nuevos paradigmas de desarrollo comunitario, capaces de tener una comunicación basada en valores;

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