El Amor, El individuo y La Pareja
margaritaconceMonografía7 de Junio de 2012
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El Amor, El individuo y La Pareja
Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux que, una vez, hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos -empezó el joven.
- Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... salgan ahora.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- Volaban alto? -preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Cómo lo pediste... ¿y ahora? -preguntó el joven- ¿lo mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No -dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne -propuso la joven.
- No -repitió el viejo-. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y atenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, "vuelen juntos pero jamás atados".
La cucaracha
Una mujer trabajaba en una oficina de correos en California. Un día lamió los sobres y las estampillas en lugar de utilizar una esponja. Ese mismo día se corto la lengua lamiendo un sobre. Una semana mas tarde noto una rara hinchazón en su lengua. Fue al medico, pero no encontró nada raro. Su lengua no estaba adolorida ni nada……
Unos días mas tarde, su lengua comenzó a hincharse mas y le empezó a doler mucho mas, a tal punto que no podía comer. Regreso al hospital y exigió que le hicieran algo. El medico le tomo una radiografía de la lengua y noto una hinchazón. La preparo para una cirugía menor y cuando le abrió la lengua, una cucaracha viva salio arrastrándose. Había huevos de cucaracha en la franja donde se sella el sobre. El huevo pudo encubarse dentro de la lengua debido a la saliva y estaba caliente y húmedo…
La ranita sorda
Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un
pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo
que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas.
Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió.
La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que
era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron:
“¿No escuchabas lo que te decíamos?”
La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.
La palabra tiene poder de vida y de muerte. Una voz de aliento a alguien que se siente
desanimado puede ayudarle a terminar el día, mientras que una palabra negativa puede
acabar por destruirlo.
Cualquiera puede decir,.. palabras que roben a los demás el espíritu que
les permite seguir la lucha en medio de tiempos difíciles.
Tengamos cuidado con lo que decimos, pero sobre todo con lo que escuchamos.
Creación
Cuenta la leyenda que en el principio del mundo,
cuando Dios decidió crear a la mujer; vio que había
agotado todos los materiales sólidos en el hombre
y entonces no tenía mas de qué disponer...
Frente a este dilema y después de una profunda
meditación, hizo lo siguiente:
Tomo la forma redonda de la luna
las suaves curvas de las ondas
la tierna adherencia de las rosas
el trémulo movimiento de las hojas
la forma esbelta de la palmera
las fragancia delicada de las flores
el amoroso mirar del cuervo
la alegría de los rayos del sol
las gotas del lloro de las nubes
la inconstancia del viento
la fidelidad del can
la timidez de la tortuga
la vanidad del pavo real
la suavidad de la pluma del cisne
la dureza del diamante
la crueldad del tigre
la dulzura de la paloma
y el exorbitante ardor del fuego.
El charro y la partera
En cierta localidad a la parte norte del país solía cabalgar un misterioso charro que se aparecía repentinamente a los habitantes. Una noche allí llegó un charro a solicitar los servicios de una partera y la llevó a su jacal, donde la partera asistió a su mujer hasta que parió. El charro regresó al lugar y le pago con varias monedas de oro, pero le advirtió que guardara en secreto el parto o se moriría. Indignada y asustada por la advertencia la partera entró a su hogar y espero a que se retirara el charro. Como no escucho las pisadas de su caballo pensó que seguía fuera de su casa y se asomó a la ventana para descubrir asombrada que no había nadie.
Ella estuvo confundida y recelosa durante varios días por la advertencia y la silenciosa desaparición del charro. Durante varias semanas estuvo absorta en sus pensamientos, y miraba extrañada a sus conocidos. Cierto día le platicó todo lo sucedido a una vecina quien le aconsejó no contárselo a nadie más y dejar las monedas en la iglesia, así lo hizo la partera. Sin embargo, a la mañana siguiente la partera amaneció muerta, pero con el aspecto de seguir durmiendo y algunos rumoraron que escucharon cabalgar al charro cerca de ahí. Se cumplió la advertencia de aquel charro, aquellas monedas desaparecieron y se rumoró que el charro regresó a recogerlas.
Los duencdes
No hay una sola persona que no haya escuchado hablar sobre los duendes. De esas pequeñas criaturas con las que las madres amedrentan a los niños: "Te van a llevar los duendes".
Cuando era pequeño me daba miedo de encontrarme con ellos. Los duendes son unos pequeños hombres en miniatura que miden como medio metro de altura, usan boina grande y visten lujosamente, con trajes de colores. La mayor parte del tiempo andan juntos. Andan por los potreros, cafetales y caminos solitarios, no les importa si es noche o de día con tal de andar vagabundos.
Al visitar una casa se hacen invisibles, molestan
...