El Cambio Esta En Un Sueño

El cambio está en un sueño…

Personajes:

Madre (Nattividad)

Hijo (Leonardo)

Amigo Malandro del Hijo (Marcos)

Amiga Malandra del Hijo (Elia)

Vendedor de droga (Mario)

Colega del Vendedor (Paola)

Colega del Vendedor (Paloma)

Esta el Hijo acostado sin hacer nada, como todo púbero holgazán y entra su Madre muy enojada con él por ser tan flojo. Alrededor hay muchas cosas tiradas por la falta de higiene.

Madre: ¡¿Hasta cuándo piensas ponerte a limpiar?!

Hijo: De que sirve eso.

Madre: ¡Para vivamos como seres humanos!

Hijo: Ah, ok, ¿pero eso de que nos sirve?

Madre: ¡Para vivir a gusto!

Hijo: Si quieres que viva a gusto, mejor cómprame mi Xbox One.

Madre: ¡Ya te dije que no te comprare tu “eks vos juan”!

Hijo: ¡Pero te lo he pedido por mucho tiempo!

Madre: Cuantas veces tengo que decirte que no tengo el dinero para comprarlo, y aunque lo tuviera, no te lo compraría, nunca me haces caso de lo que te indico, ni siquiera lavas el plato donde comes, y ni tu cuarto limpias.

Hijo- ¡Si lo limpio!

Madre: ¡Pero no bien!

Hijo: Siempre te estas quejando y siempre criticas mi manera de hacer la cosas.

Madre: ¡¡Pues hazlas bien!!

Hijo: ¡Ash!

(El Hijo pasa al lado de su Madre, y ella lo retiene con su brazo pero él se zafa y al pasar junto a ella, le da un hombrazo y sale de la casa azotando la puerta. Después el Hijo va caminando por la calle refunfuñando contra su madre con la cabeza agachada, con nudo en la garganta y a punto de llorar. Unos pasos antes de llegar a la esquina ve a unos cholos y saca su celular de la bolsa del pantalón, y lo pone en su calcetín, después pasa junto a dos malandros drogadictos. Ya que uno de los que estaba con ellos se levanta, saluda a uno, le dice que ya le pague, a lo que el Malandro sentado le contesta afirmativamente y se va.)

Malandro: ¿Por qué esa cara “homie”?

Hijo: Por nada.

(El Hijo intenta seguir caminando pero los malandros se levantan y se le ponen delante)

Malandra: Ya cuéntanos, te podríamos ayudar.

(La malandra le fuma a su cigarro de marihuana y se va a volar)

Hijo: Esta bien, les contare…

(Se van los tres a sentar junto a la barda y el Hijo les cuenta toda su historia)

Hijo: […] y así es como mi Madre mi hace la vida imposible.

(El Hijo pone cara de deprimido y enojado a la vez)

Malandra: Mira prueba esto (Le pasa su cigarro)

Malandro: Ella tiene razón compita... mientras estas volando ningún problema te alcanza….

(El Hijo recibe el cigarro, y duda por un momento, pero tras pensarlo comienza a fumar, pero en su primer intento no le sale bien, por lo cual sus nuevos “amigos” se burlan de él. Tras más intentos fallidos, el Malandro le explica cómo, y después de fumar por unos minutos, se queda dormido entre a ellos y cuando ya estaba profundamente dormido, la malandra revisa sus bolsa del pantalón para buscar algún celular, y no encuentra nada, pero no se le ocurre buscar en su calcetín, luego haber buscado sin resultados voltea a ver al Malandro con decepción, y él le corresponde la mirada. Más tarde el Hijo despierta de su sueño y se levanta)

Hijo: Toma (le dice al Malandro ofreciéndole lo que queda del cigarro)

Malandro: Quédatelo será un regalo de tus nuevos amigos (Le sonríe).

Hijo: Gracias.

Malandra: De nada carnalito.

(El Hijo llega a su casa y antes de entrar revisa su calcetín y al darse cuenta de que su celular aún está ahí, hace una señal de victoria. Abre la puerta y al ver a su Madre, esconde el cigarro en su bolsa, pero su madre lo vio)

Madre: ¿Dónde andabas? (Pregunta furiosa)

Hijo: ¡Que

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