El Forastero (comunicacion)
Carlos119z2 de Octubre de 2013
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Actividad a partir de la lectura El Forastero de Alfred Schutz
(1ª parte)
El objetivo de esta actividad es introducirnos al tema de Comunicación y cultura, y a partir de ella empezaremos a identificar y entender los principales conceptos con los cuáles construiremos los contenidos de este tema.
Después de leer el documento (liga):
• En un párrafo, explica de qué trata la lectura.(No hagas un resumen, trata de explicarlo con tus palabras)
• Identifica los conceptos ejes de la lectura y define con tus palabras cada uno.(Son los conceptos más importantes, con los que el autor construye sus planteamientos, por ejemplo: CULTURA es un concepto eje de esta lectura)
• Presenta (explica, dibuja...) un ejemplo en el que operen estos conceptos en la vida real.
• Explica qué relación encuentras con la materia de Comunicación.
El forastero. Ensayo de psicología social.
Alfred Schutz.
En este artículo nos proponemos estudiar, la situación típica en que se encuentra un forastero cuando procura interpretar el esquema cultural de un grupo social al cual se acerca, y orientarse dentro de él. Para nuestros fines, el término "forastero" indicará una persona adulta, perteneciente a nuestra época y civilización, que trata de ser definitivamente aceptada, o al menos tolerada, por el grupo al que se aproxima. Como el ejemplo más notable de la situación social que deseamos examinar es el del inmigrante, los análisis siguientes han sido elaborados, por conveniencia, teniendo presente este caso especial. Empero, la validez de dichos análisis no se limita en modo alguno a él.
El postulante a socio de un club exclusivo, el pretendiente que desea ser aceptado por la familia de su novia, el hijo del campesino que ingresa en la universidad, el habitante de la ciudad que se establece en un medio rural, el "recluta" que se incorpora al ejército, la familia del obrero de una industria bélica que se traslada a una población económicamente próspera, son todos forasteros según la definición que acabamos de dar, aunque en estos casos la "crisis" típica experimentada por el inmigrante puede asumir formas más suaves o incluso no tener lugar.
Como conveniente punto de partida, investigaremos cómo se presenta la pauta cultural de la vida del grupo ante el sentido común de un hombre que vive su vida cotidiana dentro del grupo, entre sus semejantes. Ateniéndonos a la terminología habitual, designaremos con la expresión "pauta cultural de la vida grupal" todas las valoraciones, instituciones y sistemas de orientación y guía peculiares (tales como usos y costumbres, leyes, hábitos, etiqueta y modas) que, según la opinión compartida por los sociólogos de nuestra época, caracterizan a todo grupo social en un momento determinado de su historia -cuando no lo constituyen-. Esta pauta cultural, como todo fenómeno del mundo social, presenta un aspecto diferente para el sociólogo y para el hombre que actúa y piensa dentro de él.(2) El sociólogo (como sociólogo y no como un hombre entre sus semejantes, cosa que sigue siendo en su vida privada) es un observador científico desinteresado del mundo social. Es "desinteresado" en cuanto se abstiene intencionalmente de participar en la red de planes, relaciones entre medios y fines, motivos y posibilidades, esperanzas y temores, que utiliza el actor situado dentro de ese mundo para interpretar sus experiencias en él; como hombre de ciencia, procura observar, describir y clasificar el mundo social con la mayor claridad posible, en términos bien ordenados de acuerdo con los ideales científicos de coherencia, consistencia y consecuencia analítica. El actor situado dentro del mundo social, en cambio, lo experimenta principalmente como un campo de sus actos actuales y posibles, y sólo en forma secundaria como objeto de su pensamiento. En la medida en que le interesa el conocimiento de su mundo social, organiza este conocimiento, no en términos de un sistema científico, sino de la significatividad para sus acciones. Agrupa al mundo alrededor de él mismo (como centro) como un campo de dominación, y en consecuencia le interesa especialmente el sector que está dentro de su alcance actual o potencial. Destaca, de sus elementos, aquellos que pueden servirle como medios o fines para su "uso y goce",(3) para promover sus objetivos y para superar obstáculos.
Dicho de otro modo, el mundo se le aparece en todo momento como estratificado en diferentes capas de significatividad cada una de las cuales exige un grado diferente de conocimiento.
No queremos hacer excesivo hincapié en esta imagen, que ha tenido como propósito principal poner en claro que el conocimiento del hombre que actúa y piensa dentro del mundo de su vida cotidiana no es homogéneo; es 1) incoherente, 2) solo parcialmente claro, y 3) en modo alguno exento de contradicciones.
1. Es incoherente porque los intereses del individuo que determinan la significatividad de los objetos elegidos para su ulterior indagación no están integrados a su vez en un sistema coherente. Solo se hallan parcialmente organizados en algún tipo de planes, tales como los planes de vida, de trabajo y descanso, y de cada rol social asumido. Pero la jerarquía de esos planes cambia según la situación y el desarrollo de la personalidad; la continua modificación de los intereses produce una transformación ininterrumpida de la forma y densidad de los perfiles de significatividad. No solo cambia la selección de los objetos de curiosidad, sino también el grado de conocimiento al que se aspira.
2. En la vida cotidiana, al hombre no le interesa más que parcialmente -y nos atreveríamos a decir que sólo excepcionalmente- la claridad de su conocimiento, o sea, la plena percepción de las relaciones entre los elementos de su mundo y los principios generales que gobiernan esas relaciones. Se contenta con disponer de un servicio telefónico en buen funcionamiento y, normalmente, no pregunta en detalle cómo funciona el aparato ni qué leyes de la física hacen posible ese funcionamiento. Compra provisiones en el almacén sin saber cómo se las elabora, y paga con dinero, aunque tienen apenas una vaga idea de qué es realmente el dinero. Da por sentado que su semejante comprenderá su pensamiento si lo expresa en lenguaje llano, y responderá de manera correspondiente, sin preguntarse cómo se puede explicar este milagroso suceso. Además, no investiga la verdad ni busca la certeza. Todo lo que desea es información sobre posibilidades y comprensión de las probabilidades o riesgos que la situación inmediata determina para el resultado de sus acciones. Para él, la circunstancia de que al día siguiente el subterráneo funcione como de costumbre es casi del mismo orden de probabilidad que la salida del sol. Si, debido a un especial interés, necesita un conocimiento más explícito acerca de un punto, una benigna civilización moderna le ofrece una cadena de oficinas de información y bibliotecas de referencia.
3. Por último, su conocimiento no es congruente. Puede considerar igualmente válidos enunciados que, de hecho, son incompatibles entre sí. Como padre, ciudadano, empleado y feligrés, puede tener las opiniones más diversas y contradictorias sobre cuestiones morales, políticas o económicas.
El sistema de conocimiento así adquirido -incoherente, incongruente y sólo parcialmente claro, como es- adquiere para los miembros del endogrupo la apariencia de una coherencia, claridad y congruencia suficientes como para ofrecer a cualquiera una probabilidad razonable de comprender y de ser comprendido. Todo miembro nacido o educado dentro del grupo acepta el esquema estandarizado ya elaborado de la pauta cultural recibida de sus antepasados, maestros y autoridades como una guía indiscutida e indiscutible en todas las situaciones que se dan normalmente dentro del mundo social. El conocimiento correlacionado con la pauta cultural lleva en sí mismo su prueba; mejor dicho, se lo presupone al no haber prueba en contrario. Es un conocimiento de recetas dignas de confianza para interpretar el mundo social y para manejar cosas y personas con el fin de obtener los mejores resultados en cada situación, con un mínimo de esfuerzo, evitando consecuencias indeseables. Por un lado, la receta actúa como un precepto para las acciones y, de este modo, sirve como esquema de expresión: quien desee lograr determinado resultado debe proceder como lo indica la receta suministrada para este propósito. Por otra parte, la receta sirve como esquema de interpretación: se supone que quien procede como lo indica una receta específica procura alcanzar el resultado que se correlaciona con ella. Así, es función de la pauta cultural eliminar dificultosas indagaciones ofreciendo directivas ya listas para el uso, reemplazar por perogrulladas confortable una verdad difícil de lograr, y sustituir lo discutible por lo autoexplicativo.
Este "pensar habitual", como podríamos llamarlo, corresponde a la idea de Max Scheler de la "concepción relativamente natural del mundo" (relativnatürlicheWeltanschauung);(5) incluye los supuestos "obvios" pertinentes a un grupo social. El pensar habitual puede ser mantenido mientras confirmen su validez ciertos supuestos básicos: 1) que la vida, especialmente la vida social, seguirá siendo la misma que hasta ahora; es decir, que volverán a presentarse los mismos problemas, que exigirán las mismas soluciones, y que, por lo tanto, nuestras experiencias anteriores bastarán para dominar las situaciones futuras; 2) que podemos confiar en el conocimiento
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