El Pajaro Feliz
davidx6413 de Noviembre de 2012
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El pájaro feliz
Hace un par de días papá ha subido al techo a tender la ropa lavada y al regresar nos cuenta que encima del tanque rotoplast una paloma está haciendo su nido cerca de los tendederos mamá le dice que espante a la paloma por que podría malograr el tanque ya que este solo está hecho de un plástico sensible pero papá se niega a espantar a la paloma.
Un lunes por la mañana despierto bruscamente y lo primero que oigo so n los canturreos de un pájaro y yo supongo que debe ser el pichón de aquella paloma que estaba instalando su nido encima del tanque rotoplast.
Pasan los días y aquel pichón no cesa de cantar como si fuese el pájaro más feliz de esta tierra, pero sus constantes cantos matutinos y a toda hora ya empiezan a desesperarme. Aquel huésped cantor que yace en mi techo específicamente encima de mi tanque rotoplast no cesa de cantar y ya se ha vuelto insoportable sus melodías sonoras con las cuales me deleita mañana tarde y noche, aquellas melodías que tal vez tratan de decir que aquel pájaro es muy feliz viviendo en mi techo y lo que particularmente me incomoda es su felicidad la cual busca expresar mediante sus incomprendidas melodías, como diciendo que es mas feliz delo que soy yo o de lo que seré en toda mi vida.
Cuando era niño mi padre me contaba la historia de que unos años antes que naciera tenía un loro grande y hermoso que fue un regalo de mi tío por su onomástico. Me conto que al principio miraba con cierto cariño a aquel loro y le apenaba tenerlo encerrado en una jaula, asi que el soltaba al loro de la jaula y este volaba por toda la casa y el vecindario y al anochecer regresaba. Me decía también que aquel loro a veces solía posarse en su hombro, luego se iba a volar por toda la casa paseándose en ella como si fuese suya, explorando cada rincón, meando y defecando en donde le fuese posible y eso le incomodaba a mi padre, pero lo que más le incomodaba era que el loro tenía la manía de arrancarle los botones de sus camisa y cada vez que mi padre tenía que salir a un compromiso encontraba sus camisas sin botones y más de las veces terminaba cociendo sus camisas presurosamente para no llegar tarde a sus compromisos.
Una noche que mi papa se alistaba para salir encontró su camisa sin botones (algo que ya se había vuelto normal) agarro sus aguja e hilo empezó a coser presurosamente, la sorpresa se la fue a llevar cuando intento abotonarse el saco y noto que les faltaban los botones en ese momento el loro se posó encima de su hombro y mi padre dijo:- ¿Qué voy a hacer contigo loro?
Y el loro posado encima del saco meo con toda naturalidad, mi padre al darse cuenta de aquello bofeteo al loro y con ruda voz dijo<<Lárgate de mi casa>> y el loro pareció haber entendido el mensaje se marchó y nunca más regreso.
Aquel recuerdo de ese loro que incómodo y fastidio a mi padre parece haber vuelto reencarnado en un pequeño pájaro cantor que si bien es cierto hasta ahora no me a arrancado ni un botón de una camisa, pero si me a arrancado la poca paciencia que tengo con sus chillidos y alaridos y gracias a este ya no puedo estudiar, ya no puedo dormir, ya no puede escribir.
Siempre pensé que el acto de mi padre al bofetear al loro fue malo y agresivo pero ahora se que fue un acto de valentía de defensa personal, y bien merecido se lo tenía el loro
Hoy desperté gracias a uno de los ruidosos conciertos que aquel pájaro feliz suele ofrecer en el techo, pero esta vez me colmo la paciencia (si es que aun la tengo) así que salí en pijama y me dirigí al techo y observe a un pequeño pájaro en el tendero y sigilosamente cogí una piedra le apunte al pájaro y por alguna extraña razón le di a aquel pájaro y en ese momento como alguna vez lo dijo mi padre, dije yo con mucho énfasis<Lárgate de mí techo> y fui testigo
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