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El Papel De La Educación cívica En La Democracia


Enviado por   •  21 de Abril de 2013  •  1.415 Palabras (6 Páginas)  •  410 Visitas

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EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN CÍVICA EN LA DEMOCRACIA

La educación cívica es un proceso a través del cual se reflexiona acerca de las normas y los principios que han regulado en el pasado y en el presente las relaciones humanas en las diversas estructuras sociales que ha creado el hombre – la familia, el trabajo, el sistema educativo, el gobierno, etc.-, y promueve la adopción o consolidación de aquellas normas, principios, valores y actitudes que permiten una mejor convivencia social y la participación e integración del individuo en la colectividad.

La educación cívica busca desarrollar en los individuos la capacidad de reflexión crítica del entorno y potenciar su sensibilidad y su voluntad para vivir bajo principios éticos y humanistas, tales como reconocer la dignidad, el valor y la autonomía de todos los individuos, el asumir nuestras responsabilidades y deudas con los otros, las virtudes de la empatía (o buena disposición), el uso de la razón para fundamentar nuestros juicios éticos y la disposición al cambio a la luz de las realidades que se vayan produciendo y a las expectativas futuras.

Hoy la educación cívica pone como punto de partida y llegada al hombre, pero siempre teniendo presente que es un actor social. Busca que el individuo valore los principios de la democracia, como la cooperación, la solidaridad, la responsabilidad y la participación, en cuanto a elementos esenciales para la resolución de los problemas que nos aquejan como sociedad.

En el proceso de transición por el que atraviesa nuestro país, es de vital importancia reflexionar acerca de cuán democráticos somos los mexicanos culturalmente hablando, ya que la vivencia cotidiana de los valores y principios propios de un régimen democrático por parte de la sociedad es indispensable para que la transición sea exitosa y permita que el establecimiento de la democracia sea duradero.

El proceso de transición política fue recibido con entusiasmo por los mexicanos, en particular se conformó una serie de expectativas a partir de 2000 con la llegada al poder de un partido distinto al que gobernó el país durante 71 años. Sin embargo, a pesar de que la democracia cuenta con una amplia legitimidad, la confianza en las instituciones está disminuyendo. El escaso avance económico, junto con la corrupción y los escándalos políticos han sido factores para que la población se desencante por lo público.

Si bien se ha registrado un cambio de actitudes, por ejemplo, respecto a la participación política, la tolerancia, la diversidad, etc., tal cambio ha sido mínimo. De hecho la posibilidad de apoyar esquemas autoritarios es considerable; para muchos mexicanos, la incertidumbre propia de los procesos de transición política no es agradable ni aceptable, por lo que consideran que un líder político fuerte que controle la situación del país es bueno o muy bueno, e incluso hay quienes consideran que tener un gobierno militar resulta adecuado. Así mismo, existe una tendencia a preferir sacrificar las libertades civiles y políticas antes que verse sumidos en la inestabilidad política o económica.

Se puede señalar que la población con menor escolaridad es más propensa a sostener actitudes autoritarias o de intolerancia, mientras que la que cuenta con mayor escolaridad es más probable que exprese actitudes de apoyo abierto a la democracia. No obstante, entre quienes se muestran propensos a sostener actitudes autoritarias e intolerantes no se observa una clara diferencia escolar, se encuentran escolarizados y no escolarizados.

Con base en estos datos, es posible afirmar, la importancia de la educación cívica como un instrumento que incida en el proceso de conformación de una cultura democrática, por la que los ciudadanos comprendan y hagan suyas en la vida cotidiana las ideas, instituciones y prácticas propias de la democracia, sean ciudadanos activos, conscientes de sus derechos y obligaciones, y sienten las bases para recrear el tejido social y el empoderamiento de la sociedad civil.

Sin embargo, el principal desafío que enfrenta la impartición de la educación cívica en primarias y secundarias es el choque entre la teoría y la realidad, entre lo que está plasmado en los programas de estudio, lo que se enseña en clase y lo que se experimenta en la vida diaria. Aunque se hace una propuesta pedagógica basada en el constructivismo, a fin de que los nuevos conocimientos se refuercen de manera vivencial en el aula, la familia,

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