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El Proceso Y Los Componentes De La Investigación Científica

nelson.perez29 de Enero de 2012

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El proceso y los componentes

de la investigación científica

1. Introducción

2. Cuestiones epistemológicas

3. La selección del tema

4. El planteamiento del problema de investigación

5. El marco teórico y el planteamiento teórico

6. Las hipótesis y la operacionalización de las variables

7. La recolección de datos

8. Análisis de datos

9. Presentación de los resultados

10. Síntesis esquemática del proceso de la investigación científica

11. Cuatro modelos de diseño de investigación

12. Bibliografía

http://www.monografias.com/trabajos25/investigacion-cientifica/investigacion-cientifica.shtml

A todos los que recorren los difíciles caminos de la producción de conocimientos.

INTRODUCCIÓN

El conocimiento científico es el resultado de la investigación científica, es decir, de una actividad sistemática, controlada, empírica y crítica. Es sistemática y controlada porque implica la existencia de una disciplina constante para hacer investigación científica y que no se dejan los hechos a la casualidad. Es empírica porque se basa en fenómenos observables de la realidad. Es crítica porque juzga cons-tantemente de manera objetiva y elimina los subjetivismos personales y los juicios de valor (Sierra, 1984).

“Un objeto de investigación, por más parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y construido sino en función de una pro-blemática teórica que permita someter a un sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los problemas que le son planteados” (Bourdieu y otros, 1990: 54), de ahí que se consti-tuya en axioma que la investigación científica parte de un cuerpo de conocimiento científico existente (al que Kuhn llama “ciencia normal”, Bunge “fondo”, y García “marco epistémico”).

Pero el conocimiento no es nunca un estado, sino un proceso influido por las etapas precedentes de desarrollo. Tampoco se trata de un desarro¬llo del conocimiento lineal, donde cada etapa reempla¬za a la precedente y que conservaría algún vínculo con esta última, pero sin ninguna relación con las primeras.

En realidad, el proceso es muy diferente. En efec¬to, las etapas del saber no se suceden simplemente en un orden lineal, sino que, por el contrario, cada estadio o período comienza por una reorganización de lo que heredó de los precedentes estadios o períodos (Piaget y García, 1989).

Ahora bien, si toda investigación científica es un proceso cau-sal compuesto por una serie de etapas, las cuales derivan unas de las otras, ¿cuál es este proceso? Antes de iniciar el recorrido del proceso, es necesario dejar manifiesto que no existe una “fórmula” o un proce-dimiento rígido para la obtención de los conocimientos científicos (Ro-jas, 1993), la creencia en su existencia es un obstáculo epistemológico. Ninguna metodología y ningún proceso de investigación pueden concebirse de manera lineal o mecánica, tienen que adecuarse heurísticamente a las características del objeto de estudio y a la realidad que se investiga.

La exposición está organizada en nueve secciones que trata las cuestiones epistemológicas, la selección del tema, el planteamiento del problema de investigación, el marco teórico y el planteamiento teórico, las hipótesis y la operacionalización de las variables, la reco-lección de datos, el análisis de datos, la presentación de los resultados, la síntesis esquemática del proceso de la investigación científica y, por último, presenta cuatro modelos de diseño de investi-gación.

Este libro no aborda la construcción de técnicas ni instrumen-tos para la investigación. Para estos aspectos específicos recomiendo, entre otros, algunas excelentes publicaciones como Técnicas de investigación social. Teoría y ejercicios de R. Sierra Bravo (1985), Los métodos de investigación en las ciencias sociales de L. Festinger y D. Katz (1987), Los elementos de la investigación. Cómo reconocerlos, diseñarlos y construirlos de Hugo Cerda (1993), Metodología de la investigación de Roberto Hernández y otros (1995).

I. CUESTIONES EPISTEMOLÓGICAS

Este apartado pincela el panorama del estado epistemológico contem-poráneo en las ciencias sociales, enfatizando de manera especial en la construcción del objeto de estudio, la falsa neutralidad de las técnicas, los obstáculos epistemológicos, la vigilancia epistemológica y los paradigmas contemporáneos. Bourdieu, Bachelard, García, De la Garza, Popper, Kuhn, Gutiérrez y Sierra son los principales contribu-yentes en el desarrollo de esta exposición.

1. La construcción del objeto de estudio

El hallazgo de un trozo de cerámica puede despertar diferente interés en el alfarero, el pintor, el historiador, el antropólogo y el arqueólogo. A partir de este mismo objeto empírico, pueden ser construidos diversos objetos de estudio. Si consideramos con de Saussure (1985) que “el punto de vista crea el objeto”, entonces una ciencia no podría definirse por un sector de lo real que le correspondería como propio, ya Marx señaló que la totalidad concreta, como totalidad del pensa-miento, como un concreto del pensamiento es, in fact, un producto del pensamiento y de la concepción (Bourdieu y otros, 1990).

Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos que no tienen nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua. La epistemo¬logía empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y sociología como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo como división real de lo real. No será posible construir el objeto de estudio sin abandonar la investigación de esos objetos precons¬truidos, hechos sociales demarcados, percibidos y calificados por la sociología espontánea, o “problemas sociales” cuya aspiración a existir como problemas son tanto más grandes cuanto más realidad social tienen.

Un objeto de investigación, por más parcial y parcelario que sea, siempre tiene que ser definido y construido en función de una problemática teórica que permita someter a un sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los proble-mas que le son planteados. Por eso es importante no perder de vista que lo real no tiene nunca la iniciativa puesto que sólo puede responder si se lo interroga. Bachelard y Piaget ya postularon que el vector epistemológico va de lo racional a lo real y no a la inversa.

En esta reflexión resulta interesente la aproximación a los “Conceptos básicos para el estudio de sistemas complejos” de Rolando García. La postura epistemológica obvia de García es construccionista. Afirma que “ningún sistema global está dado en el punto de partida de la investigación. El sistema no está definido, pero es definible. Una definición adecuada sólo puede surgir en cada caso particular en el transcurso de la propia investigación” (García, 1986: 46), esta afirmación antiempi¬rista niega que las características del sistema estén dadas y sean accesibles a la experiencia directa de cualquier “observador neutro”.

Rolando García advierte que antiempirista no significa antiempírica. El tipo de ciencia del cual nos ocupamos es empírico. El empirismo es una teoría según la cual hay observables que: a) consti-tuyen el punto de partida de todo conocimiento, b) se dan directamente en la percepción; c) son “neutros”, es decir, los mismos para todos los individuos y comunes a todas las disciplinas. La crítica a dicha posición gira en torno a los términos “observables” y “hechos”, que tomadas en sentido literal, las afirmaciones empíricas son insostenibles, porque no existe “observables” asequibles a la “experiencia directa”, no existe una “lectura directa” de la experiencia, porque ésta siempre está cargada de teoría. Como observó Piaget, no hay observables puros; es decir, todo observable supone una previa construc¬ción de relaciones por parte del sujeto.

Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible, en una materia prima que provee la experiencia, pero cuya organización depende del sujeto. Lo anterior excluye que el conocimiento de la realidad se genere por observaciones y por generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el subjetivismo en ninguna de sus varian¬tes, en tanto se considera el conocimiento como un fenómeno social y, por consiguiente, intersubjetivo.

La posición enunciada conduce a establecer distinciones importantes entre datos, observables y hechos. Los observables son datos de la experiencia (elementos de información) ya interpretados. Los hechos son relaciones entre observables. De ahí resulta que cuando un investigador registra hechos, no es ni puede ser un obser-vador neutro. Sus registros tendrán dos componentes: serán representativos de una “realidad objetiva”, pero corresponderá a sus propios esquemas interpretati¬vos. Este último componente habrá funcionado en tres momentos distintos: a) en la búsqueda y selección de los datos; b) en la interpretación de esos datos, es decir, en aque-llos que registre como observables; c) en las relaciones que establezca entre dichos observables, para señalarlos como hechos.

La afirmación según la cual no hay observables puros puede reformularse en los siguientes términos: cuando un investigador se aboca al estudio de un problema, no parte de cero sino que pone en juego un conjunto de

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