El Sueño Era Cipango

Introducción

Esta obra la cual lleva por nombre el Sueño era Cipango, nos da a relucir de una forma muy concreta el comportamiento de los primeros castellanos que arribaron a la isla. Cuales eran sus intenciones para con los habitantes y las riquezas que esta tierra poseía.

En este trabajo hablaremos a fondo de esta obra tratando siempre de dar nuestro punto de vista critico, para poder calificarla y sacar cual es el mensaje que nos deja.

Tratando siempre de ver que motivo al autor ha escribirla para así poder captar el verdadero desenlace de esta.

Reseña critica y biográfica del autor:

Su autor es Bruno Rosario Candelier, Oriundo de Moca, Rep. Dom. Nació el 6 de Octubre del 1941. Posee un Doctorado en Filosofía Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y una Licenciatura en Educación por la Universidad Pontificia Católica Madres y Maestra, de Santiago, donde ejerce la docencia en su especialidad. Es miembro de varias instituciones culturales como son: Academia Dominicana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

Ha inspirado la creación de quince Grupos Literarios en diferentes poblaciones dominicanas y españolas, y es un activo organizador y participante como ponente de coloquios, conferencias y seminarios sobre temas culturales y literarios.

Entre las obras que a publicado se encuentran:

• La Poesía de Emilio García Godoy (1975)

• Lo popular y lo culto en la poesía dominicana (1977)

• Un texto, un análisis y una entrevista (1979)

• Ensayos críticos (1982)

• La imaginación insular (1984)

• Ensayos literarios (1986)

• La creación mito poética (1987)

• Tendencias de la narrativa dominicana (1988)

• La narrativa de Juan Bosch (1987)

• Entre otras de origen mas reciente

También es coautor de otros libros. A recibido el Premio Internacional del Instituto de Cultura Hispánica, de Madrid, Premio Siboney y de Ensayo y Premio Nacional de Ensayo.

Con esta obra "El Sueño era Cipango" el autor recrea la historia de la Isabela y explora el sentido del primer asentamiento hecho por los conquistadores en el Nuevo Mundo con una visión mística inspirada en el Interiorismo.

Determinar relación entre el título y el contenido:

La relación se centra en que los conquistadores a la llegada a nuestra isla, traían el sueño del cipango, el cual consistía en vivir una vida de placeres, en la cual pudieran cumplir todos sus deseos (amor, sexo, oro, poder, conquista, sabiduría, etc.). Al cual ellos denominaban el Sueño del Cipango.

La Historia que se cuenta:

a. La conquista de nuevas tierras; su dominación, saqueo, control político (dividido en dos partidos: Roldanistas y Colombistas) así como la esclavitud y bajeza social a que fueron sometidos sus primeros habitantes (tainos)

b. El asunto Central:

c. El argumento:

Todo empezó una mañana de enero cuando los conquistadores capitaneados por Cristóbal Colón (en su segundo viaje) avistaron la Española. Llegaron al fuerte de La Navidad el cual encontraron totalmente destruido, debido a un ataque por parte de los nativos de la isla, debido al constante abuso al cual habían sido sometidos por parte de los que se quedaron en este fuerte.

Con el almirante venían mil quinientos castellanos formados por frailes, militares, siervos, y gente de toda clase social. Estos se dieron cuenta del porque había sido destruido El Fuerte de La Navidad y decidieron encontrar al culpable y a la ves formar otra villa a la cual llamaron La Isabel, inspirados en que debía ser distinta a la ya destruida, en la cual se viviera un ambiente de paz y armonía con Dios, los taínos y castellanos. Pero desde el principio no fue así pues empezaron con los abusos en contra de los indígena, usándolos para el trabajo pesado y demás trastornos a los cuales estos no estaban acostumbrados.

Desde su llegada los castellanos quedaron impresionados con las maravillas que le ofrecía el nuevo mundo, y empezaron la construcción de la nueva villa, amparados en el trabajo, recolección de oro y las nuevas tierras que el almirante ponía a su disposición junto con la mano de obra indígena que este le ofrecía.

Como se ha de saber los indígenas se resistieron, muchos murieron otros fueron asesinados cruelmente delante de los ojos de sus familiares, y de esta manera empieza la confusión y desorden en el poblado de La Isabela, el cual fue incitado por la constante lucha por el poder, movido por un aire de justicia, comprensión, desarrollo. Su dirigente era Francisco Roldán el cual se convirtió en unos de los principales contrincantes del Almirante y Gobernador de la isla Cristóbal Colón hasta el punto de efectuarse constantes enfrentamientos y discusiones y hasta la división del pueblo Isabelino.

No obstante al principio los castellanos vivían un verdadero festín con las numerosas indígenas, el inagotable oro, que extraían de la tierra y la belleza natural del paisaje y bella tierra fértil que tenían a su disposición. Pero como ha de saberse no todo lo que brilla es oro, pues después de un tiempo empezaron las dudas, de que se hacía con el oro que el pueblo daba como impuesto, y seguido por las constantes injusticias cometidas por el gobierno del almirante.

Como ha de suponerse el pueblo se dividió en dos bandos contrincantes los Roldanista seguidores de Roldán y los Colombistas dirigidos por Colon. Hasta los frailes tenían sus gustos políticos, estos motivados por su estilo de vida, otros incómodos por la forma en que se trataban a los indígenas por parte de los conquistadores.

Mientras los políticos peleaban los jóvenes de La Isabela sacaba el tiempo para enamorarse, cantar, bailar y hablar con sus buenos amigos entre este se encontraba Juan Francisco y su amigo inseparable Miguel, el cual se la pasaban cantando de ves en cuando en la plaza, enamorando a las constantes bellezas Isabelinas como son Laura, Margarita, Aurora entre otras indígenas como Toeya, Igsa, etc. Pero también estaban consiente del grave problema que esta afectando a la Villa.

Juan Francisco se queda impresionado con la belleza de la indigena Igsa Cipadya

...