El análisis de la política de Hannah Arendt

Por otro lado, la política se sitúa en la actualidad como la forma de participar en la sociedad únicamente desde la democracia, vista ésta igualmente como la forma de ejercer el derecho al voto y escoger a los representantes que se supone crearan las leyes por las cuales se ayudaran a llevar una “buena convivencia”, limitando así el término de política únicamente a lo técnico, con esto nos referimos a las leyes las cuales desconocen el verdadero significado de la política, por ende la política se refiere al actuar en el mundo con los otros, el participar en él, las formas de entenderlo desde el discurso, la palabra y la pluralidad.

Así entendemos por política lo que Hannah Arendt analiza de ésta, lo que significa que la política es la acción en el mundo acompañada de la palabra, de la dialogicidad, ya que en la medida en la que se percibe el mundo desde distintas perspectivas se puede igualmente situar al individuo en él, en la realidad en la que se encuentra inmerso, jugando aquí un papel importante la palabra, ya que es a través de esta se puede compartir con los demás, porque se pueden escuchar diferentes posiciones del mundo todo lo anterior da paso a la pluralidad por medio de los cuales hombres y mujeres pueden ser vistos y escuchados.

Es así como la acción se convierte en la praxis de la política por medio de la palabra y la pluralidad, asimismo las personas pueden actuar políticamente desde su experiencia en el mundo, desde su pensar y entender el mundo, tener participación en este no desde la individualidad si no con el compartir con los otros, hablar y dialogar con ellos, construir con ellos, entendiendo así que la política hace parte de la vida de cada persona, que esta puede ser practicada en todos los momentos en los que los hombres y mujeres se relacionan con los demás y construyen con ellos. Arendt dice:

La acción solo es política si va acompañada de la palabra, del discurso. En la medida en que siempre percibimos el mundo desde distinta posición que ocupamos en él, solo podemos experimentarlo en el mundo común desde el habla. Sólo hablando es posible comprender, desde todas las posiciones, cómo es realmente el mundo; siempre y cuando la palabra convierta en significativa la praxis. (Arendt, 1997: pag34)

Otro concepto a destacar dentro la de la política es la formación de ese sujeto político como bien lo define Ignacio Martín-Baró:

“El ser humano es un sujeto político que se constituye a partir de un proceso de socialización que se da en una relación dialéctica individuo-sociedad orientado a un contexto histórico determinado”.

No solamente para que el sujeto sea político necesita hacer uso de la palabra, el socializar y el construir el mundo, sino que es importante que el sujeto se encuentre en un marco histórico-contextual, en el cual él es un “producto” de acuerdo a la interrelación que empieza tener desde la infancia hasta la actualidad, pero todo esto se encuentra enmarcado dentro de un contexto socio-cultural determinado, lo que le permite construir su identidad con aquello con lo cual se sienta identificado esto se podría llamar el yo-sociedad, pero para que esto suceda no debemos olvidar que para que el ser humano pueda estar sujeto debe socializar no en un sentido genérico, sino como algo histórico.

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