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¿El estudiante es manso o menso?


Enviado por   •  28 de Octubre de 2015  •  Biografías  •  2.822 Palabras (12 Páginas)  •  142 Visitas

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Introducción

¿El estudiante es manso o  menso?

Dentro del primer capítulo se relata el perfil ambiguo que poseía tanto del docente como el estudiante, en mi perspectiva como estudiante propedéutico de la Universidad de Guayaquil, de la Facultad de Ciencias Químicas el papel que ocupa el docente siempre debe ser de emisor, que transmita su aprendizaje de forma perspicaz que llegue al estudiante, que lo impacte, que lo persuasiva de tal forma que, llegue a un pleno conocimiento.

Indirectamente el estudiante desde siglos pasados ha formado parte de un gremio mancomunado, que lucha con una supervivencia, de carácter pasivo que no le permite desarrollarse, desenvolverse, y manifestarse como persona y estudiante.

Les contare un ejemplo de mi vida cuando recién empecé mi etapa escolar de jardín:

‘‘Cuando yo ya tenía 2 meses en la preparatoria, mi maestra de jardín utilizaba varias técnicas de entretenimiento para fortalecer los vínculos de amistad con mis demás compañeros, puesto que a mí no me agradaba hacer ninguna de las dinámicas que ella nos hacía practicar, pero sus ideas de entretenimiento variaban de acuerdo al ánimo con el que nosotros veníamos desde nuestros hogares. Poco a poco al pasar del tiempo, me inyectó la adrenalina para producir en mi persona, una motivación avasalladora, a mis demás compañeros de la preparatoria les gustaba cada cosa que la maestra hacía, pero a mí me costó receptar cada parte que realizábamos, en efecto, esto trajo consecuencias porque eran talleres de actividades, por consiguiente, siempre sacaba bajas calificaciones, pero me ayudó en años anteriores, siempre me quedo de lección algo, que mi maestra nunca se porto egoísta, siempre trataba de ponerse en los zapatos de los demás, no tan solo hablando ella misma, sino escuchando a los demás para ella dar su opinión de consejos, esto para mi represento una gama de experiencias que quedan inmortalizadas en mi mente y en mi corazón, y me permiten con mi desarrollo del aprendizaje como estudiante.

Continuando con mis diferentes puntos de vista, en años anteriores los docentes utilizaban una metodología en la cual ellos adoptaban una postura rígida, que consistía en que unicamente ellos sabían del tema y de que nadie más los superaba en conocimientos, puesto que los estudiantes se sentaban en sus asientos a escuchar al maestro y cumplir con sus deberes y obligaciones morales. Pero no tenían esa oportunidad o alcance para poder interpretar sus propias ideas como más conveniente les parecía, sino que estaban sujetos a un patrón o a una norma llamada silencio perpetuo dentro de las horas clases. Las barreras de aprendizaje siempre han existido, esto surge debido a la inconstancia predominante por parte del emisor y no del receptor, es que todo depende del emisor para que el receptor capte las ideas que se quieran transmitir mediante el aprendizaje de oralidad que imparte dentro de la cátedra que expone.

La Mediocridad en el Estudiante

La mediocridad en el estudiante no existe, sino que aparece un fenómeno denominado baja calidad de aprendiz autónomo, porque los docentes crean en los estudiantes el conformismo y comodismo que transforman la parte del ser humano en algo pasivo e inútil.

Puesto que la mediocridad como lo llaman algunos, no depende de factores psicológicos sino más bien de barreras académicas. Ejemplo: Si un profesor es preparado con maestrías y postgrados de excelentísimo nivel, así también cuando él vaya a impartir sus conocimientos lo debe hacer mejor que lo que le enseñaron, y no dar menos de lo que más le dieron. Aquí radica una problemática, puesto que es notorio darse cuenta el porqué de la mal rendimientos de los alumnos de primarias, y la pésima calidad estudiantil en los bachilleratos de nuestro país.

El estudiante mediocre es un  hombre sin personalidad que se  inclina a confundir el sentido común con el buen sentido. El sentido común es colectivo, retrogrado, y dogmatista; el buen sentido es personal, innovador, y original.

La personalidad comienza en el punto preciso donde cada uno se diferencia de los demás. Los hombres sin personalidad, son innumerables y vegetan moldeados por el medio. Son incapaces de iniciativa y resistencia. Sufren todas las influencias, altas, bajas, grandes o pequeñas. La incapacidad de hacer el mal, la confunden con la virtud de hacer el bien. Sin embargo es inútil buscarlos, aunque abunden muchísimos, nadie admitiría no tener personalidad, todos creen tenerla y muy suya, pero somos incapaces de emprender una actitud de frente que nos conduzca al presente.

 Los hombres mediocres solo pueden definirse en relación con la sociedad en que viven, y por su función social. Confunden equilibrio con pasividad, el hombre mediocre esta domesticado por la sociedad, sino que muchos docentes se disfrazan con una bonita cara y tan solo aparentan dar una clase magistral llena de ideas, pero lo que no saben es que hay muchos estudiantes que los observan y sin darse cuenta caen en la trampa de su falsa personalidad.

La personalidad de cada individuo es el producto de 2 factores: la herencia (genética) y la educación (medio social en que se desarrolla). Estas condicionan, pero no determinan, porque en nosotros reina la libertad. Las diversas adaptaciones de cada individuo a su medio, depende de lo que imita y lo que inventa. El hombre mediocre se caracteriza simplemente por imitar, el idealista busca crear. Uno piensa con la cabeza de la sociedad, el otro con la propia. El genio es original y creativo, sobresale de la rutina social. Todos los hombres de personalidad firme y mente creadora son hostiles a la mediocridad. El hombre que imita ideas de otro no tiene su personalidad trazada pero el que piensa y actúa de manera distinta, ese se le llama con decisión y autoridad que no se deja doblegar por un falso argumento sino que apela a la verdad sin importarle las consecuencias de la falsedad.

 Para el mediocre: pensar es un disparate, la dignidad es insolencia, la justicia sentimiento, la sinceridad tontera, la admiración imprudencia, la pasión ingenuidad, la virtud, estupidez. Pero para el inteligente el buscar es ganar, el callar es tolerar, la admiración es perdida y la observación es más que mil palabra. ¿Pero en donde queda la enseñanza inútil y retrógrada desde sus principios? o ¿Es acaso que la sabiduría se volvió aprendizaje y la ignorancia fortuna?

En la historia de la humanidad siempre las grandes masas no fueron ni los idealistas ni los estúpidos, sino los mediocres. Hoy la masificación cultural ejerce mucha más fuerza en las decisiones de las personas y especialmente en los jóvenes, que tiempo atrás. Los medios de comunicación, controlan todo… desde las elecciones democráticas hasta las tendencias de la moda… Es incalculable el papel que juegan los medios de comunicación en la vida de las personas. Por eso se vuelve más fuerte y crece más la mediocridad. Ante esto, nosotros desde nuestro humilde lugar, y fomentando la reflexión, queremos motivar a los jóvenes a que vivan por un ideal. Posiblemente es un esfuerzo mayor, pero ya es hora de reaccionar y no quedarse dormido en los brazos de Morfeo, ¡Despertemos de la ignorancia y resucitemos hacia un horizonte de ideales¡

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