El huerto escolar

Para nosotros como Club Escolar del HEGC, es de fundamental importancia el trabajo realizado en el huerto, no sólo como herramienta didáctica sino como, una estrategia de enseñanza para despertar y motivar una conciencia ecológica en nuestros estudiantes y apoderados. 

El Club lleva alrededor de dos años de trabajo sistemático en el huerto y ha realizado múltiples actividades en ese lugar, lo que nos ha permitido vincularnos de forma significativa, tanto con nuestro espacio externo, como con funcionarios especialistas en el tema del cuidado de plazas y patios de nuestro hospital, específicamente nuestro querido “tío Víctor”, quien es el encargado de asesorarnos y acompañarnos en todas las planificaciones y puestas en marcha de las distintas actividades y proyectos implementados, ampliando así  nuestras miradas y conocimientos en el tema, llevándonos a la apropiación paulatina de  este maravilloso recurso de aprendizaje transversal.

El huerto es un área para el cultivo de hortalizas, plantas medicinales y ornamentales, entre otras. Es un espacio que ofrece la oportunidad a las y los estudiantes de valorar un ambiente natural en el que se puede aprender y fomentar una serie de actitudes de convivencia, responsabilidad y colaboración, esenciales para el desarrollo de todo ser social.

Beneficios de huerto:

La utilización de un huerto en el ámbito escolar como recurso educativo, tiene múltiples beneficios en nuestr@s niñ@s, que no solo contribuyen al desarrollo de conocimientos y habilidades, sino también a la formación de valores y actitudes indispensables en el proceso de desarrollo.

Algunos de ellos son:

• El huerto escolar permite la integración de distintas áreas de conocimientos, funcionando como un eje transversal e interdisciplinario en las diferentes etapas de la educación, desde la educación inicial que son nuestro grupo de niñ@s más pequeños, donde comienzan a interactuar de manera activa con el medio ambiente que lo rodea, hasta la pre adolescencia,  donde participan de forma activa en los procesos ecológicos y de formación de plantas y  hortalizas.
• Permite que los alumnos experimenten e interactúen de una forma única con el entorno natural.
• Fomenta valores de cooperación, paciencia, constancia y responsabilidad.
• Promueve la organización de tiempo y espacio, creando habilidades para establecer el momento correcto para el riego de las plantas, además de tener que evaluar los metros cuadrados de los que se dispone para realizar la siembra.
• Desarrolla habilidades motrices a través del manejo de las herramientas e instrumentos de cultivo.
• Es una herramienta motivadora para desarrollar hábitos de cuidado y responsabilidad ambiental.
• Permite conocer el valor nutricional de los alimentos, a la vez que favorece una alimentación equilibrada y saludable.
• Permite tomar conciencia sobre la utilidad de los desechos orgánicos y cómo estos pueden ser aprovechados para la elaboración de abono.
• Contribuye a romper con la rutina, en un espacio libre, lleno de actividades físicas y emocionales.

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