El juicio sobre los resultados de la auditoría interna en la Villa de la asociación médica de

INFORME: “ZEGARRA LO SABÍA TODO”

Una auditoría interna realizada por la Asociación Villa Médica para el periodo entre 1995 y el año 2000, no solo devela el caótico manejo económico de esa asociación cuando Alfredo Zegarra la dirigió, sino que, desde entonces, se omitía proporcionar cierta información a la Sunat. En su informe, el auditor también encontró la propuesta aceptada por Zegarra de negociar con el IGV, motivo por el que se le juzga ahora por defraudación. Aunque el alcalde sigue negando que conocía el hecho, más pruebas lo involucran.

Confundido. Estrategia de defensa de alcalde Zegarra tambalea en audiencia.

¿La defensa del alcalde provincial Alfredo Zegarra está basada en una mentira? El fiscal Sandro Paredes, que acusa al alcalde Zegarra de defraudar a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) cree que sí.

El último miércoles, durante la audiencia judicial de este caso, la defensa de Zegarra aseguró que el alcalde fue víctima de la falsificación de su firma en las declaraciones de impuestos presentadas ante la Sunat, con información falsa.

En dichas declaraciones de impuesto entregadas los años 97, 98, y 99 se evadió impuestos. Más de 11 años después, el abogado Giuliano Zegarra, que defiende al alcalde, presentó un peritaje realizado este año (2011) sobre esas declaraciones juradas donde se asegura que la firma que aparece no es la del entonces presidente de la Villa Médica, Alfredo Zegarra Tejada.

NO ERA NUEVO

Con el peritaje, la defensa pretende probar que el alcalde no sabía que la información contable entregada a Sunat evadía impuestos. Aunque la prueba es extemporánea, el peritaje fue aceptado por la Sala ya que fue presentado como prueba nueva. No obstante, el viernes, cuando se retomó la audiencia, el fiscal Sandro Paredes desbarató el argumento de la defensa señalando que no se trataba de una prueba nueva dado que en la Sunat está registrado que el propio Alfredo Zegarra rectificó la declaración jurada que evadía impuestos.

Colegiado. La Sala ha programado nueva audiencia para el dos de setiembre.

Para realizar la rectificación, en el año 2000, tuvo que exhibir las primeras declaraciones donde se cometía el ilícito tributario. En ese entonces Zegarra nunca puso en duda la autenticidad de su firma, cosa que recién plantea 11 años después. Después de escuchar el argumento del fiscal, el acusado Alfredo Zegarra dijo que se encontraba enfermo y que tenía una cita con el médico. Luego se retiró de la audiencia, aunque hasta ese momento parecía estar gozando de buena salud.

LA ADMINISTRACIÓN ZEGARRA

La acusación fiscal se centra solo en la defraudación tributaría debido a la venta de facturas a empresas que necesitaban crédito fiscal. No obstante, El Búho tuvo acceso a una auditoría interna realizada a la Villa Médica en el año 2001, en la que se evidencian otras irregularidades tributarias que comprometen al alcalde y su contador.

Armado. Fiscal Paredes intentará probar que defensa de alcalde miente.

El 21 de abril de 2001, el contador público Adilson Postigo Peralta concluyó una auditoría interna realizada en la Asociación Villa Médica. El examen se realizó a la contabilidad en los periodos que iban desde 1995 hasta el año 2000, periodo en el que Alfredo Zegarra fue el presidente y representante de la asociación. Lo que el auditor encontró fue un desastre contable.

En las conclusiones, Adilson Postigo menciona: “algo que nos llamó mucho la atención es la nula existencia de la presentación de EEFF (Balance General, Estado ganancias y pérdidas, Estado de flujos desde 1995 a la fecha (2001). Enfatizamos en este punto, puesto que existe la obligatoriedad de presentar información económica, financiera y de resultados a la Administración Tributaria (Sunat) anualmente, tal como lo establece el Texto Único Ordenado de la ley de Impuesto a la Renta”.

Luego sigue diciendo que “la mayor parte de los libros, registros y demás documentación contable en sus registros previsionales y provisionales han sido adulterados”. Incluso asegura que los registros de ventas (ingresos) y compras (egresos) estaban escritos solo con lápiz.

En este desorden contable, el auditor hace conocer que la Villa Médica realizó pagos de ingentes cantidades sin tener el respectivo comprobante de pago como facturas o boletas.

En el caso de los ingresos de la Villa Médica, tampoco estaban claros ya que no aparecían los vouchers que acreditaran el pago y estado de deuda de los asociados. Ni siquiera sus trabajadores, que aparecían en planilla, tenían contratos laborales.

Solo. Contador Arenas Abarca carga con toda la responsabilidad de la defraudación.

Fue el caso del propio contador Álvaro Arenas quien en planilla aparecía recibiendo una remuneración de 690 soles, pero en sus declaraciones juradas afirmaba que su remuneración era de 410 soles.

EL ACTA

Otra cosa que llamó la atención del auditor fue el libro de actas de la Junta del Directorio. Y es que Adilson Postigo también encontró el registro de la sesión del día 26 de mayo de 1998 en la que el contador Arenas Abarca propone la venta del IGV para hacer caja en “Beneficio de la Asociación”. Propuesta que luego fue autorizada por Alfredo Zegarra en la junta directiva del 06 de junio de 1998. Al respecto el auditor es categórico al decir que “no se puede negociar bajo ningún criterio con el IGV”, lo que resulta ilícito.

Como parte final del informe, el auditor menciona una irregularidad más respecto a préstamos realizados a Zegarra: uno de esos préstamos a su nombre es por 5 mil 143 dólares, para la compra de chapas y bisagras.

Otro es un cronograma de pagos que debían hacerse a la Caja Municipal de Arequipa por préstamos que habían salido a nombre de Alfredo Zegarra, Jaime Sánchez y Dennis Díaz Pome, pero cuyos dineros se destinaron, supuestamente, a la Asociación.

Y aunque no existía documentación que acreditara que el dinero ingresó a las cuentas de la Asociación, en una relación de egresos presentada por el contador Álvaro Arenas informó el pago de esos préstamos por un monto de 26 mil 490 dólares. Aunque claro, tampoco había “un solo documento que acredite la salida de tales devoluciones por concepto de préstamos.”

El

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