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El siglo de la Educación Moderna


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  459 Palabras (2 Páginas)  •  215 Visitas

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El siglo XIX es el siglo de la Educación Moderna. Los pedagogos habían puesto su énfasis primero sobre la cosa enseñada, el qué; luego se descubre que lo esencial no es la llegada sino el camino y la acentuación se pone sobre el cómo; es decir, sobre el método. Ahora bien, como el maestro es el encargado de trazar ese método, de señalar el camino, de dar a la labor educadora una orientación y un sentido, resalta la importancia del maestro en el problema de la educación. Y así, toda la educación moderna ha acentuado el valor del maestro. La Pedagogía no es posible, se ha dicho, sino en virtud de unas cuantas personalidades geniales, que realicen esa tarea que consiste en transformar al hombre, en formarle con arreglo a un ideal. Y por eso, sólo por eso, es tan difícil que la educación cumpla su misión, porque es casi imposible encontrar buenos maestros. De ahí viene el hacer al maestro responsable de toda la labor educadora. La escuela y el alumno serán lo que el maestro quieran que sean. He ahí la característica de la educación moderna tal y como está planteada en los últimos años del siglo XIX. De la Educación Nueva se empieza a hablar en los comienzos del siglo XX, cuando se crean las escuelas que obedecen a una nueva concepción educadora. Su característica esencial consiste en poner su acento sobre el niño en vez de ponerlo sobre el maestro, como hacía la Educación Moderna. El niño: he aquí el problema esencial, el único problema. El niño es el protagonista; el maestro ocupa un lugar muy secundario; su labor sigue siendo dificilísima, pero ya no es el eje sobre el cual van a girar todas las consideraciones pedagógicas. He aquí los principios que fundamentan esta nueva educación: 1) El niño importa y debe ser considerado en cuanto niño, y no como un hombre en miniatura. Por consiguiente, la educación no es ya una anticipación, ni una preparación para la vida. No; hay que educar la infancia como un fin en sí misma. Y además, hay que educar la infancia sin posible relación con la adolescencia y la edad madura. Porque el mundo del niño es un mundo distinto del mundo del adulto. 2) Podría enunciarse diciendo: Respeto a la actividad libre y espontánea del niño. Es decir, hay que respetar la actividad del niño. El niño tiene que ser activo. La escuela ha de consistir en un hacer. Las ideas no hay que darlas elaboradas, tiene que elaborarlas el alumno. El niño no será por más tiempo un ser pasivo que recibe la enseñanza ya hecha, sino que no recibirá nada, lo creará él todo. Pero, además, esta actividad tiene que ser libre y espontánea.

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