LA EDUCACION MODERNA

La educación hoy en día se encuentra avasallada por los avances del mundo moderno, nos encontramos en una era en la que puede decirse que la comunicación y la tecnología van evolucionando más rápido que la humanidad misma. Además de ser un mundo mayoritariamente egoísta, que solo piensa en el bien propio, donde cada individuo se maneja como ser individual, que solo vive para sí y no se considera parte de un sistema que debería actuar en conjunto buscando el bien común.

La sociedad en la que convivimos se encuentra con integrantes tan opuestos como el agua y el aceite, desde los abuelos que no se manejan con los avances, ni los miran como una opción para su vida, los que se adaptan a lo básico de la tecnología porque ven que no pueden permanecer en una burbuja, hasta los que vuelan a la par de la misma y los que ya no nacen con el pan bajo el brazo sino con un smartphone en cada mano. Esto convierte a esta era en “la era de la comunicación que incomunica”, porque mientras permite el contacto entre seres que, en la mayoría de los casos, ni se conocen ni se conocerán, aleja a las personas que se encuentran cerca, que incluso viven bajo un mismo techo… y así va creciendo la humanidad en la falta de empatía por el que está al lado, por el que necesita de uno tanto como uno necesita de él.

Viendo las cosas desde este punto, puede decirse que el papel de la educación es doble. Tanto la educación como los educandos no pueden enajenarse de este mundo moderno y deben avanzar tan aceleradamente como él, para tener la capacidad de enseñar a las nuevas generaciones sin rezagarse en métodos de enseñanza del pasado, a la vez que no permita que la educación en valores y respeto mueran en generaciones futuras.

Esto a su vez permite que la enseñanza no sea “cuadrada”, sino maleable y adaptativa a lo que un niño de esta era esperaría encontrar cuando va a una institución educativa.

Un educador no puede pretender educar a alguien para que piense y actué como él lo hace, sino que debe educarlo para la vida, debe hacerlo para que mañana ese ser que educo tenga la capacidad de generar su propia opinión, su propia forma de pensar y actuar ante situaciones que se le presenten en el camino, su propia capacidad de beneficiar a la comunidad a la vez que se beneficia. Como diría Einstein: lo primero siempre debe ser la capacidad general para el pensamiento y el juicio independiente, y no la adquisición de conocimientos especializados. Es decir, no solo debe enseñarse que 2 +2=4, sino cómo 2+2 se aplica a la vida y cómo podemos hacer que 2+2 acabe siendo un beneficio para toda la sociedad. Solo de esta manera se consigue una educación real.

García Hoz define la educación como “el perfeccionamiento intencional de las potencias específicamente humanas”. Dentro de esas potencias humanas se encuentran, además de las capacidades y habilidades físicas, los valores morales que

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