El surgimiento del cómic
joseMshockTesis29 de Octubre de 2014
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En este primer capítulo se explicará el formato de la historieta como industria cultural y su consolidación como tal junto con su género más popular en los últimos años: los superhéroes. Para lograr dicho objetivo, primero, se definirá los cómics desde sus inicios; segundo, se explicará la historia de su industria en los EE.UU. y la importancia de los superhéroes en la cultura pop de la época; tercero, se ejemplificará la importancia y el alcance que tuvieron las historietas de superhéroes; y, por último, analizaremos las consecuencias que los críticos tuvieron sobre la industria en general. Empezaremos por una descripción histórica sobre los orígenes del cómic.
1.1 El surgimiento del cómic
Scott McCloud da ejemplos históricos de muestras artísticas que se podían emplear como referencias históricas del cómic:
“Una epopeya de un manuscrito ilustrado precolombino, descubierto por Cortés alrededor de 1519. Se trata de un documento plegable de unos diez metros de longitud con ilustraciones llenas de colorido, que nos cuenta las hazañas de un gran militar y héroe político, 8-ciervo “garra de tigre”. (sic) ¿Es un cómic? ¡Ya lo creo que lo es! ¡Hasta podemos leer un poco!” [1993: 10]
Además, nos enseña una serie de ejemplos más: el tapiz de Bayeux, un relato de la historia de la conquista de Inglaterra por los nómades en 1066 el cual se puede “leer” de izquierda a derecha; los jeroglíficos egipcios, los cuales, muestran acontecimientos históricos relatados a manera de cómics [McCloud 1993: 12- 14].
Este tipo de expresión fue muy venerado en tiempos antiguos pero tenían un problema: necesitaban masificarse y llegar a más personas. McCloud concuerda, en este punto, con Humberto Eco, escritor y filósofo italiano, que gran parte de esta influencia artística se ve afectada, de manera positiva, por la invención de la imprenta. Es así como aquella expresión cultural, antiguamente monopolizada por las clases de élite, pasa a ser disfrutado por las clases populares . Es así como nace el concepto de “industria cultural”.
Sin embargo, a pesar de la historia que puede tener este medio y sus orígenes ligados a las grandes obras maestras artísticas épocas gloriosas, el cómic no goza de ser categorizado como arte y ha presentado una connotación negativa, en palabras de McCloud:
“Algunos de los cómics más inspirados e innovadores de nuestro siglo no han sido nunca aceptados como tales. No tanto por su calidad, que es excelente sino por lo infravalorado del medio. Durante mayor parte del presente siglo, la palabra ≪cómic≫ se ha visto lastrada con una connotación negativa, hasta el punto de que muchos practicantes adictos han preferido pasar por ≪ilustradores≫, ≪dibujantes publicitarios≫ o, a lo más, ≪caricaturistas≫.” [McCloud 1993: 18]
A pesar de eso, la industria presenta trabajos de gran calidad artística, como trabajos sobre madera por parte de Lynd Ward y Frans Masereel o la novela colage de Max Ernst que intentaron demostrar el magnífico potencial grafico sin mucho éxito debido a que no entrarían en la concepción de un cómic a pesar de presentar sus características.
McCloud va más allá e incluso menciona que, en la actualidad, se supo apreciar su uso de imágenes secuenciadas servían como un medio eficiente de comunicación para transmitir un mensaje a manera de “diagramas”; por ejemplo, las instrucciones de uso de la mascarilla de aire de los aviones explicadas paso a paso su forma de uso se asemeja a un cómic en esencia.
El cómic moderno se define por “ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada, con el propósito de transmitir información y una respuesta estética al lector” [McCloud 1993: 9]. Esta definición abre una amplia gama de definiciones también es necesaria para poder sacar otras; por ejemplo las simples viñetas aisladas, se desvinculan del cómic pues si bien son parte esencial del arte, por sí solas no pueden representarlo como tal y de esta manera se desvincula la idea de caricatura y cómic. El primero es una forma o estilo de dibujar; el segundo, un medio de comunicación. Por el contrario, respecto a las definiciones que se les pueden agregar quedan muchas variables que no han sido expresadas en la definición dada por McCloud: No menciona nada sobre géneros, ni menciona específicamente de qué tipo de materiales debe hacerse, no menciona alguna paleta de colores o la falta de estos, no menciona alguna escuela guía para el dibujo, filosofía o enfoque similar.
También, otra autora que menciona sobre las características de los comics, María Diez, concuerda en esta visión y aporta las características basados en los mencionados por Román Gubern en 1987:
“Los cómics deben reunir, según Román Gubern (1987), las siguientes características: 1-Una secuencia de viñetas consecutivas para articular el relato. 2-La permanencia de al menos un personaje estable a lo largo de la serie. 3-Globos o bocadillos con las locuciones de los personajes, que, aunque no son imprescindibles, sí son fundamentales para narraciones elaboradas. “
[Diez 2002: 3]
Según Diez esta aparición de lenguaje simultaneo de imagen y sonido aparece antes que el cine sonoro, por lo tanto es muy frecuente el uso de onomatopeyas y líneas para expresar el movimiento. Según afirma José Joaquín Rodríguez Moreno, como todo forma de arte, el cómic representa una sociedad [2009: 6]. Es un medio que con el pasar de las décadas ha ido expandiéndose hacia diferentes públicos de manera masiva.
En este subcapítulo se definió históricamente los inicios del cómic desde una época precolombina hasta mitad del S XVII; además, sus complicaciones como un nuevo medio vienen por parte de las antiguas artes las cuales sirven de fundamento para el propio cómic. Pero una vez definido qué es el cómic es momento de pasar a su masificación, principalmente en los EE.UU.; es por eso que en nuestro siguiente subcapítulo se expondrá la historia del cómic como industria cultural y la aparición del género de superhéroes. Además, se describirá la historia de dos grandes empresas que definiron el género: DC comics y Marvel comics.
1.2 Los cómics de superhéroes y su industria en EE.UU.
A pesar de mencionar que está seguro de cuándo se creó el cómic moderno; se afirma que un supuesto “padre” de este son las historias satíricas de Rodolphe Töpffer, que tiene muchas de las características reconocibles de los cómics modernos . A su vez, Fátima Gil y Francisco Segado nos ofrecen una primera aparición del cómic moderno como se le conoce hasta nuestros días:
“El cómic moderno nace en las páginas de los periódicos de masas de Estados Unidos. A finales del siglo XIX y principios del XX. Animados por el éxito de las caricaturas políticas y buscando ofrecer un nuevo aliciente que atrajese a más lectores.” [2011: 206]
Entonces, la historia de los cómics está ligada directamente con la prensa escrita, la cual debido a la popularidad de las sátiras de Töpffer empiezan a ser publicadas en una sección dirigida a llamar la atención de ese sector para aumentar sus ventas, puesto que se centraban en una cultura de consumo . Además a esto se le suman distintas agencias de distribución de variaos contenidos impresos de todo el país, el cual empezó principalmente noticias, entrevistas y reportajes para, más adelante, distribuir tiras cómicas; estas agencias se llamaban Syndicates. Gracias a esto diferentes periódicos a lo largo de todo EE.UU. pudieron adquirir nuevos tipos de tiras para poder traer nuevos lectores. Estas tiras ocupaban, en ocasiones, una pequeña sección entre las páginas diarias; Mientras, otras ocupaban toda una página a color en suplementos dominicales.
En estas tiras se dieron en dos géneros: el humor y todas sus vertientes y las aventuras en paisajes exóticos . Siendo las primeras las escogidas de manera unánime por la mayoría de diarios de la época.
El cómic ha tenido gran cantidad de géneros a lo largo de su historia, principalmente en sus inicios: desde historias de aventura en paisajes exóticos, historias de amor, historias de terror, historias western, fotonovelas y ciencia ficción . De esta última despego el género predominante en los cómics hasta la época: los superhéroes.
El primer superhéroe, propiamente dicho, podría considerarse como Superman, creado en 1938 de la mano e idea de Jerry Siegel y Joe Shuster para el Action Comic n° 1. Según Morrison, conocido guionista de comics, Superman puede considerarse no solo como el padre, abuelo, tatarabuelo o tataratataraabuelo de los superhéroes convencionales o los que le seguirían directamente sino que, además, es con su aparición que empieza la llamada “Edad de Oro” de los superhéroes.
“El concepto del superhéroe atrapó de inmediato al público. El Club de Fans de Superman pronto tuvo cientos de miles de miembros, algo así como unas benignas Juventudes Hitlerianas o un movimiento Scout de la ciencia ficción. Para 1941, él era la estrella de Action Comics; tenía su propio título: Superman; estaba en World’s Finest Comics; aprecia una y otra vez en All Star Comics, otra serie. A la vez, estaba haciendo el enorme salto a otros medios, que ayudaron a expandir su fama y le proporcionó lo que se convertiría en una fuente de vida más allá de páginas de los comics. Se incrustó en la consciencia de todo el país, de todo el mundo: estaba en la radio, en las tiras cómicas de cada periódico importante de los EE.UU., en la venta de estampillas, tarjetas de felicitaciones, libros de colorear, goma de mascar, juegos de mesa y bonos de guerra.”
[Morrison
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